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Nueva normalidad. La sostenida caída en los contagios permite avizorar la etapa final de la pandemia.
Un lector de El Día de Escobar nos envió esta carta con interesantes reflexiones sobre la pandemia de Covid-19. «Es hora de dar vuelta la página y creer que el futuro será un poco mejor que lo que vivimos», propone.
Al Director de El Día de Escobar
Sr. Ciro Yacuzzi
De mi consideración:
Actualmente los argentinos estamos viviendo un momento donde el número de infectados por coronavirus se encuentra en bajos históricos, tanto en personas sufriendo el virus, internados e incluso personas fallecidas.
Espero que la pandemia nos haya hecho mejores personas y que de aquí en adelante seamos mejores ciudadanos; tengo la esperanza de que vamos a tener una visión más humana y tolerante hacia lo diferente, ya que estos dos años vivimos al filo de la muerte.
Personalmente aprendí a valorar más la vida y las pequeñas cosas que uno vive. Probablemente a muchos compatriotas también les ha pasado lo mismo.
Tengo la ilusión de que los argentinos vamos a aprender a vivir en comunidad, en respeto y paz. Poseo la esperanza de que vamos a valorar mejor a nuestros «viejos», abuelos, padres o tíos; también agradecer el estar vivos, tener un trabajo o un hogar.
Pero, escrito eso, admito que es una visión cómoda que roza la zona de confort, por lo que ahora empiezo a escribir estas líneas pensando en quienes sufrieron la parte más oscura de esta pandemia.
Más de 100.000 personas que dejaron este mundo, los cuales dejaron un vacío muy grande en sus familias; comercios que tuvieron que empezar de cero y personas que perdieron su trabajo por esta situación excepcional y trágica.
Triste panorama, doloroso y que sólo se puede llegar a entender en su totalidad por quienes lo han vivido. En este caso, pienso que aún desde el dolor también podemos crecer como individuos, marcando un camino que recién empieza donde, aún a pesar de los constantes vaivenes económicos del país, es hora de pensar en salir adelante a pesar de todo.
El comerciante tratando de resucitar de sus cenizas, las familias intentando sanar las heridas por la pérdida de un integrante familiar y trabajadores con la esperanza de encontrar el trabajo que les falta.
Es hora de dar vuelta la página y creer que el futuro será un poco mejor que lo que vivimos.
Matías López de Briñas
(Belén de Escobar)
