Julio Sergiani volvió a ocupar su banca

sergiani-portada1 A fines de marzo tuvo un preinfarto y debió someterse a varias operaciones. Tiene 70 años y es el suplente del intendente Sandro Guzmán.

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Sergiani pidió la palabra para agradecer las muestras de solidaridad.

Julio César Sergiani no es un concejal más entre los veinte que componen el Concejo Deliberante de Escobar. Se trata de un nombre muy conocido en la ciudad, un artista plástico refinado y un activo hombre de las instituciones de la comunidad. Pero, sin embargo, lo que hace que sobresalga del montón es que “Rulo” -como se lo apoda- es el primero en la línea de sucesión del intendente Sandro Guzmán; o sea, un virtual intendente suplente.

Recién en la sesión de este miércoles 12 Sergiani pudo reincorporarse formalmente al Concejo Deliberante, luego de un comienzo de año muy complicado. Tuvo un preinfarto a fines de marzo y debió ser internado en el sanatorio San Miguel, donde le realizaron tres by pass y un stent en la arteria carótida.

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“A los tres días, como la soldadura de los huesos del esternón no sellaba, me tuvieron que abrir de nuevo y hacerme una cirugía plástica con una malla para hacer la contención de todo el sistema óseo hacia el esternón”, explica.

Pero las complicaciones no terminaron ahí, porque después de llevar un mes y medio internado fue afectado por un virus intrahospitalario que lo obligó a permanecer treinta días más en el sanatario.

En todo ese ínterin, además, perdió dieciséis kilos y quedó anémico por la falta de glóbulos rojos. “Fue un susto importante, pero no lo viví asustado sino con la ansiedad de recuperarme, tenía muchas ganas de volver a mis actividades. Me dijeron que lleve una vida tranquila. Ahora tengo que caminar, hacer bicicleta física y otros ejercicios para fortalecer la musculatura”, contó el concejal, de 70 años, en diálogo con El Día de Escobar.

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“Yo me tomaba todo muy a pecho, absorbía todo, porque soy muy sanguíneo. Ahora tengo que ponerme una coraza, saberme contener y razonar las cosas de otra manera”, reflexionó Sergiani tras su difícil experiencia, a la que también le encontró el lado bueno: “Comprobé que hay mucha gente que me aprecia. Cuando llegan estos momentos uno valora aunque sea la palabra de aliento del tipo que tenés al lado. Me di cuenta de que mucha gente estaba preocupada por mí y me quiere bien. Y para un ser humano no puede haber nada mejor que sentirse bien querido”, concluyó el edil del PJ.

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