Secuestran a un hombre en Garín para robarle $80 mil y lo liberan en Benavídez

Lo interceptaron en la puerta de su casa, en el barrio La Matilde, para robarle el dinero de un préstamo que había sacado recientemente. “Lo vendieron”, aseguraron fuentes del caso.

Escena. El PH al fondo donde los ladrones ingresaron a robar tras interceptar al jubilado en la vereda.

Lo interceptaron en la puerta de su casa, en el barrio La Matilde, para robarle el dinero de un préstamo que había sacado recientemente. “Lo vendieron”, aseguraron fuentes del caso.

Un hombre de 66 años fue secuestrado este miércoles a la tarde en la puerta de su casa, en la localidad de Garín, y liberado una hora después en Benavídez, luego de que los delincuentes le robaran una fuerte suma de dinero.

Fueron momentos de zozobra para Ramón Oscar Ezponda, quien cerca de las 17 fue interceptado en la vereda de Pedro Ballester 1736 por dos delincuentes que, a punta de pistola, lo subieron a su propio vehículo, un VW Gol Country color rojo, y lo “pasearon” por la zona hasta lograr el cometido: que confesara dónde tenía guardada una importante suma de dinero.

Se trataba de 80 mil pesos de un préstamo que había retirado hace dos semanas en una sucursal del banco Supervielle, los cuales tenía escondidos en una habitación del domicilio del barrio La Matilde, donde alquila desde hace un tiempo. “Lo vendieron que había sacado plata de un crédito”, reveló una fuente del caso a El Día de Escobar.

Tras regresar a la propiedad y consumar el hecho, los ladrones se dieron a la fuga, pero no solos: subieron a la víctima a un coche Citroën Picasso, el cual habían robado horas antes en Belén de Escobar y dejado en las inmediaciones de la vivienda “marcada”, y lo llevaron hasta la localidad de Benavídez, en el partido de Tigre, donde finalmente fue liberado y pudo dar aviso a la comisaría local.

A esta altura, un móvil del Comando de Patrullas de Escobar ya custodiaba la casa de Ezponda y los alarmados vecinos poblaban la cuadra para averiguar lo sucedido, difundir sus propias teorías y denunciar la inseguridad que azota a ese barrio de clase trabajadora, ubicado a escasas cuadras del centro de Garín.

“Este era un barrio súper calmo, donde los chicos podían jugar en la calle sin ningún problema, pero ahora ya no podés dormir tranquilo”, comentó a este medio una de las tantas vecinas presentes .

Hasta el momento se desconoce el paradero y la identidad de los delincuentes.

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