Juegos Olímpicos de Tokio: La ilusión de dos escobarenses quedó postergada para 2021

Debido a la pandemia de coronavirus, la cita olímpica mundial fue reprogramada para el año que viene. El arquero Darío Lencina y la atleta Daiana Ocampo tienen firmes chances de participar.

Expectantes. Darío Lencina, histórico arquero de Los Murciélagos, y la atleta Daiana Ocampo.

Debido a la pandemia de coronavirus, la cita olímpica mundial fue reprogramada para el año que viene. El arquero Darío Lencina y la atleta Daiana Ocampo tienen firmes chances de participar.

El Comité Olímpico Internacional (COI) cedió a las presiones de las distintas federaciones y gobiernos y confirmó en un comunicado que los Juegos Olímpicos de Tokio se posponen «hasta el verano de 2021, como muy tarde» a causa de la pandemia causada por el coronavirus (COVID-19). La fecha prevista para las competencias era del 24 de julio al 9 de agosto de este año.

Se confirmó el cambio de planes a raíz de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, solicitara retrasar un año la mayor cita deportiva mundial en conversación telefónica con el presidente del COI, Thomas Bach, hasta ahora reticente a cambiar las fechas originales. De esta manera, los Juegos de Tokio deberán esperar más de un año para su realización.

En esta medida se ven afectadas las expectativas e ilusiones de dos deportistas del partido de Escobar. Por un lado, la atleta Daiana Ocampo, de Loma Verde, tiene muchas chances participar de la prueba de 42 kilómetros. Está preclasificada y debe seguir sumando puntos en el ranking mundial para asegurarse su lugar. Este domingo 29 iba a estar en el Mundial de media maratón en Polonia, que fue suspendido por la pandemia.

El arquero de Los Murciélagos, Darío Lencina, era otro deportista local que tenía su lugar en Tokio, en los Juegos Paralímpicos, junto a la selección nacional de fútbol para ciegos. La actividad para los atletas con capacidades diferentes iba a llevarse a cabo después de los juegos convencionales y también quedó postergada para 2021.

Por Javier Rubinstein

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