“El desastroso proyecto de la ruta 26”

SR. DIRECTOR: Leyendo la nota donde se anuncia la finalización de las dársenas en la ruta 26 me llamo a la reflexión… Se anuncia que han realizado las banquinas, cuando solo se ha movido tierra y aplastado con aplanadoras; digo claramente tierra porque una banquina, como mínimo, debe llevar tosca, luego se debe compactar y […]

SR. DIRECTOR:

Leyendo la nota donde se anuncia la finalización de las dársenas en la ruta 26 me llamo a la reflexión…

Se anuncia que han realizado las banquinas, cuando solo se ha movido tierra y aplastado con aplanadoras; digo claramente tierra porque una banquina, como mínimo, debe llevar tosca, luego se debe compactar y luego aplastar. Este no es el trabajo que se ha realizado y cualquiera que la circule diariamente puede comprobar cómo en sectores donde autos, camiones y ómnibus han circulado por ella ya la han destruido al ser solo tierra común aplastada.

Pues bien, no termina aquí el tema sino que aquí comienza, ya que si no invierten en lo más barato, que es colocar tosca y apisonarla, mal van a invertir en realizar un asfalto de calidad y durable, que soporte y permita el correcto tránsito de los 120.000 vehículos diarios.

Por otra parte, si leemos el anuncio verán que habla de entubamientos (¿?). ¿Dónde están, que no vi ninguno? Dársenas de giro, ¿donde está el ensanchamiento para poder realizar una dársena? Boulevard central divisorio, sin ensanchamiento no es posible…

Lo único que se ve son dársenas pequeñas y extremadamente peligrosas, ya que solo puede parar un ómnibus por vez. Les recuerdo que circulan cuatro líneas y que es común que exista la necesidad de que paren dos o más simultáneamente; esto no está previsto. Y van…

Por último, ¿hacía falta realizar el rayado de la ruta con tanta antelación a su asfalto? Actualmente está en un estado deplorable, con pozos muy peligrosos, el tráfico baja a las banquinas para no destruir el tren delantero, poniendo en riesgo a ciclistas y transeúntes.

Como siempre, la política nos demuestra una vez más que no les interesa controlar la obra (es responsabilidad del Municipio realizar el control; Sr. Cantero, ¿no le suenan los oídos?) ni realizar el bien común llevando adelante una obra ejemplar como la que se puede realizar con el presupuesto asignado. Una vez más los vecinos vemos, ya sin asombro, que los recursos se dilapidan en una obra que lejos está de ser la que se puede realizar.

Alguna vez tendremos que comenzar a asignar responsabilidades a los actores políticos que llevan adelante semejantes desatinos, por llamarlos de alguna manera.

Néstor Ramos (Maquinista Savio)

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