Denuncian un caso de abuso sexual en los calabozos de la comisaría Escobar 1ra

Cuatro presos atacaron a golpes a otro recluso, a quien le introdujeron un frasco de desodorante personal en el ano y habrían amenazado de muerte con una faca.

Escenario. El aberrante hecho ocurrió en la comisaría de Tapia de Cruz y Alberdi.

Cuatro presos atacaron a golpes a otro recluso, a quien le introdujeron un frasco de desodorante personal en el ano y habrían amenazado de muerte con una faca.

Un joven que se encontraba detenido en la comisaría 1ra de Escobar denunció haber sido abusado sexualmente por otros cuatro presos, durante un incidente en el interior de uno de los calabozos.

El episodio ocurrió la semana pasada, cuando uno de los detenidos fue agredido por otros cuatro presos, quienes tras haberlo golpeado lo abusaron sexualmente en reiteradas oportunidades introduciendo en su ano «un elemento similar a un desodorante a bolilla», según trascendió.

Durante todo el tiempo, la víctima habría sido apuntada y amenazada de muerte con una faca con punta de bisturí.

La causa recayó en la Unidad Funcional de Instrucción a cargo del fiscal Cristian Fabio, quien este martes allanó los calabozos de la dependencia acompañado por personal de la Gendarmería Nacional, algo que sorprendió a los efectivos de la seccional. Además, el funcionario tomó declaración a varios reclusos.

También se hizo presente en el lugar personal de la Dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, aunque las fuentes consultadas por El Día de Escobar afirmaron que la conducta de los efectivos que se encontraban de guardia cuando ocurrió el hecho no está siendo investigada. «Al contrario, fueron ellos quienes al notar que había una trifulca en el calabozo tomaron intervención y realizaron la denuncia», explicó un vocero de la fuerza.

Del mismo modo, las fuentes desmintieron que el fiscal Fabio haya reemplazado a los policías de imaginaria de los calabozos por un gendarme, como circuló en algunos medios.

En tanto, el preso abusado fue trasladado ese mismo día a la comisaría de Garín, para evitar nuevos episodios de violencia y resguardar su integridad física.

Un dato que contextualiza este caso es la superpoblación existente en las cárceles y comisarías. Sin ir más lejos, cuando ocurrió el abuso de este preso en la Escobar 1ra había más de veinte detenidos, cuando su capacidad autorizada es para ocho.

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