Liberan en su hábitat a un carpincho que apareció perdido en Loma Verde

Una persona lo encontró cerca de la Panamericana, se lo llevó y avisó a Temaikèn. Los profesionales del bioparque lo buscaron, le hicieron controles y chequeos. Tras recibir el alta, el roedor fue liberado en una reserva de Escobar.

Reinserción. El roedor fue liberado en óptimas condiciones en la reserva privada El Talar de Belén.

Una persona lo encontró cerca de la Panamericana, se lo llevó y avisó a Temaikèn. Los profesionales del bioparque lo buscaron, le hicieron controles y chequeos. Tras recibir el alta, fue liberado en una reserva de Escobar.

Fruto del trabajo mancomunado de varios expertos del bioparque Temaikèn y el aporte de otros sectores privados, un carpincho perdido y alejado de su hábitat pudo regresar a casa, sano y salvo.

El animal en cuestión fue encontrado cerca de la autopista Panamericana, a la altura del río Luján, en la localidad de Loma Verde. Quien dio el aviso tomó la decisión de llevárselo a su vivienda en Ezeiza, para resguardarlo. Al día siguiente, un equipo de rescate y rehabilitación fue a buscarlo para hacerle los controles correspondientes.

«Al animal se lo veía muy bien en términos generales. Se le hicieron chequeos médicos, se tomó una muestra de sangre y una placa, porque los carpinchos pueden tener enfermedades pulmonares. También se le revisaron los ojos y la boca. Además, pasó un período de observación en cuarentena por si manifestaba alguna enfermedad”, explicó el director de Fauna Silvestre de Temaikèn, Cristian Gillete, al diario La Nación.

También se evaluó el comportamiento del animal vertebrado, fundamental para detectar si había sido víctima del mascotismo o estado demasiado expuesto al contacto con seres humanos.

Esta especie es el roedor más grande del mundo. Su cuerpo redondeado puede llegar a medir hasta 1,30 metros y pesar 60 kilos. Con un pelaje marrón rojizo, tiene una cabeza pequeña con orejas chicas, ojos laterales y un hocico muy desarrollado.

De vuelta en casa. El roedor fue destinado a una reserva natural privada.

Los casos en que la fauna autóctona se ve afectada por la mano del hombre o problemas ambientales son cada vez más frecuentes. El Delta del Paraná, un ambiente con altísima biodiversidad, sufre problemáticas como el tráfico ilegal, la cacería, la presencia de especies exóticas y el crecimiento urbano no planificado.

«Si bien a nivel nacional e internacional no es una especie amenazada, la población de carpinchos que habita la zona está hostigada y reducida. Haberlo encontrado es un excelente indicador de la salud del ecosistema», afirmó el encargado de Áreas Protegidas de Temaikèn, Lucas Gómez Ríos.

Pasado el período de observación en un recinto adaptado a sus necesidades, y aislado del contacto con los humanos, el carpincho tuvo el alta sanitaria, médica y comportamental. Su liberación y reinserción fue en la reserva privada El Talar de Belén.

En los últimos años, la fundación Temaikèn recibió alrededor de 11.000 animales y logró la reinserción de más de 4.200.

“Esta es una oportunidad única para que los vecinos tomen conciencia sobre la importancia del cuidado de la fauna autóctona y tomen participación activa en su protección», sostuvo el supervisor del Hospital Veterinario de Temaikèn, Martín Falzone, donde pasan carpinchos y tantas otras especies. Por suerte, en esta ocasión, la historia terminó con un final feliz.

Fotos: La Nación

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