Choferes de la línea 60 iniciaron un nuevo paro por tiempo indeterminado

Reclaman la reincorporación de cuatro trabajadores y denuncian a una patota sindical. Gendarmería los desalojó de la Panamericana en Maschwitz.

Unos 150 gendarmes, con carros hidrantes y motos, participaron del operativo para desalojar la autopista.

Los choferes de la línea 60 iniciaron un paro por tiempo indeterminado en todos los ramales de la empresa para reclamar la reincorporación de cuatro compañeros despedidos y denunciar “amenazas” de una patota que, según dijeron, responde a la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Para dar más fuerza a su protesta también cortaron la autopista Panamericana, en el puente de Ingeniero Maschwitz, pero enseguida fueron desalojados por Gendarmería en un impresionante operativo

El corte en la Panamericana había comenzado a las 7.30, en la mano que va a Capital, a la altura del kilómetro 42,5. Una hora y media después, un impresionante operativo de Gendarmería los obligó a despejar la autopista, a instancias de una resolución del juzgado federal de Zárate-Campana y de la Secretaría de Seguridad de la Nación, a cargo de Sergio Berni, quien llegó al lugar en helicóptero. No obstante, los trabajadores no descartaron nuevos cortes sorpresivos si la situación no se resuelve.

Los choferes llevaban adelante esta mañana asambleas en dos de las cabeceras de la línea a cargo de la empresa MONSA, en el barrio porteño de Constitución y en Ingeniero Maschwitz. La medida de fuerza afecta a más de 250 mil pasajeros.

Uno de los delegados de los choferes, Néstor Marcolín, aseguró que varios de los representantes de los trabajadores sufrieron ataques en los últimos meses por pedir la reincorporación de sus compañeros y que tres de ellos “corrieron serio peligro de muerte” al ser amenazados este miércoles por integrantes de “una patota” de la UTA.

El conflicto se inició por una agresión que sufrieron tres dirigentes sindicales de la línea que intentaban solidarizarse con un reclamo que llevaba adelante un trabajador despedido en otra línea, que también pertenece a los dueños de la 60. “Una patota de la UTA que llegó en tres micros, en connivencia con la empresa Monsa, los agredió físicamente”, explicó Marcolín.

Por eso, pasadas las 18, dejaron de salir las unidades. Y sobre la medianoche, en asamblea, los gremialistas decidieron ir al paro, incluyendo entre los reclamos la reincorporación de cuatro trabajadores que fueron despedidos por la empresa MONSA y la correcta liquidación de haberes.

Esos mismos puntos habían sido reclamados en el paro de cinco días llevaron adelante hace seis meses y que se desactivó con una conciliación obligatoria, pese a que las diferencias de fondo no fueron solucionadas. “Queremos que nos convoquen a negociar, aunque de la empresa ya esperamos poco. Creemos que la única solución es que intervenga el Ministerio de Trabajo para impulsar una resolución”, explicó el delegado Esteban Simonetta.

En ese marco, un importante número de choferes de la 60 se movilizó por la avenida 9 de Julio hasta el Ministerio de Trabajo para tratar de resolver en esa instancia este nuevo conflicto, que por ahora es por tiempo indeterminado.

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