El escritor Osvaldo Bayer disertó en la Universidad Popular de Escobar

“Puede pasar mucho tiempo, pero en la historia, finalmente, triunfa la ética”, afirmó el intelectual, en el cierre de las Jornadas “Memoria, Verdad y Justicia”.

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«Tenemos que apostar a la democracia y luchar por ella», expresó Bayer en un tramo de su alocución en Maschwitz.

El prestigioso historiador, escritor y periodista argentino Osvaldo Bayer (87) encabezó este lunes el cierre de la Primera Jornada Regional “Memoria, Verdad y Justicia: Rupturas y Continuidades de un Estado Represor”, organizada por la Universidad Popular de Escobar. Subjetividades al margen, conocimiento y claridad conceptual al por mayor.

Cerca de un centenar de personas se acercó al Instituto San Antonio de Padua, en Ingeniero Maschwitz, para escuchar a uno de los intelectuales más importantes del país, en lo que fue su segunda visita al distrito en más de 60 años de trayectoria y militancia a favor de los derechos humanos.

Bayer encandiló con una alocución que tuvo como eje principal los genocidios perpetrados por el propio Estado argentino desde su consolidación: primero en contra de los pueblos originarios durante la denominada “Conquista del Desierto” (1879-1885); y el segundo ejecutado por la dictadura cívico-militar que desapareció a 30.000 opositores entre 1976 y 1983.

“¿Qué nos pasó a los argentinos después de la Revolución de Mayo? Hay que leer esos documentos para ver el sentido de libertad, democracia, futuro y de igualdad que primaba. La asamblea de 1813, que les da la libertad a los esclavos, mientras que en Estados Unidos recién en 1852. Qué pensaran hoy Mariano Moreno, Juan José Castelli y Manuel Belgrano, que cuando llegó al Paraguay liberó a todos los indios que eran mantenidos como esclavos y les devolvió la tierra que le habían sacado los españoles. ¿Y todo eso para qué”, reflexionó, inicialmente, el historiador.

“Bernardino Rivadavia, primer presidente argentino, tiene la calle más larga de Buenos Aires y fue quien contrató al coronel europeo Federico Rauch para exterminar a los indios ranqueles. Y no sólo que no dio explicaciones del porqué, sino que cuarenta años después describe a estos como muy trabajadores y pacíficos. ‘Tratan a las mujeres mejor que nosotros’, dijo. Creo que está todo dicho”, exclamó Bayer.

Siguiendo esa línea argumentativa, apuntó: “Hay una ciudad bonaerense, donde cayó, que se llama Rauch en homenaje a ese oficial contratado para matar a los indios. Yo conté este episodio allí y al terminar la conferencia propuse conformar una comisión que fuera a pedirle al intendente que cambiara el nombre de ese genocida por el de su verdugo, el indio “Arbolito”. Cuando me di cuenta no quedó nadie. Y así me fue. Cuando volví fui detenido por la Policía. El ministro de Guerra era el general Juan Enrique Rauch, bisnieto directo del coronel Rauch”.

Sobre ese caso, concluyó: “Hemos hecho esfuerzos para cambiar el nombre de ese genocida, pero todos los gobernadores se niegan. Alguna vez triunfaremos, porque puede pasar mucho tiempo, pero finalmente la ética triunfa en la historia, lo hemos comprobado”.

Tras evocar los hechos históricos conocidos como “La zanja de Alsina” y la “Campaña al Desierto”, ejecutada por el general y luego presidente nacional Julio Argentino Roca, para explicar el nacimiento del latifundismo “a favor de la Sociedad Rural”, el eurocentrismo –imitar a Europa- y la reimplementación de la esclavitud, Bayer se refirió a la última dictadura militar argentina.

“La desaparición de personas, la ‘muerte argentina’ para los europeos. Cuando los medios extranjeros le preguntaron al teniente general Videla sobre el estado de las personas, contestó: ‘no están vivos ni muertos, están desaparecidos’ y lo repitió, sonriente. En eso terminaron los ideales de Mayo. Pero tenemos que hacer que esa sea la última dictadura militar. Tenemos que apostar a la democracia y luchar por ella”, sentenció ante el aplauso cerrado del auditorio.

Durante su oratoria, Bayer estuvo acompañado por el rector de la Universidad Popular de Escobar, el licenciado Sacha Kun Sabó, y el docente e historiador Bruno Nápoli, quien se encargó de presentarle al público los pergaminos y el vasto currículum del autor de, entre otros, La Patagonia Rebelde.

Por su parte, el titular de la casa de estudios donde funciona el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica “Osvaldo Bayer” –ex Altos Estudios del Pilar-, en homenaje al invitado de honor, declaró: “Hacer esta jornada no fue fácil. Convengamos que acá en Escobar, en la década del ’90 y después en las postrimerías del 2000, tuvimos la presencia del represor Luis Patti, y luego de dirigentes que se formaron dentro de su gobierno”.

Tras la entrega de diplomas a Bayer y demás participantes, el encuentro llegó a su fin con un balance ampliamente positivo. De hecho, los organizadores ya adelantaron que la segunda edición se realizará en marzo próximo bajo el título: “La construcción de las mentalidades golpistas, consensos sociales y genocidios”.

Más de un centenar de personas se acercaron al San Antonio de Padua para conocer y escuchar a Osvaldo Bayer.

Actividades por doquier

La 1ª Jornada Regional “Memoria, Verdad y Justicia: Rupturas y Continuidades de un Estado Represor” estuvo organizada por la Universidad Popular de Escobar y se desarrolló los días 17 y 18 de marzo, 23 y 27 de mayo y este lunes 3, con la idea de realizar “un recorrido historiográfico de las fórmulas represivas del Estado en la historia reciente”.

La apertura estuvo a cargo del rector de la academia, Sacha Kun Sabó, y a partir de allí se dieron una serie de conferencias y actividades. Entre otras, se homenajeó a la difunta escritora y militante de los DDHH de Escobar, Blanca Buda, y el presidente de la Fundación Construyendo Conciencia, Rubén López, dio una charla sobre el estado de situación de la causa de su padre, el desaparecido en democracia Julio López. Sobre él, además, el grupo El Picaporte brindó una obra teatral.

También, la profesora Claudia Camacho y los alumnos del profesorado de Historia del Instituto Osvaldo Bayer y Punta Querandí llevaron a cabo la disertación “Estudio de caso: Ana María Martínez, última secuestrada durante la dictadura militar (1976-1983)”.

Asimismo, participaron la cofundadora de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Nora Morales de Cortiñas (83), y el periodista Fabián Magnotta, que presentó El lugar perfecto, una reveladora e impactante investigación sobre los vuelos de la muerte y los desaparecidos en el delta entrerriano entre los años 1976 y 1980.

Finalmente, y como broche de oro, el prestigioso historiador Osvaldo Bayer se encargó de cerrar la jornada con una audaz y crítica alocución, fiel a su estilo.

Autoridades y docentes de la Universidad Popular de Escobar junto al laureado intelectual, en el cierre del encuentro.

Por Damián Fernández

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