Poscuarentena: Los Pumas iniciaron la pretemporada en un predio de Maschwitz

Con un estricto protocolo por el coronavirus, en grupos y doble turno, la Selección Argentina retomó los entrenamientos en Casa Jaguares. El objetivo del plantel está puesto en el Rugby Championship de noviembre, en Nueva Zelanda.

Volver a empezar. Divididos en grupos y turnos, los jugadores de la Selección retomaron los entrenamientos.

Con un estricto protocolo por el coronavirus, en grupos y doble turno, la Selección Argentina retomó los entrenamientos en Casa Jaguares. El objetivo del plantel está puesto en el Rugby Championship de noviembre, en Nueva Zelanda.

Paulatinamente, las restricciones impuestas desde la segunda quincena de marzo por la pandemia de coronavirus empiezan a flexibilizarse en la provincia de Buenos Aires. Y si bien la prioridad es para el comercio y las actividades productivas, el deporte también vuelve a revivir, aunque en cuentagotas y cumpliendo estrictos protocolos de sanidad.

Desde el lunes de la semana pasada, Los Pumas volvieron a los entrenamientos en Casa Jaguares, el predio que la Unión Argentina de Rugby inauguró el año pasado en Ingeniero Maschwitz (ver nota acá).

Previo al inicio de los entrenamientos, todos los integrantes se sometieron al test serológico para identificar si tiene anticuerpos que indiquen que tuvieron contacto con el Covid-19, un examen que entrega resultados a los quince minutos. Ninguno dio positivo.

Bajo el protocolo exigido por las autoridades nacionales y manteniendo los mismos grupos de trabajo, los dirigidos por Mario Ledesma dividen la rutina en tres estaciones: gimnasio, destrezas de movimiento y resistencia física, respetando las normas de higiene, seguridad y distanciamiento.

«Estoy muy feliz de volver, entrenar y estar en una nueva convocatoria después de tantos meses. Eso me pone muy contento», expresó Juan Cruz Mallía, uno de los integrantes del seleccionado argentino.

El back cordobés agregó: «En un año normal compartimos muchísimas cosas. Estamos prácticamente todo el día juntos, de gira, y eso genera lazos muy fuertes. Después de tantos meses sin vernos, a pesar de estar en contacto por videollamadas, no era lo mismo, y por eso volver a encontrarnos, más allá de la distancia social, fue algo muy lindo».

La alegría por el reencuentro y la vuelta a los entrenamientos fue generalizada. “Poder volver a entrenar con el grupo está muy bueno. Lo tomamos con mucha responsabilidad, nos cuidamos mucho, tanto en los entrenamientos como cuando volvemos a casa. La continuidad de poder seguir entrenando y preparándonos depende de que no haya contagios, por lo tanto cada jugador tiene que ser responsable”, expresó Matías Orlando.

“Por suerte pasé la cuarentena en Tucumán, donde se permitió practicar al aire libre y pude llevar adelante los trabajos que nos mandaban los preparadores físicos”, explicó el centro y wing, que se está recuperando de una lesión en el hombro.

La mente del plantel está puente en el Rugby Championship, que debería disputarse en noviembre en Nueva Zelanda. Pero la aparición de nuevos brotes de coronavirus en ese país, después de más de cien días sin casos, encendió todas las alarmas y le puso signos de interrogación a la competencia.

“En caso de jugar el Rugby Championship, vamos a llegar de la mejor manera posible. No podemos cambiar nada de la realidad. Nosotros tenemos que poner la cabeza en lo que podemos manejar. Hay cosas que no dependen de nosotros, como el torneo que todavía no se oficializó, pero nosotros tenemos que enfocarnos en lo que podemos controlar”, resaltó Orlando.

Con incertidumbre por la situación en tierras maoríes, pero con el entusiasmo de volver a encontrarse después de tanto tiempo, Los Pumas están de vuelta en la cancha. Y Maschwitz es su nueva casa.

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