El papa Francisco nombró a Pedro Laxague como nuevo obispo de Zárate-Campana

La flamante autoridad se desempeñaba como prelado titular de Castra Saveriana y auxiliar de la Arquidiócesis de Bahía Blanca. Tiene 63 años y reemplazará en el cargo a Oscar Sarlinga, acusado de malversación de fondos y conductas inadecuadas.

El elegido. El Papa Francisco nombró a monseñor Pedro para tomar las riendas de Zárate-Campana.

Unidos. El Papa Francisco junto a monseñor Pedro Laxague, el nuevo obispo de la Diócesis Zárate-Campana.

La flamante autoridad se desempeñaba como prelado titular de Castra Saveriana y auxiliar de la Arquidiócesis de Bahía Blanca. Reemplazará a Oscar Sarlinga, acusado de malversación de fondos y conductas inadecuadas.

Tan sólo un día después de la renuncia de Oscar Sarlinga, el Papa Francisco ya nombró como nuevo obispo de la Diócesis de Zárate-Campana a monseñor Pedro María Laxague, según informó este martes a la mañana el nuncio apostólico en Buenos Aires, Emil Paul Tscherrig.

El flamante prelado es oriundo de Coronel Pringles, tiene 63 años y hasta el momento de su designación se desempeñaba por orden del Papa Benedicto XVI como obispo titular de Castra Saveriana y también como auxiliar de la Arquidiócesis de Bahía Blanca. Dueño de una reconocida trayectoria, es hijo de un matrimonio de nacionalidad francesa y el sexto de diecinueve hermanos.

Según los datos biográficos que dio a conocer la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), Laxague cursó sus estudios primarios y parte de los secundarios en el Colegio Salesiano San Pedro de Fortín Mercedes, completó el bachillerato en el Colegio Don Bosco de Bahía Blanca y obtuvo el título de ingeniero civil en la Universidad Nacional del Sur, también en esa localidad del sur bonaerense.

Asimismo, después de una estadía de seis meses en la abadía benedictina Notre-Dame de Fontgombault (Francia), inició sus estudios eclesiásticos en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (“Angélicum”) de Roma, donde obtuvo el título de bachiller en Filosofía y en Teología y en 1991 el de licenciado en Derecho Canónico.

Fue ordenado sacerdote el 15 de julio de 1989 en la parroquia Santa Rosa de Lima de Coronel Pringles por el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Jorge Mayer. Después de su ordenación ocupó diferentes cargos, tanto en la curia arquidiocesana como en la pastoral de la arquidiócesis de Bahía Blanca.

Entre otras cosas, en el año 2000 el Papa Juan Pablo II lo distinguió con el título pontificio de Prelado de Honor de Su Santidad, y el 2 de septiembre de 2004 fue nombrado Vicario General de la Arquidiócesis de Bahía Blanca. En tanto que el 21 de diciembre de 2006 fue ordenado obispo en un acto multitudinario celebrado en el estadio de básquet del Club Villa Mitre de esa ciudad.

Actualmente, es presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Laico y Pastoral Familiar (CELAF) y fue designado “Padre Sinodal” para el Sínodo de la Familia que se realizó en el Vaticano durante el pasado mes de octubre.

Previamente al nombramiento de Pedro María Laxague, el Papa Francisco I aceptó la dimisión del monseñor Oscar Domingo Sarlinga (52) como obispo de Zárate-Campana, de acuerdo con el canon 401, 2 del Código de Derecho Canónico.

Crónica de una renuncia anunciada

Tras nueve años al frente del Obispado, Sarlinga decidió dar un paso al costado luego de que la Santa Sede iniciara a principios de 2014 una serie de investigaciones en su contra por presunta malversación de fondos, lavado de dinero, abuso de poder y comportamiento inadecuado en la congregación eclesiástica.

Además, pese a destacar siempre su «cercanía y diálogo» con el actual Papa, trascendió que el ex obispo también se había visto involucrado en una maniobra para desplazar al entonces cardenal Jorge Bergoglio del Arzobispado de Buenos Aires.

«Hace ya varios meses, junto con la puesta en disponibilidad de mi misión como obispo de Zárate-Campana, he pedido al Papa Francisco un tiempo especial para hacer un tiempo de oración», anunció este domingo Sarlinga en una misa realizada en la Basílica de Luján, en lo que fue su despedida como máxima autoridad diocesana.

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