“Vamos a seguir peleando hasta ver presos a los policías que mataron a mi hijo”

A cuatro meses de la muerte del joven Samuel Villegas, su padre encabezó una nueva marcha e insistió en afirmar que se trató de un caso de gatillo fácil.

Dos jóvenes marchan con una imagen de Samuel Villegas.

A horas de cumplirse el cuarto mes de su fallecimiento, familiares y amigos del joven Juan Samuel Villegas (22) volvieron a realizar una marcha en reclamo de justicia. La manifestación tuvo lugar en la noche de este viernes 21 por las calles principales de Belén de Escobar y finalizó a una cuadra de la comisaría 1ra, contra un vallado celosamente custodiado por decenas de policías.

“Yo estoy en estas marchas y voy a pelear hasta el fin, porque fui uno de los testigos que vio toda la verdad, cómo los policías venían siguiendo el auto de mi hijo y tiroteándolo”, expresó el padre de Samuel, Juan Carlos Villegas, quien apuntó directamente hacia los agentes “Pablo Medina, Mamani y los dos García”, a quienes calificó de “corruptos y gatillo fácil”.

“Soy optimista, nuestra abogada está trabajando mucho y esperamos que muy pronto haya novedades. Nosotros vamos a seguir peleando hasta verlos presos”, declaró a El Día de Escobar.

La muerte de Samuel ocurrió en la madrugada del domingo 22 de mayo en el barrio El Matadero de Belén de Escobar, tras una persecución policial. Según la versión oficial, el joven llevaba una escopeta y disparó contra el patrullero que seguía al Gol Trent donde viajaba junto a su novia, un amigo que manejaba y otra chica del barrio.

En la esquina de Jujuy y San Isidro los dos varones bajaron del auto para escapar por un descampado, pero el joven apenas si pudo caminar antes de caer al suelo y fallecer. Su familia niega que estuviera armado y asegura que lo mataron porque venía de pelearse con un vendedor de droga que estaría conectado con la policía.

Al igual que las anteriores, esta tercera marcha por Samuel Villegas -la primera fue el 22 de junio- recorrió las calles céntricas de la ciudad -para irritación de los automovilistas, que hicieron sonar sus bocinas para protestar por la interrupción del tránsito- y terminó en la esquina de Tapia de Cruz y Bernardo de Irigoyen, frente a un infranqueable vallado custodiado por decenas de uniformados.

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