El servicio de Neonatología del hospital Erill estará cerrado durante diez días

Es por falta de profesionales. La Maternidad seguirá funcionando, pero los embarazos de riesgo se derivarán a General Pacheco y San Fernando. No es la primera vez que el servicio se ve interrumpido por no contar con recursos suficientes.

Sin salida. La escasez de profesionales en el hospital Erill vuelve a derivar en el cierre de Neonatología.

Es por falta de profesionales. La Maternidad seguirá funcionando, pero los embarazos de riesgo se derivarán a Pacheco y San Fernando. No es la primera vez que el servicio se ve interrumpido por no contar con recursos suficientes.

La noticia, lamentablemente, ya no es nueva: otra vez, el servicio de Neonatología del hospital provincial Enrique Erill estará cerrado, al menos por diez días. La causa tampoco es nueva: falta de recursos humanos suficientes para mantener el área en funcionamiento.

Ante la inminente contingencia, durante la semana no se atendieron embarazos de riesgo y se fueron derivando los bebés recién nacidos que estaban internados en las incubadoras de la sala, que estará definitivamente cerrada a partir de este sábado. Se estima que será por diez días, hasta que se reincorpore el personal que se encuentra de licencia y el servicio pueda mantenerse operativo las 24 horas.

«Hay algunas personas con licencia por enfermedad y otras que pidieron hacer uso de sus vacaciones, que es un derecho que no se les puede privar, a pesar de que implique discontinuar la atención en esa área», explicó un directivo del hospital ante la consulta de El Día de Escobar. Se sabe que Neonatología cuenta con menos profesionales de los que necesita y eso hace que una sumatoria de ausentismos -en este caso, mayormente programados-, ponga en jaque al servicio.

La Maternidad continuará funcionando, aunque con restricciones: los embarazos de riesgo serán derivados a los hospitales del corredor sanitario más próximos al partido de Escobar: General Pacheco y San Fernando, que sí disponen de personal y camas para internar a recién nacidos con dificultades.

No es la primera vez que se da esta situación en el Erill y seguramente no será la última. Los antecedentes más cercanos se remontan a enero de este año y a agosto de 2017, cuando la sala de Neonatología también cerró sus puertas transitoriamente. El común denominador es la falta de especialistas para atender la demanda existente y, eventualmente, cubrir las licencias que se van produciendo.

Un problema crónico que es todavía más grave si se tiene en cuenta que desde la propia dirección del Erill asumen que el Ministerio de Salud de la provincia está al tanto de esta situación pero no logra resolverla por una sencilla razón: no hay médicos neonatólogos interesados en trabajar en el sector público y por eso las vacantes no terminan nunca de cubrirse.

En el hospital de Escobar, como seguramente en otros sanatorios públicos, muchas veces el factor humano, con su entrega y compromiso vocacional, tapa enormes cráteres y falencias estructurales, que al quedar al descubierto, como ahora, dan pavura. Y lo peor es que no se pueda avizorar por ningún lado una solución de fondo, al menos en el corto plazo.

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