
Cristina y su hija Florencia, en el festejo por el triunfo.
Dijeron que es autoritaria, que es soberbia, que es bipolar, que es una yegua. Que no iba a ser candidata, que lo mejor que le podía pasar al país era que se muriera su esposo. La acusaron de simular, engañar y mentir cuando se la vio quebrada por la muerte de su compañero. Dijeron que este murió para no recibir otra paliza electoral. Le aconsejaron que se bajara de la candidatura porque no tiene condiciones para gobernar, que no tiene resto, que está quebrada. Dijeron, dijeron y dijeron con perversidad, con maledicencia, con impunidad.
Quienes dijeron no fueron comadronas de la chusma del barrio sino la dirigencia politica que pretende llegar al poder formal, de la mano del poder real de las corporaciones, económicas y mediáticas. Salvo escasas excepciones, esta cataratas de dijeron fue el discurso político con que la oposición se paró frente a la realidad de un país que no les deja lugar para sus viejas recetas, para su eterno intento de retorno al pasado.
Cristina Kirchner no fue nunca de la preferencia de quien suscribe, pero sencillamente ha dado al país y a toda la sociedad una demostración épica de lo que es un estadista, que por si alguien no lo sabía está muy lejos de ser una persona perfecta y, a veces, ni siquiera buena.
Aquellos que dijeron, dijeron y dijeron, no entendieron, no comprendieron, porque su concepción de la realidad y de la política se lo impide, que su problema no era Ella sino su gobierno. Este incontenible proceso histórico, iniciado hace poco más de ocho años, que llevo el país de la ruina económica a la solidez frente a la crisis. De la desolación de la sociedad, a la inclusión y el desarrollo actual. De la formal acefalía del poder político, cuando los dirigentes eran corridos por la calle por los transeuntes, a este presente de activa militancia. Del que se vayan todos, a una eleccion primaria con una concurrencia de casi el 80% donde ella, la yegua, la bipolar, la autoritaria, la incapaz, la mentirosa, la soberbia, alcanza la mitad de las voluntades de quienes votaron.
Lamentablemente, las primeras declaraciones de los derrotados no muestran que hayan registrado el dato. Parecen seguir sin darse cuenta de que su contrincante no es la Presidenta ni su equipo, no saben que su obligación como opositores no es contarle a la sociedad cuál es la opinión que tienen sobre Cristina Fernández sino demostrar porqué este cambio que se llevó adelante de 2003 a la fecha es erroneo y que ellos tienen otras propuestas que son superadoras. Tal vez lo que todavía no comprenden es que no pueden seguir menoscabando la capacidad de discernimiento de un pueblo que acaba de darles una lección histórica.
Por lo demás, el camino que queda de acá a octubre estará fuertemente impregnado de la impronta de esta pionera elección primaria. El gobierno sabe que tiene los votos, pero no debería dormirse en los laureles, sino, muy por el contrario, salir a ampliar la base de sustentación social, para andar lo que resta del camino. Porque después de lo mucho que se ha avanzado, lo que viene por delante sera cada vez más arduo, cada paso que se dé tocará intereses más poderosos.
Reestablecido ya el equilibrio socioeconomico, en un punto de mínima inclusión social, lo que queda es llevar ese punto más alla, ampliando el universo, llegando a más argentinos abarcando más aspectos y, por sobre todas las cosas, seguir subiendo.
Detenerse es caer nuevamente en el abismo, ir otra vez al fondo. Para eso están los otros, los que dijeron y todavía siguen diciendo.
Por Jorge Derra
Felicitaciones Jorge Derra por tu nota,que revela tu honestidad intelectual al reconocerle méritos al gobierno de Cristina,que sí que los tiene;recordemos sino dónde estábamos hace 8 años.Me complace saber que no te ha contaminado esa izquierda que se cree «pura e impoluta» y finalmente con sus actitudes le hace el caldo gordo a la derecha gorila.Decís lo que hay que decir en estos momentos.Felicitaciones otra vez
Ante todo es grato leer una nota de calidad escrita por Derra, a quien no conozco personalmente. En estos dias he conversado con personas de aqui y de todas las banderias politicas,lo que no entiendo es como pueden NO VER y SUBESTIMAR el 50 % de los votantes.Ayer conversando con mis compañeros de trabajo deciamos ,si con el discurso facho que hacen los que sacaron el 10% ,no me quiero imaginar que podria haber pasado si sacaban un 30 o mas.
Ademas en todas las listas opositoras y tambien en las de Guzman, NO HAY NADIE NUEVO y sin querer discriminar el lo mas minimo,personas con escasa preparacion intelectual y militancia social.Porque por un lado si no tenes un titulo podes opinar igual ,pero si la mayoria postulados son empresarios que siempre garcaron a sus empleados y a los vecinos con los sueldos y precios, los votantes del 2011 dijimos no va mas .Ademas: no subestimen al pueblo porque los que se tragan las eses son esos candidatos de medio ,mejo dicho de un octavo de pelo
«el pueblo ve que todavia tiene mucho desarrollo…» dentro de ese pueblo la vieja clase media heredera del peronismo verticalista no está o se confunde con un lumpenproletariado kirchnerista. Quizas la mala praxis k está en profundizar esa brecha con el justicialismo de clase media estratificando su riqueza derramada directamente desde las clases altas a las bajas y puenteando a las que el mismo peronismo creo. Vos ya decis que el camino es arduo. Pero 8 años es una vida. En cuatro años mas Escobar va a ser como la series gringas. Lugares donde la cana no va a entrar, escuelas públicas solo para marginados con chicos que solo coman ahí, y habremos olvidado el indice de NBI porque ningún censo se hará en esos barrios. Una cosa es poner los 180 mangos en el presupuesto. Otra querer borrar el conurbano. Y esa silla. Merde. No le hagas acordar a nadie! Ya voy!
La analogía con Carlitos Saul podría ser patética. Movidas económicas geniales que nos protegen a la altura de nuestra limitado ver. La palabra nacional y popular con escudo o sin marcha. Que se yo. Como que la etica no corre en los discursos viste. La gente siempre votó con el bolsillo. Y si somos pobres el subsidio manda. La «estabilidad/blindaje» por si las moscas joden de afuera a los que cambaimos el 0. Que se yo. en momentos económicos como este siempre el oficialismo manda y gana. Y por eso gano macri y binner hoy. Como ganó Carlos Saul antes.
dos cosas querido buca primero como decia el viejo y querido Marx el capitalismo se va a terminar cuando se agote el desarrollo de sus relaciones economicas ningun sistema cae a mitad de camino y lo mismo pasa con los procesos politicos la fortaleza del proyecto K esta en que el pueblo ve que todavia tiene mucho desarrollo y que puede ser a su favor. la otra nadie gobierna en un medio ideal no hay sociedad de laboratorio donde ajustar las condiciones al gusto del gobernante para empezar a gobernar y en una sociedad donde hay desigualdad pobreza tiene que haber subsidios para atemperar la suerte de los mas debiles aunque le disguste a tanto amigo del ajuste a tanta nariz con prurito gorila lo que falta por supuesto y esto es lo que hay que ver son medidas de fondo para cambiar definitivamente el medio donde se desarrolla la sociedad pero esos cambios no vendra del club de los doce ( 12 %) un abrazo y te espera la silla que no es electrica