Detuvieron a un “secuestrador virtual” en el barrio San Luis

Luego de engañar a una decena de vecinos con falsos secuestros de algún familiar, un hombre de 30 años fue detenido el sábado 4 en su casa del barrio San Luis, en Belén de Escobar, por personal policial que venía investigando la seguidilla de casos denunciada en el último mes en esa localidad y Matheu. […]

Luego de engañar a una decena de vecinos con falsos secuestros de algún familiar, un hombre de 30 años fue detenido el sábado 4 en su casa del barrio San Luis, en Belén de Escobar, por personal policial que venía investigando la seguidilla de casos denunciada en el último mes en esa localidad y Matheu.
El sujeto basaba su accionar mediante dos llamados telefónicos consecutivos. Primero se hacía pasar por policía, abogado o médico para comunicar que un familiar del que atendía había sufrido un accidente, lo que le daba lugar a requerir cierta información del mismo a través de diversas preguntas. Tras cartón, impostaba su voz y hacía un nuevo llamado al mismo número, fingiendo tener secuestrada a esa persona.
El modus operandi se completaba exigiéndoles a las víctimas, a modo de rescate, que dejaran algún electrodoméstico o dinero en la puerta de sus casas, lo cual pasaba a recoger en una moto o un auto, consumando el delito.

Luego de engañar a una decena de vecinos con falsos secuestros de algún familiar, un hombre de 30 años fue detenido el sábado 4 en su casa del barrio San Luis, en Belén de Escobar, por personal policial que venía investigando la seguidilla de casos denunciada en el último mes en esa localidad y Matheu.

El sujeto basaba su accionar mediante dos llamados telefónicos consecutivos. Primero se hacía pasar por policía, abogado o médico para comunicar que un familiar del que atendía había sufrido un accidente, lo que le daba lugar a requerir cierta información del mismo a través de diversas preguntas. Tras cartón, impostaba su voz y hacía un nuevo llamado al mismo número, fingiendo tener secuestrada a esa persona.

El modus operandi se completaba exigiéndoles a las víctimas, a modo de rescate, que dejaran algún electrodoméstico o dinero en la puerta de sus casas, lo cual pasaba a recoger en una moto o un auto, consumando el delito.

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