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Hostigada. Pereyra fue abucheada durante su alocución por un grupo de mujeres del massimo.
El massismo presentó un proyecto para incomodar al oficialismo y acentuar su paulatino distanciamiento. La prohibición de pirotecnia volvió a quedar en comisión. Hubo cruces y grotescos en el cierre legislativo de 2016.
Por largos tramos, la última sesión de 2016 del Concejo Deliberante de Escobar se pareció más a un espectáculo de burlesque que a una jornada parlamentaria, donde la impuntualidad, el desorden y las chicanas estuvieron a la orden del día, como casi siempre.
La segunda sesión de prórroga del año comenzó a las 13, tres horas después de lo pautado, y contó con casi una veintena de expedientes con despachos de comisión. Si bien la atención principal se la llevó la dura arremetida de Jorge «Acero» Cali contra el intendente Ariel Sujarchuk, otros asuntos también despertaron interés, polémica y debate.
El primer tema caliente volvió a ser el proyecto vecinal para prohibir el uso y la venta de pirotecnia en el partido de Escobar, que la semana pasada había quedado en comisión con el compromiso de la mayoría de los concejales de estudiar el caso y sancionar una nueva ordenanza -en 2014 se aprobó una por unanimidad, que vetó el entonces intendente interino Walter Blanco- el año entrante.
Sin embargo, Migue Jobe (Proyecto Escobar) volvió a la carga con la iniciativa, pero el resultado fue idéntico al de hace una semana, ya que el expediente quedó en comisión por el voto de la mayoría, ante el disconformismo de un puñado de vecinos que se acercaron al recinto para ver el tratamiento de la propuesta.
“Instalar el tema Pirotecnia Cero en Escobar era impensado hasta hace cuatro meses, y la verdad es que fue gracias a los vecinos y eso es muy saludable. Así que yo estoy orgulloso, celebro y me parece interesante que se dé este debate, más allá del resultado de hoy”, resaltó el ex referente macrista tras una larga rueda de oradores.
El momento más grotesco de la jornada vendría a continuación, cuando se discutió un proyecto del concejal Gonzalo Fuentes Arballo (Frente Renovador) sobre la conformación de los bloques legislativos con relación a la Ley de Cupo Femenino (1991), que establece que al menos un 30% de las listas de candidatos debe estar ocupada por mujeres.
Al respecto, desde el massissmo criticaron la distribución actual de bancas en Cambiemos y, principalmente, en la bancada oficialista Peronismo que Hace, a partir de la permanencia del garinense Daniel Bufelli -ausente este miércoles por estar de viaje- en el lugar de la concejal Patricia Durán, quien solicitó licencia “por motivos personales” para dejarle su escaño al jefe de bloque. «El reemplazo deber ser género por género”, argumentó Fuentes Arballo. Y agregó: «No sé con qué cara puedo volver a mi casa y decirle a mi hija y a mi esposa que en Escobar no respetamos el cupo femenino”.
Fuentes Arballo es abogado y sabe que el cumplimiento de su propuesta era inexigible legalmente. Pero lo que importaba era otra cosa: presentar un tema que incomode al oficialismo para remarcar el distanciamiento que comenzó con su renuncia a la Secretaría Contravencional del Municipio, la semana pasada. Ambas decisiones no las ejecutó motu proprio sino por pedido expreso del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien está disgustado con el intendente Ariel Sujarchuk.
“Esto que están haciendo acá es una forma de discriminación, no nos engañemos. Desde el Concejo debemos dar el ejemplo y este el momento de reflexionar y hacerlo”, sostuvo el ex funcionario municipal, quien concluyó su argumentación con una trillada pregunta retórica: “¿Qué pensará Eva Perón de todo esto?”.
La respuesta no se hizo esperar. «¿Qué diría Evita? ¡Qué traidores!», le espetó María Rosa Pereyra, quien protagonizó una paradoja bizarra cuando durante su alocución un puñado de mujeres del massismo -entre las que estaban la senadora bonaerense Micaela Ferraro y la concejal Marcela Durrieu,de San Isidro- la hostigó y abucheó por no estar de acuerdo con el proyecto.
Pereyra expuso que Fuentes “está equivocado y su nota es improcedente, porque pretende erradicar una ley electoral y confundirla con lo que dice otra. Estoy de acuerdo con la representación de las mujeres, pero no con que las mujeres vengan a gritar y no sean respetuosas de las mujeres y de los legisladores hombres”, expuso Pereyra.
En la misma sintonía se expresó su par de bloque, Hugo Cantero: “A nosotros no nos van a correr por izquierda respecto a una necesidad de ampliar derechos. Cuando Perón es reelegido lo hace también con el voto de la mujer, gracias a Evita que promovió la Ley 13.010 -de Enrolamiento Femenino- cuando las mujeres todavía no tenían derechos. Hemos tenido una presidenta dos veces electa. Miren si no se ha avanzado”, replicó. Además, aclaró que su bloque cumple sobradamente con el cupo de las mujeres.
El debate del expediente duró casi media hora, entre cruces de chicanas -el oficialista Oscar Fontán se hizo un festín- y frecuentes interrupciones de la barra massista que fue a hacerle el aguante a Fuentes Arballo con una iniciativa que de tan inviable no prosperó.
