“Kito” Cantaluppi no pudo conseguir la boleta del FPV

El candidato a intendente lo confirmó en rueda de prensa. “Es una sorpresa muy desagradable”, dijo. Igual mantendrá su lista.

Desde el mismo momento en que anunció su por entonces precandidatura a intendente para las elecciones primarias, en el ambiente político local siempre se desconfió que “Kito” Cantaluppi pudiera llegar al 23 de octubre con la boleta del Frente para la Victoria. Y pese a toda la publicidad que desplegó en sus cuatro febriles meses de campaña, aquellas voces tenían razón en dudar tanto.
“Escapa de nuestro saber lo que ha pasado. Pero vamos a seguir en carrera hasta las últimas consecuencias, con mucha fuerza y esperanzas renovadas. Estamos en el camino correcto, esto es una gesta, es el inicio de una nueva política”, sostuvo Cantaluppi en una conferencia de prensa que ofreció este miércoles a la noche en su local partidario de la avenida 25 de Mayo, en Belén de Escobar.
De esa manera, el empresario confirmó que pese a este revés mantendrá en pie su candidatura por el Partido Auténtico de los Cristianos de la provincia de Buenos Aires (PAC). Será, como se dice en la jerga, una “boleta corta”, solamente con candidatos locales, con el mismo color blanco que usó en las primarias y un solo cambio, curioso y llamativo: esta vez no podrá figurar su ya popular apodo.
Cantaluppi aseguró haber cumplido con todas las presentaciones en tiempo y forma -incluso imprimió los modelos de boleta completa- y se mostró desconcertado sobre los motivos por los que el PAC declinó de cumplir el acuerdo que había firmado con el Frente para la Victoria.
Un dato que hace al contexto es que la misma situación se dio en 25 de Mayo, otro de los tres distritos -de un total de 26 en los que presentó lista- en los que esa remota fuerza había suparado el filtro de las primarias. El restante es Quilmes, donde sí irá como colectora. La explicación también es vox pópuli en los círculos del arte de lo imposible: el PAC responde directamente al ministro nacional Aníbal Fernández, es su herramienta electoral. Ergo, solo la gente de su terruño tendrá ese beneficio.
“Estamos muy apenados, confundidos, porque no encontramos una explicación. Sinceramente no podemos entender lo que pasó”, expresó el primer candidato a concejal de Cantaluppi, José Lavisse, quien en su calidad de abogado apuntó a cuestiones técnicas y legales para argumentar su incredulidad.
“Acá hubo una decisión unilateral de las autoridades del partido de que en Escobar no se cumpla con la adhesión. No sé si llamarlo engaño, fraude o cómo. Lamentablemente hemos caído en un partido que no tiene principios morales muy fuertes”, lamentó Lavisse.
Cantaluppi , por su parte, calificó al episodio como “una sorpresa muy desagradable” y no esquivó la autocrítica: “Pecamos por inocentes. Y si me tengo que hacer cargo, me hago cargo”.
Sin el arrastre de votos kirchneristas, el objetivo de duplicar los votos de las primarias para consagrar uno o dos concejales se ve difícil de alcanzar para Cantaluppi, por más que, como afirmó, esté en mejores condiciones de fiscalizar el comicio. El primer beneficiado con este escenario final es el oficialismo, que -descontado su triunfo-tendrá ahora un riesgo menos en su afán de retener la mayor cantidad posible de las diez bancas legislativas en juego.
Dos con K y dos cortas
De los finalmente diez candidatos a intendente que participarán de las elecciones del domingo 23, dos tendrán la boleta del Frente para la Victoria: Sandro Guzmán (PJ) y Christian Spoltore (Nuevo Encuentro). Otro par, en tanto, irá en listas solamente locales: “Kito” Cantaluppi (PAC) y Miguel Jobe (PRO).
Los otros seis en carrera son: “Tito” Achával (UDESO), Juan Gaztañaga (Frente Popular), Ricardo Romero (Compromiso Federal), Marcos Fiori (Frente Amplio Progresista), Claudia Consiglio (Partido Obrero) y Juan Butori (Coalición Cívica).
Cantaluppi y Lavisse, durante la conferencia de prensa.

Cantaluppi y Lavisse, durante la conferencia de prensa.

Desde el mismo momento en que anunció su por entonces precandidatura a intendente para las elecciones primarias, en el ambiente político local siempre se desconfió que “Kito” Cantaluppi pudiera llegar al 23 de octubre con la boleta del Frente para la Victoria. Y pese a toda la publicidad que desplegó en sus cuatro febriles meses de campaña, aquellas voces tenían razón en dudar tanto.

“Escapa de nuestro saber lo que ha pasado. Pero vamos a seguir en carrera hasta las últimas consecuencias, con mucha fuerza y esperanzas renovadas. Estamos en el camino correcto, esto es una gesta, es el inicio de una nueva política”, sostuvo Cantaluppi en una conferencia de prensa que ofreció este miércoles a la noche en su local partidario de la avenida 25 de Mayo.

De esa manera, el empresario confirmó que pese a este revés mantendrá en pie su candidatura por el Partido Auténtico de los Cristianos de la provincia de Buenos Aires (PAC). Será, como se dice en la jerga, una “boleta corta”, solamente con candidatos locales, con el mismo color blanco que usó en las primarias y un solo cambio, curioso y llamativo: esta vez no podrá figurar su ya popular apodo.

Cantaluppi aseguró haber cumplido con todas las presentaciones en tiempo y forma -incluso imprimió los modelos de boleta completa- y se mostró desconcertado sobre los motivos por los que el PAC declinó de cumplir el acuerdo que había firmado con el Frente para la Victoria a nivel provincial.

Un dato que hace al contexto es que la misma situación se dio en 25 de Mayo, otro de los tres distritos -de un total de 26 en los que presentó lista- en los que esa remota fuerza había suparado el filtro de las primarias. El restante es Quilmes, donde sí irá como colectora. La explicación también es vox pópuli en los círculos del arte de lo imposible: el PAC responde directamente al ministro nacional Aníbal Fernández, es su herramienta electoral. Ergo, solo la gente de su terruño tendrá ese beneficio.

“Estamos muy apenados, confundidos, porque no encontramos una explicación. Sinceramente no podemos entender lo que pasó”, expresó el primer candidato a concejal de Cantaluppi, José Lavisse, quien apuntó a cuestiones técnicas y legales para argumentar su incredulidad.

“Acá hubo una decisión unilateral de las autoridades del partido de que en Escobar no se cumpla con la adhesión. No sé si llamarlo engaño, fraude o cómo. Lamentablemente hemos caído en un partido que no tiene principios morales muy fuertes”, lamentó Lavisse.

Cantaluppi, por su parte, calificó al episodio como “una sorpresa muy desagradable” y no esquivó la autocrítica: “Pecamos por inocentes. Y si me tengo que hacer cargo, me hago cargo”.

Sin el arrastre de votos kirchneristas, el objetivo de duplicar los votos de las primarias para consagrar uno o dos concejales se ve difícil de alcanzar para Cantaluppi, por más que, como afirmó, esté en mejores condiciones de fiscalizar el comicio. El primer beneficiado con este escenario final es el oficialismo, que -descontado su triunfo- tendrá ahora un riesgo menos en su afán de retener la mayor cantidad posible de las diez bancas legislativas en juego.

Dos con K y dos cortas

De los finalmente diez candidatos a intendente que participarán de las elecciones del domingo 23, dos tendrán la boleta del Frente para la Victoria: Sandro Guzmán (PJ) y Christian Spoltore (Nuevo Encuentro). Otro par, en tanto, irá en listas solamente locales: “Kito” Cantaluppi (PAC) y Miguel Jobe (PRO).

Los otros seis en carrera son: “Tito” Achával (UDESO), Juan Gaztañaga (Frente Popular), Ricardo Romero (Compromiso Federal), Marcos Fiori (Frente Amplio Progresista), Claudia Consiglio (Partido Obrero) y Juan Butori (Coalición Cívica).

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