Javier Rehl: “Nunca tuvimos la idea de municipalizar el Sanatorio Plaza”

El secretario de Gobierno descartó la posibilidad de que la institución sea absorbida por la Comuna, como pasó con la ex clínica San Carlos. “PAMI le sacó las cápitas por problemas de la gerenciadora y la desastrosa atención que tenía”, sostuvo.

Categórico. Rehl descartó de plano cualquier posibilidad de intervención municipal en el Sanatorio Plaza.

El secretario de Gobierno descartó que la institución pueda ser absorbida por la Comuna, como pasó con la ex clínica San Carlos. “PAMI le sacó las cápitas por problemas de la gerenciadora y la desastrosa atención que tenía”, sostuvo.

Días antes de que se consumara el cierre del Sanatorio Plaza, evaluando posibles salidas para no quedarse en la calle, a algunos empleados se les ocurrió que el intendente Ariel Sujarchuk podría estar interesado en hacerse cargo de la institución. Así que pidieron una audiencia en el Palacio Municipal y presentaron la propuesta, pero la devolución que tuvieron no fue la que esperaban.

El funcionario que recibió a los trabajadores fue el secretario de Gobierno, Javier Rehl, quien le confirmó a El Día de Escobar que el Municipio no intervendrá en este caso, como sí lo hizo en abril con el ex sanatorio San Carlos, de Maquinista Savio (ver nota acá). «Las condiciones son totalmente distintas», señaló, categórico.

«El Sanatorio Plaza viene con muchos problemas desde hace tres años, desde el punto de vista económico-financiero», expuso Rehl, deslizando también dudas sobre la transparencia de ciertos manejos de la empresa Ferwal, que en 2017 se hizo cargo del establecimiento. Otro punto que haría más compleja una hipotética intervención estatal es que el edificio pertenece a un particular que no forma parte de Ferwal.

Además, el funcionario fue terminante al asegurar que «nunca estuvo la idea de municipalizarlo», echando por tierra algunas especulaciones que habían circulado cuando se conoció el cierre del sanatorio, especialmente en las redes sociales.

También aclaró que el Municipio no les ofreció contratos temporales por tres meses a los trabajadores del Plaza, como ellos mismos habían contado. «Lo que les propusimos fue hacer un registro de personal de enfermería, que es el área más crítica que tenemos por la pandemia, y hasta ahora nos acercaron cinco o seis nombres», explicó.

Sobre el cierre del Plaza, a partir de la decisión de PAMI de retirarle la atención de sus afiliados y transferirlas al hospital municipal Néstor Kirchner -ex sanatorio San Carlos- (ver nota acá), Rehl sostuvo que «PAMI le sacó las cápitas por problemas de la gerenciadora y la desastrosa atención que tenía esa clínica, el Municipio en eso no tiene nada que ver».

Las cápitas de PAMI que tenía asignadas el Sanatorio Plaza eran siete mil. «Una parte vino al  Kirchner -serían cinco mil- y otras fueron a otras clínicas», cerró Rehl.

Desde el viernes, decenas de empleados del sanatorio de la calle Ameghino decidieron tomar las instalaciones hasta cobrar los sueldos que les deben -en promedio, la deuda orilla entre 4 y 6 salarios- y evitar que se lleven el equipamiento que queda (ver nota acá). Además, realizan una olla popular, para la cual el Municipio colaboró enviándoles alimentos.

Son 65 las personas que quedarían desocupadas de no revertirse la situación. Una de las tres alternativas que barajaban está definitivamente caída: la municipalización del sanatorio. Quedan en pie dos posibilidades: la firma de un convenio con IOMA, que permitiría reabrir la clínica, o un nuevo cambio de firma a favor de dos supuestos inversores interesados en adquirirla.

Ninguna de las dos opciones parece muy creíble, viniendo de la misma empresa que llevó la situación a este punto y que durante tres años hizo de la precarización laboral una práctica continua. Pero la esperanza es lo último que se pierde. Y los trabajadores del Plaza se aferran a creer que aún no está todo definitivamente perdido.

Por Ciro D. Yacuzzi

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