Cerró la agencia de autos de Escobar acusada de múltiples y millonarias estafas

Se trata de la concesionaria EW Automotores, sobre la que recaen decenas de denuncias. Su local de la calle Estrada está cerrado hace tres semanas.

EW Automotores

Acorralada por demandas y denuncias de todo tipo, la concesionaria EW Automotores habría tomado la decisión de abandonar definitivamente su actividad comercial en Belén de Escobar. Una pésima noticia para decenas de clientes que aún albergaban la ilusión de recuperar su dinero o de recibir el vehículo por el que lo habían entregado.

El local donde estaba la agencia de autos no abre sus puertas desde hace varias semanas. “Cerrado por duelo”, dice un cartel colocado en la puerta. Sin embargo, las versiones que circulan hablan de una suerte de fuga para evitar hacerle frente a los reclamos de los damnificados.

La concesionaria, cuyo titular es Emanuel Selbaggi, inició sus actividades en la ciudad en 2017 y dos años después se trasladó al inmueble donde funcionaba hasta estos días, sobre la calle Estrada al 800, entre Colón y las vías del ferrocarril, al lado del cuartel de bomberos.

Hace tres meses, inspectores municipales clausuraron el local “a raíz de reiteradas y numerosas denuncias realizadas por clientes escobarenses y de otros puntos de la provincia de Buenos Aires”, según se informó oficialmente.

Semanas después, tras pagar una fuerte multa en la Secretaría Contravencional y comprometerse a resarcir a los damnificados, la agencia volvió a atender al público. Sin embargo, lejos de honrar su palabra, habría empezado a preparar la retirada, que consumó en la segunda quincena de agosto.

EW Automotores Emanuel Selbaggi
Responsable. Emanuel Selbaggi, titular de la cuestionada concesionaria EW Automotores.

Clausura, multa y reapertura

La concesionaria EW Automotores fue noticia en 2022, cuando un móvil del canal Crónica entrevistó a algunos clientes que decían haber sido estafados al haber entregado altas sumas de dinero a cambio de un auto que nunca les entregaron. Y no solo eso: tampoco les devolvían esa plata, arguyendo distintas excusas.

Tiempo después, el 15 de junio, inspectores municipales clausuraron el local. Según se informó en esos días, el procedimiento se realizó “a raíz de reiteradas y numerosas denuncias realizadas por clientes escobarenses y de otros puntos de la provincia de Buenos Aires”.

La medida, de acuerdo a la explicación oficial, se resolvió a través de un expediente administrativo que reunió “más de una veintena de denuncias, a partir de una serie muy importante de incumplimientos, observaciones, quejas y reclamos, que en muchos casos también son tramitados por vía judicial tanto en sede civil como penal”.

Sobre la EW Automotores pesaban denuncias de toda índole, algunas más graves que otras: desde falta de información clara y detallada de las operaciones, no dar respuesta a consultas de los clientes y no entregar los vehículos en tiempo y forma, hasta venta y entrega de autos con fallas importantes y firma de pagarés en blanco, entre otras irregularidades que se le imputan.

“Esta sanción tiene como principal objetivo que la concesionaria corrija las conductas que están afectando a diversos vecinos y vecinas que se acercan con la ilusión de concretar una operación de compra y venta de rodados”, señalaba el comunicado municipal.

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Desde el Municipio, en un comunicado, también consignaron que “la concesionaria ha incumplido acuerdos conciliatorios celebrados, o directamente no asistió a las audiencias fijadas en el marco de los distintos expedientes tramitados”. Además, recordaron que el establecimiento “ya había sido clausurado por infringir normas de inspección general”.

El procedimiento se tramitó a través de la Dirección de Protección de Consumidores y Usuarios, en tanto que la Secretaría Contravencional resolvió sancionar “con una importante multa y una clausura al mencionado proveedor de compra y venta de automotores”.

Cartel "Cerrado por duelo" en la puerta de la concesionaria EW Automotores
Aviso. El cartel de «Cerrado por duelo» colocado en la puerta del local de la agencia.

El descargo de la empresa

De acuerdo a información a la que accedió El Día de Escobar, la concesionaria tuvo que pagar una multa cercana a los 8 millones de pesos para volver a abrir, además de comprometerse a dar respuestas a los reclamos de sus clientes.

Cuando estalló el conflicto, desde EW Automotores desplegaron una estrategia comunicacional rayana con lo cínico, en la que se deslindaban de responsabilidades y aseguraban ser blanco de “amenazas y extorsiones”.

“Tras las situaciones acontecidas en las últimas horas, nos vemos en la obligación de hacer público e informales que hemos estado siendo víctimas de múltiple amenazas y extorsiones”, decía una suerte de comunicado que publicaron en las redes sociales y en la cuenta de Instagram de El Día de Escobar.

La empresa, que en redes ahora aparece con el nombre de Car Market, atribuyó esta supuesta campaña en su contra a “un grupo de 5 personas fehacientemente identificadas que se han manejado con total impunidad con el único fin de extorsión hacia el concesionario”.

“Hemos hecho las denuncias penales correspondientes, aportando todo tipo de pruebas documentadas, con videos, mensajes de texto, WhatsApp, audios y hasta conversaciones de los denunciados”, afirmaba el texto. También decía que “los vendedores, personal administrativo y sus mismas familias” habían sido amenazados.

En otro pasaje, sostenían que “estas cinco personas se manejan de manera extremadamente organizada y con total impunidad. Las amenazas rigen de llamados a la madrugada, amenazas de violación a personal administrativo, amenazas hacia padres y familiares; pasando fotos y direcciones de sus casas, fotos de familiares y hasta de sus hijos entrando al colegio”.

“Nos han pedido dinero en diversas ocasiones, a lo cual no hemos accedido, aunque nos garantizaban que esa era la única manera de parar con todo eso”, continuaba el descargo de la concesionaria.

El singular relato también esgrimía que, al negarse a esta supuesta extorsión, “pasaron a la segunda etapa, que fue el escrache masivo en todas las redes sociales, grupos de compra venta y todo lugar remoto que pueda caber una publicación”.

“A raíz de este escrache masivo y desmedido, el Municipio actúa de oficio y procede a la clausura del local hasta que se esclarezca el caso. Ni bien se resuelva, daremos más detalles de la verdad”, concluía el texto, dando una versión muy distinta -y poco creíble- de los hechos a la que dieron autoridades y clientes.

Reapertura, incumplimiento y fuga

Dos semanas después de haberla clausurado, el Municipio permitió la reapertura de la concesionaria EW Automotores.  En ese momento se explicó que la agencia “cumplió con el pago de la multa, se presentó ante distintos organismos de control, accedió a retomar acuerdos conciliatorios y a responder las numerosas denuncias realizadas”.

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“Asimismo, los dueños del local se comprometieron a constituir domicilio permanente, a contestar los requerimientos de las áreas competentes y a presentarse a toda citación o audiencia que se les notifique. También, a corregir cláusulas poco claras y a utilizar plazos que cumplan con el orden público que impone la ley de defensa del consumidor”, informaba un comunicado del Municipio.

Mientras estuvo clausurada, los responsables de la concesionaria “se presentaron ante la Secretaría Contravencional de Escobar para rendir cuentas sobre las irregularidades en el funcionamiento del local, presentaron documentación y fundamentalmente mostraron su voluntad de atender y solucionar de manera paulatina las demandas de los clientes”.

Además, el texto enviado a los medios afirmaba que “el Municipio se compromete a seguir monitoreando el funcionamiento del local a través de la Secretaría Contravencional, Defensa del Consumidor y la Dirección General de Inspecciones con el objetivo fijado en un principio de corregir y, en última instancia, volver a sancionar las conductas que afectaron a diversos vecinos y vecinas”.

Cuando parecía que la situación se normalizaba, lo que pasó fue todo lo contrario: la firma de Selbaggi incumplió los acuerdos a los que se había comprometido, dejó de responder los reclamos y un mes después cerró su local.

Personal de la Dirección General de Inspecciones se hizo presente días atrás en la concesionaria, que ya desde hace dos semanas estaba cerrada. Fueron a hacer una constatación porque la agencia no estaba contestando llamadas y muchos clientes seguían esperando una solución; algunos, a esta altura, ya sin paciencia ni de manera muy amigable.

“Hace dos semanas que cerraron y está ese cartel de duelo. También tuvieron un problema con el medidor, que se les prendió fuego. Es raro lo que está pasando ahí”, contó un vecino. Otro señaló que el local estaría completamente vacío y que, según escuchó, Selbaggi se fue debiendo varios meses de alquiler.

“En este rubro hay que ser profesionales”, afirmaba el comerciante en una entrevista que le hicieron cuando inauguró el local de la calle Estrada. Una declaración que contrasta con la experiencia que tuvieron decenas de clientes, quienes en muchos casos perdieron los ahorros de sus vidas confiando en un supuesto profesional que, en realidad, era un estafador.

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