Un garinense de primera: Germán Rivero es el nuevo refuerzo de Patronato

El delantero tiene 28 años y viene de ser el máximo goleador de Alvarado de Mar del Plata en el Nacional B. Durante varios años jugó en Uruguay, Chile y Grecia. Firmará hasta diciembre de 2021 con el club entrerriano.

Potencia. Rivero es un 9 clásico, con buen juego aéreo, fuerza física y técnica, temible en el área rival.

El delantero tiene 28 años y viene de ser el máximo goleador de Alvarado de Mar del Plata en el Nacional B. Durante varios años jugó en Uruguay y Chile. Firmará hasta diciembre de 2021 con el club entrerriano.

En silencio pero con constancia y buenos rendimientos, el garinense Germán Rivero logró llegar a la primera división del fútbol argentino: Patronato de Paraná acaba de anunciar que el delantero es su quinto refuerzo para la próxima temporada.

Rivero llega al club entrerriano en condición de libre, tras un paso muy destacado por Alvarado de Mar del Plata, donde marcó 11 goles en 19 partidos y se erigió en el máximo goleador de su equipo.

La comisión directiva de Patronato confirmó esta tarde el arribo del delantero de 28 años, quien se sumará al plantel profesional que dirige Gustavo Álvarez, técnico que fuera campeón de la B Nacional con Aldosivi.Su contrato será hasta diciembre de 2021.

Es el quinto refuerzo del Patrón, pero el primero para reforzar una línea de atacantes debilitada por las partidas de Gabriel Ávalos y Cristian Tarragona, quienes ficharon para Argentinos Juniors y Vélez Sarsfield, respectivamente.

Los otros jugadores que arribaron al rojinegro son el marcador de punta Lucas Kruspzky (otro ex Aldosivi proveniente ahora de Santamarina de Tandil), el zaguero central Dylan Gissi (Atlético Tucumán), el mediocampista Jorge Ortiz (Tigre) y el mediapunta Mauro González (Temperley).

Rivero nació el 17 de marzo de 1992 en Garín. Sus primeros pasos con la redonda fueron en el Club Social y Deportivo de esa localidad. A los 12 años se fue a una prueba en Argentinos Juniors, donde hizo todas las infantiles, pero quedó libre. Después pasó a Tigre, donde llegó a jugar en reserva, pero nuevamente quedó libre.

Debutó como profesional en 2013 vistiendo los colores de Flandria. En el Canario disputó 25 partidos, metió 5 goles y sufrió el descenso a la Primera C. Su carrera siguió en Fénix de Pilar, donde anotó 3 veces en 17 partidos.

Después de estar inactivo durante casi un año, surgió la posibilidad de jugar en Uruguay para el modesto Plaza Colonia, que dio el batacazo al coronarse campeón del Clausura 2016 cuando le ganó a Peñarol 2-1, una fecha antes del final. Dieciocho meses atrás, Plaza Colonia estaba peleando por no descender a la tercera división. Allí marco 8 goles en 17 presentaciones.

Tras la histórica consagración en Uruguay, el 9 garinense se fue a la Primera B de Chile para jugar en Unión La Calera, donde se consagró campeón y consiguió el ascenso a la elite del fútbol trasandino. Disputó 13 partidos y metió 2 goles.

De Chile volvió a la liga charrúa. Su nuevo destino fue Defensor Sporting, donde tuvo un gran rendimiento: jugó 35 partidos y convirtió diez veces. Su desempeño le permitió dar el salto al viejo continente.

Su primera experiencia en Europa no fue la esperada: tan solo 5 partidos (todos entrando desde el banco) en Apollon Smyrnis de la Superliga griega. Fue el único club en el que no convirtió.

Con el pase en su poder, Rivero decidió regresar al país y se sumó a Alvarado. En el Torito volvió a exhibir las virtudes que lo hicieron conocido en Uruguay, pero el club marplatense no pudo pagar los 250 mil dólares pautados para renovar su contrato y quedó libre, en plena pandemia.

Pero dicen que no hay mal que por bien no venga. Y ahora le llegó el momento de mostrarse entre los grandes del fútbol argentino.

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