Seis canguros son la nueva atracción de Temaikèn en invierno

Son wallabies que fueron traídos desde un zoológico checo. Los visitantes podrán entrar a su hogar y observarlos a centímetros.

De cara a las vacaciones de invierno, Temaikèn acaba de inaugurar una nueva atracción para grandes y chicos: “El  lugar de los Wallabies”, unos pequeños canguros provenientes de Australia. En este nuevo espacio, los visitantes estar a centímetros de estos mamíferos, vinculándose con ellos dentro de su entorno natural.
“El  lugar de los Wallabies” alberga a seis ejemplares adultos (tres hembras y tres machos) llegados desde el zoológico de Zlin, en República Checa, quienes serán la novedad del Bioparque Temaikèn para los próximos meses.
El nuevo recinto está abierto al público a partir del sábado 2 y se puede visitar de martes a domingo en el horario de 10 a 18 (durante las vacaciones de invierno será solo de lunes a viernes).
Desde la reciente llegada de los wallabies a Temaikèn, se pudo observar que una cría asomaba su cabeza del marsupio de una de las hembras, y por diferentes controles que se han realizado, se estima que pronto vendrán otros dos ejemplares para completar esta gran familia.
Al llegar a su nuevo hogar, los wallabies tuvieron que cumplir con el período de cuarentena para después comenzar con la adaptación al ambiente, que se diseñó especialmente para albergar a estos nuevos integrantes.
Debido al aislamiento geográfico del continente Oceánico, la mayor parte de las especies que allí habitan son endémicas y están habituadas a los suelos secos y al clima semiárido o desértico predominante. Esto provoca que los animales puedan recorrer grandes distancias en busca de agua y/o alimento en bosques de pastizales cercanos a las costas.
El nuevo lugar de los wallabies respetó y recreó estas características de su ambiente de origen.
Los wallabies
El wallaby de cuello rojo (por su pelaje en la nuca y sobre los hombros) habita los bosques de eucaliptos, y áreas de matorrales a lo largo de la costa sudeste de Australia. Son animales herbívoros, y se alimentan principalmente de pasto, hojas, frutos, semillas y raíces de ciertas plantas que los abastecen de agua.
Pueden alcanzar entre los 13 y los 18 kilos, siendo los machos notablemente más grandes que las hembras. Su cola es larga, les permite balancear su cuerpo y mantener el equilibrio cuando se desplazan a los saltos.
Las orejas son móviles y se dirigen inmediatamente hacia cualquier sonido, y ante el peligro golpean su cola en el piso.
Si bien son solitarios, forman grandes grupos para alimentarse o descansar.
Durante una excitación nerviosa o por las altas temperaturas del ambiente, se refrescan lamiéndose sus manos y brazos.
Una de sus características más importantes, es que poseen una bolsa cutánea o marsupio donde las crías completan su desarrollo, y son transportadas durante los 8 a 9 meses hasta que alcanzan su madurez.
Presentan un tiempo de gestación de 33 días, al final del cual nacen crías inmaduras. Las mismas trepan desde el canal de parto hasta la bolsa, siguiendo un camino que la madre ha marcado anteriormente mojándolo con su lengua. Una vez que se introducen en el marsupio, se agarran a los pezones situados en el interior, donde obtienen la leche materna.
Después de unos meses, el pequeño wallaby comienza a asomarse fuera de la bolsa y a alimentarse por sus propios medios. Incluso cuando este individuo deja la bolsa y crece independientemente, continúa metiéndose en la misma si percibe algún peligro.
Su estado de conservación actual es “vulnerable” ya que las poblaciones se encuentran estables, aunque sus principales inconvenientes son la reducción de su hábitat, la cacería por su piel y carne, y la competencia por el alimento con cabras y  ovejas y la predación por animales exóticos como los zorros.
Los chicos podrán ingresar al entorno de los wallabies.

Los chicos podrán ingresar al entorno de los wallabies.

De cara a las vacaciones de invierno, Temaikèn acaba de inaugurar una nueva atracción para grandes y chicos: “El  lugar de los Wallabies”, unos pequeños canguros provenientes de Australia. En este nuevo espacio, los visitantes estar a centímetros de estos mamíferos, vinculándose con ellos dentro de su entorno natural.

“El  lugar de los Wallabies” alberga a seis ejemplares adultos (tres hembras y tres machos) llegados desde el zoológico de Zlin, en República Checa, quienes serán la novedad del Bioparque Temaikèn para los próximos meses.

El nuevo recinto está abierto al público a partir del sábado 2 y se puede visitar de martes a domingo en el horario de 10 a 18 (durante las vacaciones de invierno será solo de lunes a viernes).

Desde la reciente llegada de los wallabies a Temaikèn, se pudo observar que una cría asomaba su cabeza del marsupio de una de las hembras, y por diferentes controles que se han realizado, se estima que pronto vendrán otros dos ejemplares para completar esta gran familia.

Al llegar a su nuevo hogar, los wallabies tuvieron que cumplir con el período de cuarentena para después comenzar con la adaptación al ambiente, que se diseñó especialmente para albergar a estos nuevos integrantes.

Debido al aislamiento geográfico del continente Oceánico, la mayor parte de las especies que allí habitan son endémicas y están habituadas a los suelos secos y al clima semiárido o desértico predominante. Esto provoca que los animales puedan recorrer grandes distancias en busca de agua y/o alimento en bosques de pastizales cercanos a las costas.

El nuevo lugar de los wallabies respetó y recreó estas características de su ambiente de origen.

Los wallabies

El wallaby de cuello rojo (por su pelaje en la nuca y sobre los hombros) habita los bosques de eucaliptos, y áreas de matorrales a lo largo de la costa sudeste de Australia. Son animales herbívoros, y se alimentan principalmente de pasto, hojas, frutos, semillas y raíces de ciertas plantas que los abastecen de agua.

Pueden alcanzar entre los 13 y los 18 kilos, siendo los machos notablemente más grandes que las hembras. Su cola es larga, les permite balancear su cuerpo y mantener el equilibrio cuando se desplazan a los saltos.

Las orejas son móviles y se dirigen inmediatamente hacia cualquier sonido, y ante el peligro golpean su cola en el piso.

Si bien son solitarios, forman grandes grupos para alimentarse o descansar.

Durante una excitación nerviosa o por las altas temperaturas del ambiente, se refrescan lamiéndose sus manos y brazos.

Una de sus características más importantes, es que poseen una bolsa cutánea o marsupio donde las crías completan su desarrollo, y son transportadas durante los 8 a 9 meses hasta que alcanzan su madurez.

Presentan un tiempo de gestación de 33 días, al final del cual nacen crías inmaduras. Las mismas trepan desde el canal de parto hasta la bolsa, siguiendo un camino que la madre ha marcado anteriormente mojándolo con su lengua. Una vez que se introducen en el marsupio, se agarran a los pezones situados en el interior, donde obtienen la leche materna.

Después de unos meses, el pequeño wallaby comienza a asomarse fuera de la bolsa y a alimentarse por sus propios medios. Incluso cuando este individuo deja la bolsa y crece independientemente, continúa metiéndose en la misma si percibe algún peligro.

Su estado de conservación actual es “vulnerable” ya que las poblaciones se encuentran estables, aunque sus principales inconvenientes son la reducción de su hábitat, la cacería por su piel y carne, y la competencia por el alimento con cabras y  ovejas y la predación por animales exóticos como los zorros.

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