Los auténticos panqueques de “Carlitos” llegaron a Escobar

Manejado por uno de los hijos del fundador de la tradicional cadena, “Lo de Carlitos” abrió este fin de semana las puertas de su elegante local sobre la calle Estrada al 700.

«Tony» Ciuffardi junto a la estatua de su padre, en el flamante local de la calle Estrada, el número 30 de la cadena.

Desde este fin de semana, los escobarenses cuentan con una nueva opción para disfrutar y pasar un buen momento a la hora de comer. La célebre panquequería “Lo de Carlitos” inauguró a toda orquesta el sábado su local número 30 en Estrada 752, entre Colón y Mitre, en pleno corazón de la ciudad.

Con el sabor original que lo catapultó a la fama y las preparaciones a la vista realizadas por el hijo de Carlitos Ciuffardi, fundador de su propia marca, los tradicionales panqueques en todas sus variedades, hamburguesas, lomitos y licuados llegaron a Belén de Escobar.

El flamante local tiene capacidad para 140 personas, con mesas distribuidas en la vereda, en su amplio salón y en su patio interno, donde además cuenta con una plaza de juegos para chicos. También tiene un estacionamiento a nivel y otro subterráneo y sanitarios adaptados para personas con discapacidad motriz.

“Escobar nos eligió a nosotros. Es una ciudad que yo elegí para vivir y veo que tiene muchas cosas para hacer. Yo vine para hacer eso y aportar algo distinto”, expresó a EL DIA de Escobar Carlos “Tony” Ciuffardi, dueño, cocinero e hijo mayor del pionero en el mundo de los panqueques.

En su carta, “Lo de Carlitos, el sabor original” ofrece más de 300 variedades de panqueques, un gusto para cada ocasión entre salados, dulces y naturistas, además de sus lomitos, hamburguesas y licuados.

Pese a tener una imitación apenas a dos cuadras de este nuevo local, “Tony” Ciuffardi confía en que “la mística, con un producto elaborado con cariño y que exalta la argentinidad” se imponga entre las preferencias del público escobarense.

Medio siglo de pasión gastronómica

“Lo de Carlitos, el sabor original” nació hace 48 años en Villa Gesell, luego de mutar el nombre de “El amanecer de Carlitos” y convertirse rápidamente en uno de los locales preferidos de las familias y los jóvenes, constituyendo un fenómeno generacional en el que los sabores auténticos están asociados a experiencias inolvidables como la primera cita, la declaración entre novios o las vacaciones entre amigos.

El espíritu de Carlos Ciuffardi, su amor por los ingredientes frescos y de calidad, y una preparación cuidada y a la vista, fueron expandiéndose ya en vida de su creador con la participación activa de sus hijos, Tony y Tano. El logo con la caricatura de Carlitos es el sello de calidad y garantía de una experiencia que de generación en generación se renueva y se consolida.

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