“Respuesta al Señor Jorge Derra”

SR. DIRECTOR: En una nota publicada en El Día de Escobar, el Sr. Jorge Derra expresa su opinión respecto de la renuncia de la Licenciada Silvia Zaffirio, aseverando que dicha dimisión daña la legitimidad de la Defensoría del Pueblo. En el desarrollo de su libelo injuria y agravia el honor de personas entre las que […]

SR. DIRECTOR:
En una nota publicada en El Día de Escobar, el Sr. Jorge Derra expresa su opinión respecto de la renuncia de la Licenciada Silvia Zaffirio, aseverando que dicha dimisión daña la legitimidad de la Defensoría del Pueblo.
En el desarrollo de su libelo injuria y agravia el honor de personas entre las que me encuentro, por lo que -muy a mi pesar- me veo obligado a contestar tales afirmaciones.
De modo tal, que la respuesta ha de ser institucional, invocando para ello mi carácter de Presidente de la Acción Vecinal de Escobar.
En primer lugar, debo decir que la totalidad del texto en análisis constituye un perfecto sofisma, entendiendo por ello el conjunto de argumentos vertidos que tratan de mostrar como cierto algo que es esencialmente falso.
Veamos:
1)La renuncia de la Dra. Zaffirio no es más que una renuncia; y en modo alguno implica dañar la legitimidad de la institución denominada Defensoría del Pueblo. Dicha funcionaria ha manifestado los fundamentos de su dimisión por ante el Honorable Concejo Deliberante y la cuestión ha quedado debidamente zanjada.
Salvo que toda renuncia presentada en el seno de las instituciones constituya para el Sr. Derra un diagnóstico de ilegitimidad que da por tierra con el sistema democrático. Me pregunto qué habrá pensado el Sr. Derra cuando renunció su líder de otrora, el vicepresidente de la Alianza, proveniente del Frepaso, “Chacho” Álvarez.
2) La creación de la Defensoría del Pueblo de Escobar es el resultado de un accionar político, incoado por el partido político que presido, que tuvo por objetivo dotar a Escobar de una herramienta moderna de control democrático. Salvo que el Sr. Derra considere que su ausencia de participación personal en la construcción del proyecto le resta al mismo calidad jurídica y eficiencia normativa.
3) La elección de la Dra. Fernández (hija del suscripto) no es el resultado de un pacto político corporativo sino la elección que el Honorable Concejo Deliberante hiciera, en función de los candidatos que oportunamente se presentaron a ocupar el cargo. Salvo que para el Sr. Derra las decisiones que toma el Concejo contrarias a su aprobación constituyan “per se” un acuerdo de corporaciones.
4) Decir que la actual titular de la Defensoría del Pueblo responde a intereses espurios, a corporaciones impúdicas y a malhadados contubernios no es otra cosa que una ofensa gratuita e injuriante, que será motivo de análisis y eventuales denuncias. Aunque, sinceramente, no sé si vale la pena perder tiempo y energías en el Sr. Derra.
5) Al momento de sancionarse la ordenanza que crea la Defensoría del Pueblo de Escobar, le guste o no al Sr. Derra, la primera minoría legislativa la ocupaba la Acción Vecinal de Escobar. Si bien es cierto que el radicalismo y el justicialismo son partidos políticos con raigambre histórica, con representatividad actual, pasada y “probablemente futura” (sic), también es cierto que en ese momento histórico la primera minoría correspondía al AVE, que por otra parte–como ya dije- fue quien impulsó el proyecto.
De manera tal que siguiendo el razonamiento socio-histórico del iluminado Sr. Derra se debía haber aplicado el principio del promedio pretérito de representación, lo que hubiera constituido, a mi modesto entender, una creación de esencia pretoriana de dificultosa aplicación al sub- exámine.
6) En relación a los dichos referidos con respecto al senador Roberto Costa, debo decir que resulta incongruente el Sr. Derra. Ello así porque cuando obtuvo pocos votos la culpa es del propio senador Costa y cuando obtiene un buen resultado la responsabilidad es de otros políticos. No obstante ello, debo aclarar como radical que soy que el Sr. Derra omite manifestar el flaco favor que le hizo el Frepaso (partido donde militaba) a la Unión Cívica Radical en la denominada Alianza, de la cual los argentinos prefieren olvidarse.
7) La creación de un partido vecinalista no es otra cosa que eso, en modo alguno puede ser considerado un engendro. Las respuestas apropiadas las han dado los movimientos vecinalistas provinciales, que suman más de cincuenta. Pregunte el Sr. Derra qué opinan los vecinos de Tigre y San Isidro en relación a este tópico.
8) Análisis pormenorizado merece la calificación de “ave tránsfuga” que realiza el mentado Derra. Honestamente, desconozco el sentido que le ha querido imprimir al término, pero si nos ajustamos estrictamente a la acepción académica, tránsfuga es aquel que pasa de un partido o ideología a otro u otra. Debe aclarar que, a mi modesto entender, el Sr. Derra ignora los principios rectores del vecinalismo. Todos saben que en el seno de las acciones vecinales conviven civilizada y democráticamente personas de distintas ideologías y procedencias políticas aunadas con un objetivo común, que es el destino de mejoras de la calidad de vida de los vecinos.
A modo de conclusión, debo decirle al Sr. Derra que recapacite, que no descalifique, que sea paciente, que estudie, que evite los sofismas, que sincere sus verdaderas intenciones y que se presente en tiempos electorales. Seguramente el pueblo con su voto -único soberano- va a seguir dando mensajes.
Dr. Orlando Fernández
Presidente Acción Vecinal de Escobar (AVE)

SR. DIRECTOR:

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En una nota publicada en El Día de Escobar, el Sr. Jorge Derra expresa su opinión respecto de la renuncia de la Licenciada Silvia Zaffirio, aseverando que dicha dimisión daña la legitimidad de la Defensoría del Pueblo.

En el desarrollo de su libelo injuria y agravia el honor de personas entre las que me encuentro, por lo que -muy a mi pesar- me veo obligado a contestar tales afirmaciones.

De modo tal, que la respuesta ha de ser institucional, invocando para ello mi carácter de Presidente de la Acción Vecinal de Escobar.

En primer lugar, debo decir que la totalidad del texto en análisis constituye un perfecto sofisma, entendiendo por ello el conjunto de argumentos vertidos que tratan de mostrar como cierto algo que es esencialmente falso.

Veamos:

1)La renuncia de la Dra. Zaffirio no es más que una renuncia; y en modo alguno implica dañar la legitimidad de la institución denominada Defensoría del Pueblo. Dicha funcionaria ha manifestado los fundamentos de su dimisión por ante el Honorable Concejo Deliberante y la cuestión ha quedado debidamente zanjada.

Salvo que toda renuncia presentada en el seno de las instituciones constituya para el Sr. Derra un diagnóstico de ilegitimidad que da por tierra con el sistema democrático. Me pregunto qué habrá pensado el Sr. Derra cuando renunció su líder de otrora, el vicepresidente de la Alianza, proveniente del Frepaso, “Chacho” Álvarez.

2) La creación de la Defensoría del Pueblo de Escobar es el resultado de un accionar político, incoado por el partido político que presido, que tuvo por objetivo dotar a Escobar de una herramienta moderna de control democrático. Salvo que el Sr. Derra considere que su ausencia de participación personal en la construcción del proyecto le resta al mismo calidad jurídica y eficiencia normativa.

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3) La elección de la Dra. Fernández (hija del suscripto) no es el resultado de un pacto político corporativo sino la elección que el Honorable Concejo Deliberante hiciera, en función de los candidatos que oportunamente se presentaron a ocupar el cargo. Salvo que para el Sr. Derra las decisiones que toma el Concejo contrarias a su aprobación constituyan “per se” un acuerdo de corporaciones.

4) Decir que la actual titular de la Defensoría del Pueblo responde a intereses espurios, a corporaciones impúdicas y a malhadados contubernios no es otra cosa que una ofensa gratuita e injuriante, que será motivo de análisis y eventuales denuncias. Aunque, sinceramente, no sé si vale la pena perder tiempo y energías en el Sr. Derra.

5) Al momento de sancionarse la ordenanza que crea la Defensoría del Pueblo de Escobar, le guste o no al Sr. Derra, la primera minoría legislativa la ocupaba la Acción Vecinal de Escobar. Si bien es cierto que el radicalismo y el justicialismo son partidos políticos con raigambre histórica, con representatividad actual, pasada y “probablemente futura” (sic), también es cierto que en ese momento histórico la primera minoría correspondía al AVE, que por otra parte–como ya dije- fue quien impulsó el proyecto.

De manera tal que siguiendo el razonamiento socio-histórico del iluminado Sr. Derra se debía haber aplicado el principio del promedio pretérito de representación, lo que hubiera constituido, a mi modesto entender, una creación de esencia pretoriana de dificultosa aplicación al sub- exámine.

6) En relación a los dichos referidos con respecto al senador Roberto Costa, debo decir que resulta incongruente el Sr. Derra. Ello así porque cuando obtuvo pocos votos la culpa es del propio senador Costa y cuando obtiene un buen resultado la responsabilidad es de otros políticos. No obstante ello, debo aclarar como radical que soy que el Sr. Derra omite manifestar el flaco favor que le hizo el Frepaso (partido donde militaba) a la Unión Cívica Radical en la denominada Alianza, de la cual los argentinos prefieren olvidarse.

7) La creación de un partido vecinalista no es otra cosa que eso, en modo alguno puede ser considerado un engendro. Las respuestas apropiadas las han dado los movimientos vecinalistas provinciales, que suman más de cincuenta. Pregunte el Sr. Derra qué opinan los vecinos de Tigre y San Isidro en relación a este tópico.

8) Análisis pormenorizado merece la calificación de “ave tránsfuga” que realiza el mentado Derra. Honestamente, desconozco el sentido que le ha querido imprimir al término, pero si nos ajustamos estrictamente a la acepción académica, tránsfuga es aquel que pasa de un partido o ideología a otro u otra. Debe aclarar que, a mi modesto entender, el Sr. Derra ignora los principios rectores del vecinalismo. Todos saben que en el seno de las acciones vecinales conviven civilizada y democráticamente personas de distintas ideologías y procedencias políticas aunadas con un objetivo común, que es el destino de mejoras de la calidad de vida de los vecinos.

A modo de conclusión, debo decirle al Sr. Derra que recapacite, que no descalifique, que sea paciente, que estudie, que evite los sofismas, que sincere sus verdaderas intenciones y que se presente en tiempos electorales. Seguramente el pueblo con su voto -único soberano- va a seguir dando mensajes.

Dr. Orlando Fernández

Presidente Acción Vecinal de Escobar (AVE)

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