“Decepcionada con los bomberos de Garín”

SR. DIRECTOR: El jueves 6 a las 9.40 un auto atropelló a un perro en el boulevard Presidente Perón y Portillo. El mismo quedó herido. Yo, que me encontraba trabajando, llamé a los bomberos, quienes me dijeron que llamarían a Zoonosis. Pasados 20 minutos nadie vino y volví a llamar. El cuartelero a cargo, un […]

SR. DIRECTOR:
El jueves 6 a las 9.40 un auto atropelló a un perro en el boulevard Presidente Perón y Portillo. El mismo quedó herido. Yo, que me encontraba trabajando, llamé a los bomberos, quienes me dijeron que llamarían a Zoonosis. Pasados 20 minutos nadie vino y volví a llamar. El cuartelero a cargo, un tal Acosta, me dijo que estaba llamando a Zoonosis. Le pedí el número y llamé yo. Hablé a Zoonosis y me dijeron que no había llamado nadie.  Allí dije lo que pasó y me respondieron que ellos solo castraban.
Indignada, sin una solución y sin saber a quién recurrir, volví a llamar a los bomberos para que vinieran ellos y llevaran al perro a algún veterinario, pero me volvieron a responder “no”, de muy mala manera.
Bien que para venderte su rifa se jactan de sus rescates… Eran unos minutos nada más para salvar la vida del perro. Me sentí impotente al no poder hacer nada por él, pero me sentí más defraudada por los bomberos, que ellos sí podrían haber hecho algo.
Marcela Morán (Garín)

SR. DIRECTOR:

El jueves 6 a las 9.40 un auto atropelló a un perro en el boulevard Presidente Perón y Portillo. El mismo quedó herido. Yo, que me encontraba trabajando, llamé a los bomberos, quienes me dijeron que llamarían a Zoonosis. Pasados 20 minutos nadie vino y volví a llamar. El cuartelero a cargo, un tal Acosta, me dijo que estaba llamando a Zoonosis. Le pedí el número y llamé yo. Hablé a Zoonosis y me dijeron que no había llamado nadie.  Allí dije lo que pasó y me respondieron que ellos solo castraban.

Indignada, sin una solución y sin saber a quién recurrir, volví a llamar a los bomberos para que vinieran ellos y llevaran al perro a algún veterinario, pero me volvieron a responder “no”, de muy mala manera.

Bien que para venderte su rifa se jactan de sus rescates… Eran unos minutos nada más para salvar la vida del perro. Me sentí impotente al no poder hacer nada por él, pero me sentí más defraudada por los bomberos, que ellos sí podrían haber hecho algo.

Marcela Morán (Garín)

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