Por el aislamiento social, la contaminación sonora bajó un 35% y la de aire un 29%

Los resultados surgen de un estudio realizado por la Dirección General de Ambiente del Municipio. La medición se realizó en puntos estratégicos de las localidades de Belén de Escobar, Garín y Maschwitz.

Mediciones. La entrada a Belén de Escobar es uno de los lugares donde se realizó el muestreo ambiental.

Los resultados surgen de un estudio realizado por la Dirección General de Ambiente del Municipio. La medición se realizó en puntos estratégicos de las localidades de Belén de Escobar, Garín y Maschwitz.

Aunque ahora se haya flexibilizado, el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto a partir del 20 de marzo por la pandemia de coronavirus arrojó resultados ambientales positivos en el partido de Escobar.

Como contracara de los contagios y los fallecimientos provocados por el Covid-19, la contaminación sonora y del aire experimentaron un marcado descenso en el último mes y medio. Desde luego, la merma obedece a la menor movilidad urbana y a la escasa circulación que hay después de las 18, cuando todos los comercios cierran sus puertas.

Un estudio realizado por la Dirección General de Ambiente del Municipio determinó que la contaminación sonora se redujo en un 35%. Algo parecido ocurrió con la contaminación del aire, que se retrajo en un 29%. En ambos casos el dato surge de la comparación con los mismos registros de 2019.

Las mediciones fueron realizadas en puntos estratégicos de las localidades de Belén de Escobar, Garín e Ingeniero Maschwitz, «con la finalidad de obtener registros científicos producidos en la atmósfera en medio de la cuarentena, que sirvan como parámetros ideales de ser alcanzados en el futuro, en épocas de normalidad», indicaron desde el Municipio.

También explicaron que «los resultados de las mediciones representan valores que están dentro de lo que establece la normativa para contaminación sonora y por debajo de los límites establecidos por ley en cuanto a contaminación del aire».

El estudio fue supervisado por la Agencia Municipal de Planificación para la Vivienda y el Hábitat, en cooperación con la Secretaría de Ambiente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a partir de la firma de un convenio de colaboración ambiental y asistencia técnica mutua entre ambas jurisdicciones.

Las autoridades anunciaron que en los próximos días «las mediciones se completarán en las otras tres localidades del distrito y se mantendrá una frecuencia semanal comparativa para controlar la conducta en el impacto ambiental».

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