Caso Yanina Miranda: Detuvieron al novio y quedó imputado por femicidio

A partir de nuevos testimonios y pericias reveladoras, el Juzgado de Garantías Nº3 dispuso el arresto de Juan Carlos Monjes. Al parecer, la habría atacado porque ella quería dejarlo. La causa fue recaratulada a “homicidio doblemente calificado”.

De novios. Yanina y Juan Carlos estuvieron diez años en pareja y tenían en común una hija de 6.

A partir de nuevos testimonios y pericias, el Juzgado de Garantías Nº3 dispuso el arresto de Juan Carlos Monjes. Al parecer, la habría atacado porque ella quería dejarlo. La causa fue recaratulada a “homicidio doblemente calificado”.

La investigación de la muerte de Yanina Dalma Miranda (35) dio un abrupto y significativo vuelco: a partir de declaraciones testimoniales y pericias realizadas en el transcurso de la semana, el Juzgado de Garantías Nº3 de Escobar reconsideró su decisión inicial y ordenó la detención del novio de la mujer, Juan Carlos Monjes (29), quien quedó acusado de haberla rociado con alcohol y prenderla fuego, provocándole las terribles quemaduras que seis días después derivaron en su deceso. El motivo: ella quería dejarlo.

El juez Luciano Marino, que en un primer momento había rechazado el pedido de detención elevado por el fiscal Christian Fabio, revisó su postura a medida que al expediente judicial se fueron incorporando nuevos elementos probatorios que reforzaron de manera contundente los «débiles indicios» iniciales sobre un caso de femicidio. Que incluso eran contradictorios con el relato de la víctima, quien ante una vecina y la médica que la atendió en el hospital Erill se había autoincriminado.

Con las declaraciones y pericias acumuladas a lo largo de la semana, el juez Marino logró determinar tres aspectos relevantes: Miranda era una mujer alegre, tenía buen ánimo y estaba muy entusiasmada con la organización del cumpleaños de 15 de su hija mayor; había decidido pedirle a Monjes que se fuera de su casa para ponerle fin a «una relación signada por episodios de violencia» -textual de la causa- y en la escena del crimen -el dormitorio de la pareja- se detectaron rastros que permiten inferir que el hombre habría sido quien roció con alcohol y prendió fuego a la mujer.

Varios testimonios coincidieron en describir a Miranda como «una persona alegre» y «de muy buen ánimo», que estaba «muy entusiasmada» con la organización del cumpleaños de 15 de su hija mayor, Karen Daiana Galarza. Incluso, habría hablado con el padre de la adolescente para invitarlo y proponerle que sea él quien acompañe la entrada de la menor al evento.

Otro aporte de gran valor a la causa fue la declaración de un amigo de la víctima, quien reveló ante el magistrado un diálogo que tuvo con ella poco antes de la trágica discusión con Monjes. La conversación -según dijo- fue a través de un chat de WhatsApp, donde él le contó un problema personal y ella le dio cálidas palabras de aliento. Pero no sólo eso: también le confió que esa misma noche iba a hablar con Monjes para pedirle «que se fuera de su casa».

Los dichos de estos testigos comenzaron a darle solidez a la hipótesis del femicidio. Y a relativizar cada vez más la autoincriminación de la víctima, quien podría haberse inculpado para evitar una represalia aún mayor de Monjes. Es una conducta común de las víctimas de violencia de género. De hecho, una vez Miranda lo denunció por los golpes que le propinaba, pero poco después levantó los cargos, probablemente coercionada bajo amenazas.

Además de estos testimonios, la pericia policial en la vivienda del barrio Villa Bourdet recabó rastros que resultaron fundamentales para intentar dilucidar lo que pasó en ese dormitorio en los primeros minutos de la madrugada del lunes 26. «La inspección pormenorizada de ese ambiente permitió observar y acumular elementos que permiten concluir como muy improbable que las lesiones hayan sido autoinflingidas por la mujer», indicó a El Día de Escobar una fuente judicial.

Asimismo, un informe médico realizado a Monjes tras su liberación detectó lesiones en su mano derecha que podrían haber sido causadas al emplear el encendedor contra su pareja.

Con este cúmulo de indicios y probanzas en contra de Monjes, el juez Marino ordenó anoche la detención del ex novio de Miranda y padre de su hija menor -de 6 años-, que se hizo efectiva a las 23.15 en su domicilio de la calle Santa Fe al 2800 del barrio Lambertuchi, en Belén de Escobar.

El sujeto está detenido en la comisaría 1ra y se estima que en las próximas horas sería trasladado a una unidad carcelaria. La causa, en tanto, fue recaratulada como «homicidio doblemente calificado por la relación de pareja existente con la víctima y por haber sido perpetuado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género».

Este sorpresivo vuelco en el caso se da en un contexto donde diversas organizaciones sociales y políticas realizaron varias movilizaciones para reclamar la detención de Monjes. Incluso, llegaron a acusar al juez Marino de ser «cómplice de un femicida». También el intendente Ariel Sujarchuk y su esposa, la diputada nacional Laura Russo, se hicieron eco de la consternación que generó el hecho en la comunidad y reclamaron su esclarecimiento.

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