Conmoción en el centro de Maschwitz por el intento de suicidio de un vecino

Durante dos horas permaneció en la vereda de su casa apuntándose con un revólver en la cabeza y amenazando con matarse. La policía desplegó un amplio operativo y logró que desista de su actitud.

Perímetro cubierto. Varios móviles de la Policía Local bloquearon el tránsito en las calles adyacentes.

Durante dos horas permaneció en la vereda de su casa apuntándose con un revólver en la cabeza y amenazando con matarse. La policía desplegó un amplio operativo y logró que desista de su actitud.

Sentado en la vereda de su casa, con un arma en la mano y amenazando con quitarse la vida, un hombre de 62 años mantuvo en vilo este miércoles a sus vecinos y a las fuerzas policiales durante dos interminables horas, hasta que finalmente depuso su actitud.

El hecho ocurrió este mediodía sobre la calle Santiago del Estero al 1200, entre Ituzaingó y Maipú, a tres cuadras de la plaza central de la localidad, cuando un vecino salió a la vereda de su vivienda con un revólver en la mano y empezó a decir que se suicidaría de un disparo en la cabeza.

El alerta al 911 no tardó en llegar y al lugar arribaron decenas de efectivos policiales que delimitaron un perímetro para evitar la circulación de transeúntes mientras intentaban que el angustiado hombre decline sus intenciones.

Final en paz. El hombre fue atendido por personal del SAME que aguardó la resolución a metros de su casa.

Las conversaciones con el vecino estuvieron a cargo del comisario Patricio Guiñasu, a quien le confesó que se encontraba deprimido por la muerte de su hermano, la separación de su esposa y por estar desocupado.

El negociador policial lo escuchó, lo contuvo y, al cabo de casi dos horas, logró que desista y entregue su revólver calibre 32, que estaba cargado con cuatro proyectiles.

El hombre fue identificado como José Ramón Préstamo, de 62 años, y según indicaron fuentes policiales a El Día de Escobar no se encontraba bajo tratamiento psicólogo o psiquiátrico. Sí, a todas luces, atravesaba un fuerte cuadro depresivo.

Una ambulancia del SAME lo trasladó inmediatamente hasta el hospital provincial Enrique Erill para evaluar su estado clínico y quedó bajo custodia de personal policial.

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