Bombero de Escobar viajó a Bolivia para ayudar en un derrumbe

Víctor Ponce aportó su experiencia para buscar sobrevivientes bajo los escombros de un edificio. Recibió una distinción.

El comandante mayor y jefe del cuerpo de Bomberos de Escobar, Víctor Ponce (49), tuvo la semana pasada una de las experiencias más importantes en sus 32 años de servicio voluntario: fue convocado para viajar a Bolivia y ayudar en las tareas de rescate tras el derrumbe de una torre de 10 pisos en pleno centro de Santa Cruz de la Sierra.
El edificio Málaga estaba en construcción e iba a ser uno de los más importantes de la ciudad, pero todo terminó en tragedia. Se habían detectado fallas en las vigas que sostenían la estructura y un comando de más de veinte hombres fue enviado a solucionar el problema. Quince de ellos trabajaban en el subsuelo cuando los diez pisos les cayeron encima. Las esperanzas de encontrar sobrevivientes eran mínimas.
Pone fue elegido porque tiene experiencia. Realizó un curso de “capacitación en búsqueda y rescate en estructuras colapsadas” en Guayaquil (Ecuador), además de estar capacitado como paramédico.
El edificio se desplomó el lunes 21 de enero y el gobierno boliviano pidió ayuda el viernes 28. Fueron convocados a colaborar bomberos de Argentina, México, Perú, Chile y Francia. El Consejo Nacional de Bomberos eligió a Ponce y a Juan Ramón Perez (38), de Lomas de Zamora, para viajar a Bolivia. Ese mismo día abordaron un 747 de Aerolíneas Argentinas con destino directo a Santa Cruz de la Sierra. “La situación era un caos. Mucha gente quería ayudar, pero estaba todo desorganizado. Así que la primera tarea fue organizar el rescate. Los líderes de cada país nos reunimos con el coronel de la Policía boliviana y decidimos los pasos a seguir”.
A partir de entonces fueron cuatro días de intensa labor y esperanza de encontrar sobrevivientes. Soportando “intensos olores, una temperatura de 38 grados y 90% de humedad buscamos y buscamos hasta el cansancio, en turnos de 14 horas”, recuerda Ponce. “Fue triste no encontrar sobrevivientes porque nosotros manteníamos las esperanzas, y la gente también. Tuvimos que dar explicaciones en una conferencia de prensa, nos entendieron a pesar de la tristeza”, señaló el bombero escobarense, que fue condecorado por el Alcalde de Santa Cruz y para quien la experiencia “resultó muy importante y enriquecedora. Esto sirve también para seguir dignificando la tarea de los bomberos voluntarios, que ayudamos porque nuestra pasión es ayudar. Nuestros valores de solidaridad se mantienen intactos, a pesar de que los recursos para trabajar son escasos”, se despachó con seriedad.
“Nuestro país quedó bien representado por los dos bomberos que fuimos”, asegura con la frente en alto el comandante de Escobar, a la vez que dijo haberse emocionado por “la solidaridad de la gente con los rescatistas. Todos nos trataban bien. Las señoras, las cholas, se juntaban a cocinar entre varias y hacían unos guisos en enormes ollas populares, que nos traían a la zona del desastre para que nos alimentemos, juntemos fuerzas y sigamos con nuestra tarea”.
La celebración del 450º aniversario de la fundación de Santa Cruz se pospuso a causa del desastre. Mientras, las autoridades investigan la responsabilidad de la empresa constructora.
Pese al trabajo de los socorristas, no fue posible hallar sobrevivientes bajo los escombros del Málaga.

Pese al denodado trabajo de los socorristas, no fue posible hallar sobrevivientes bajo los escombros del Málaga.

El comandante mayor y jefe del cuerpo de Bomberos de Escobar, Víctor Ponce (49), tuvo la semana pasada una de las experiencias más importantes en sus 32 años de servicio voluntario: fue convocado para viajar a Bolivia y ayudar en las tareas de rescate tras el derrumbe de una torre de 10 pisos en pleno centro de Santa Cruz de la Sierra.

El edificio Málaga estaba en construcción e iba a ser uno de los más importantes de la ciudad, pero todo terminó en tragedia. Se habían detectado fallas en las vigas que sostenían la estructura y un comando de más de veinte hombres fue enviado a solucionar el problema. Quince de ellos trabajaban en el subsuelo cuando los diez pisos les cayeron encima. Las esperanzas de encontrar sobrevivientes eran mínimas.

Pone fue elegido porque tiene experiencia. Realizó un curso de “capacitación en búsqueda y rescate en estructuras colapsadas” en Guayaquil (Ecuador), además de estar capacitado como paramédico.

El edificio se desplomó el lunes 21 de enero y el gobierno boliviano pidió ayuda el viernes 28. Fueron convocados a colaborar bomberos de Argentina, México, Perú, Chile y Francia. El Consejo Nacional de Bomberos eligió a Ponce y a Juan Ramón Perez (38), de Lomas de Zamora, para viajar a Bolivia. Ese mismo día abordaron un 747 de Aerolíneas Argentinas con destino directo a Santa Cruz de la Sierra. “La situación era un caos. Mucha gente quería ayudar, pero estaba todo desorganizado. Así que la primera tarea fue organizar el rescate. Los líderes de cada país nos reunimos con el coronel de la Policía boliviana y decidimos los pasos a seguir”.

A partir de entonces fueron cuatro días de intensa labor y esperanza de encontrar sobrevivientes. Soportando “intensos olores, una temperatura de 38 grados y 90% de humedad buscamos y buscamos hasta el cansancio, en turnos de 14 horas”, recordó Ponce a El Día de Escobar. “Fue triste no encontrar sobrevivientes porque nosotros manteníamos las esperanzas, y la gente también. Tuvimos que dar explicaciones en una conferencia de prensa, nos entendieron a pesar de la tristeza”, señaló el bombero escobarense, que fue condecorado por el Alcalde de Santa Cruz y para quien la experiencia “resultó muy importante y enriquecedora. Esto sirve también para seguir dignificando la tarea de los bomberos voluntarios, que ayudamos porque nuestra pasión es ayudar. Nuestros valores de solidaridad se mantienen intactos, a pesar de que los recursos para trabajar son escasos”, se despachó con seriedad.

“Nuestro país quedó bien representado por los dos bomberos que fuimos”, asegura con la frente en alto el comandante de Escobar, a la vez que dijo haberse emocionado por “la solidaridad de la gente con los rescatistas. Todos nos trataban bien. Las señoras, las cholas, se juntaban a cocinar entre varias y hacían unos guisos en enormes ollas populares, que nos traían a la zona del desastre para que nos alimentemos, juntemos fuerzas y sigamos con nuestra tarea”.

La celebración del 450º aniversario de la fundación de Santa Cruz se pospuso a causa del desastre. Mientras, las autoridades investigan la responsabilidad de la empresa constructora.

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