Hospital Erill: Seis meses de una gestión nueva y signada por la pandemia

La cantidad de camas de internación prácticamente se duplicó. Además, se incorporaron 29 respiradores artificiales y 16 monitores multiparamétricos. “El avance logrado en tan pocos meses es determinante para seguir enfrentando la emergencia”, afirmaron.

Apertura. El hospital recibió apoyo del gobierno provincial, del Municipio y de empresas y particulares.

El equipo directivo conducido por Gaspar Costa presentó un informe de su primer semestre al frente de la institución. En paralelo a la emergencia sanitaria, creció en equipamiento, infraestructura, camas de internación y personal.

Al cumplirse seis meses de su asunción, el equipo directivo del hospital provincial Enrique Erill elaboró un informe de gestión que da cuenta de la reconversión realizada para hacer frente a la pandemia de coronavirus, con la incorporación de camas de internación, equipamiento y personal en diversas áreas.

La nueva cúpula del Erill asumió el pasado 4 de marzo, cuando había un solo caso de Covid-19 en el país y aún faltaba una semana para que se declare la pandemia. El acto de presentación se realizó en el hall de ingreso, con gente apiñada y sin barbijos, una imagen que no pareciera de este 2020 (ver nota acá).

“Sabemos que va a ser un año bravo, que el presupuesto va a ser escaso. Nuestra función es esa: administrar los recursos y dar lo mejor”, afirmaba aquel día el flamante director ejecutivo, Gaspar Costa, acompañado por el intendente Ariel Sujarchuk y el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán. Ni el más pesimista hubiera imaginado lo que pasaría con la llegada del nuevo virus.

Con un panorama totalmente impensado, el hospital tuvo que adaptarse para enfrentar a un escenario de riesgos inciertos. “Claramente los objetivos iniciales tuvieron que resignificarse. La pandemia obligó al hospital a reorganizar todas sus capacidades para abordar de la mejor manera esta crisis sanitaria, inédita en el último siglo”, sostiene el informe, al que tuvo acceso El Día de Escobar.

Ampliar la capacidad de internación fue una premisa central. Así, prácticamente se duplicó la cantidad de camas, que pasaron de 32 a 60.

La terapia intensiva creció de 5 a 11 plazas. El área de cuidados intermedios, donde están los pacientes de coronavirus con pronóstico moderado, aumentó de 14 a 17; y el sector de maternidad sumó otras 12 camas, donde se recibe a quienes presentan cuadros leves.

Además, la unidad de cuidados mínimos, destinada a personas que no tienen Covid-19, pasó de 20 a 32 plazas.

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Por otra parte, se expandió la capacidad física del hospital instalando tres módulos sanitarios sobre la calle San Lorenzo para atender a quienes presenten síntomas compatibles con el virus. También se dividió el Área Covid-19 de los sectores comunes del edificio, con cerramientos y nueva señalética.

Recientemente se inauguró un laboratorio de biología molecular, financiado con una donación de $500.000 de funcionarios públicos y políticos (ver nota acá), equipado para la realización de los estudios clínicos tradicionales y con la tecnología necesaria para procesar test de coronavirus.

Otra urgencia, estructural y agravada por la pandemia, fue aumentar la planta de personal. En estos seis meses se incorporaron 56 trabajadores: 25 médicos extranjeros que llegaron a través de becas, 19 enfermeros, seis empleados de limpieza, tres camilleros, un técnico de laboratorio, un psicólogo y un abogado. Solo seis ingresaron a planta permanente.

Además, el hospital Erill incorporó 29 respiradores artificiales, 16 monitores multiparamétricos, un compresor de aire de diez caballos de fuerza.

También se reparó el segundo ascensor del edificio, para que los pacientes con Covid-19 puedan utilizar uno y el resto de los pacientes el otro, se arreglaron 14 cámaras de seguridad y se instalaron gases centrales en el cuarto piso.

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“El avance logrado en tan pocos meses es determinante para seguir enfrentando la emergencia: al ampliar la capacidad de red sanitaria, y al poner lo mejor de cada uno, intentamos reducir el dolor sufrido por la sociedad”, sostiene el informe.

Las autoridades del Erill también agradecen y destacan “el aporte y apoyo del Estado provincial, la intervención constante del Municipio de Escobar, la cooperadora, los sindicatos -CICOP, ATE y SSP- y la comunidad escobarense en general», ya muchos insumos llegaron por donaciones de particulares y empresas.

Además, reconocen especialmente «el esfuerzo de cada integrante de la institución, que día a día concurre redoblando fuerzas y generando sinergia de equipo”.

“La premisa fundamental que orientó y continúa orientando la acción del hospital, sigue siendo la misma que señaló el presidente al dar el 1 de marzo su discurso frente a la Asamblea Legislativa: empezar por los últimos para llegar a todos”, concluye el documento.

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