El cuartel de bomberos de Escobar vuelve a abrirle las puertas a las mujeres

Después de quince años, la institución nuevamente incorpora a sus filas al género femenino y ya tiene a ocho aspirantes en la Escuela de Cadetes.

Escuela de Cadetes mujeres adentro2

Aspirantes. Ocho chicas de entre 12 y 16 años se incorporaron a la Escuela de Bomberos de Escobar.

Después de quince años, la institución nuevamente incorpora a sus filas al género femenino y ya tiene a ocho aspirantes en la Escuela de Cadetes. “Prestan más atención que un hombre”, cuenta su instructor, Guido Belizán.

El 18 de abril de 2001 el Congreso de la Nación instituía al 2 de junio como “Día Nacional del Bombero Voluntario de la República Argentina” en honor al primer cuartel del país, fundado en el barrio porteño de La Boca en esa fecha de 1884. También en 2001 se retiraba del cuerpo activo de Escobar su última integrante mujer. Hoy, quince años después, la Escuela de Cadetes “Edelmiro Oscar Schanz” decidió impartir igualdad y volver a abrirle las puertas al género femenino.

Durante más de una década, las mujeres que soñaban con convertirse en bomberas no tenían lugar en el cuartel de Belén de Escobar -Colón 726-, donde las rechazaban alegando básicamente cuestiones de infraestructura, como la falta de baños para damas. Pero este año, luego de largas reuniones y las reformas necesarias, la respetada institución modificó la vieja política “para que haya igualdad para todos”.

“La Policía y el resto de las fuerzas de seguridad tienen mujeres. Los cuarteles vecinos como Ingeniero Maschwitz y Maquinista Savio tienen bomberas y cadetas. Ahora nosotros también”, comenta Guido Belizán, quien es ayudante principal y director de la Escuela de Bomberos de Escobar, primera de su tipo en Argentina -se fundó en 1964- y que en marzo pasado comenzó a inscribir jóvenes de ambos sexos. La recepción fue tan buena que debieron confeccionar una lista de espera porque “ya no hay más vacantes”, señala a El Día de Escobar.

Actualmente, ocho son las chicas de entre 12 y 16 años que todos los martes y sábados -según en cuál de los tres niveles estén- asisten al entrenamiento teórico y práctico para poder graduarse de bombera a los 18 y algún día, quizás, salvar la vida de una persona, como probablemente habrán soñado más de una vez.

La preparación que realizan no difiere para nada de la de sus cuarenta compañeros varones. “Como instructor uno tiene que tener en cuenta que quizás hay trabajos que a las mujeres les van a costar un poco más. Pero para nosotros son todos iguales y van a aprender de la misma forma y con las mismas tareas, porque cuando vayan a cumplir un servicio tienen que saber lo mismo. La idea es que todos hagan todo”, explica Belizán.

Las pequeñas aspirantes se muestran “ansiosas y muy bien predispuestas”. “Están queriendo aprender constantemente y hasta puede ser que presten más atención en lo que uno enseña que un hombre, que capaz es más distraído. Están siempre en el detalle”, resalta el bombero recibido en el establecimiento educativo que hoy mismo dirige. Y se sincera: “Para nosotros es un mundo nuevo también”.

“La Escuela también enseña a ser más responsable y acá hacemos un poco de psicólogos. La sociedad hoy en día está medio difícil y encontrar que chicos de 12 años quieran dedicarle tiempo al cuartel de bomberos y quizás no hacer las cosas que normalmente hacen los de su edad, es realmente admirable”, concluye Belizán, orgulloso de los jóvenes que está formando y que el día de mañana sueñan con transformarse en los nuevos héroes anónimos de Escobar.

Foto: Gabriel Urrels (Acción Escobar)

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