Trágico incendio en el barrio Lambertuchi: murieron un hombre y sus dos hijos

El dramático hecho ocurrió en una vivienda de la calle Orquídeas al 200, alrededor de las 11. El siniestro se habría originado por fuegos artificiales.

Letal. El fuego se propagó rápidamente y sus tres moradores no alcanzaron a salir de la vivienda.

El dramático hecho ocurrió en una vivienda de la calle Orquídeas al 200, minutos después de las 11. El incendio se habría iniciado por fuegos artificiales. Cinco dotaciones de bomberos trabajaron para combatir las llamas.

Un hecho escalofriante ocurrió este miércoles al mediodía en el barrio Lambertuchi, en Belén de Escobar, donde el incendio de una vivienda se cobró la vida de un hombre de 40 años y la de sus dos pequeños hijos, de 5 y 4.

El dramático suceso ocurrió minutos después de las 11 en un domicilio de la calle Orquídeas 226 entre Anémonas y Junquillo, a metros de la sala de primeros auxilios del barrio Lambertuchi.

Por causas que se desconocen con certeza, la vivienda comenzó a incendiarse y el fuego se propagó tan rápidamente que las tres personas que se encontraban en su interior no alcanzaron a salir para zafar de las voraces llamas. Eran un hombre de 40 años, llamado Carlos Castro, y sus hijos menores: una nena de 5 y un nene de 4.

Al lugar concurrieron cinco dotaciones del cuartel de bomberos voluntarios de Escobar, a cargo del oficial Víctor Parsons, que trabajaron durante dos horas para combatir el siniestro, que produjo pérdidas totales en la construcción y generó una densa humareda negra que alcanzó a gran parte del vecindario.

Trascendió que en el fondo del terreno había otra vivienda, que no fue alcanzada por el fuego y estaba habitada por un menor de 14 años -las fuentes no precisaron si era miembro de la familia-, quien relató a las autoridades que vio «mucho humo saliendo de la vivienda delantera» y llegó a escuchar que «el hombre le gritaba a sus hijos que salgan».

La investigación para saber qué produjo esta espeluznante tragedia se encuentra en pleno proceso. No obstante, trascendió que los nenes habrían estado manipulando elementos de pirotecnia en la casa mientras su padre descansaba -trabajaba de noche como vigilador en el mercado de la colectividad boliviana-, lo cual explicaría la voracidad de las llamas, que rápidamente consumieron el entretecho de machimbre y las ropas, así como la imposibilidad de las víctimas de escapar a la trompa mortal originada por la pólvora de esos productos.

Sobre la madre de los menores, en tanto, se supo que no estaba en el lugar y que tendría un puesto en la popular feria del barrio, donde comercializaba estos fuegos artificiales.

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