Panamericana cortada por choferes de la línea 60

Reclaman que la empresa les liquide “correctamente” sus haberes y denuncian maniobras extrañas.

El servicio de colectivos de la línea 60, que diariamente transporta un cuarto de millón de personas entre el barrio porteño de Constitución y localidades del Conurbano norte, continuaba al comenzar este jueves 9 paralizado por una huelga, pese a gestiones conciliadoras de las autoridades.
De hecho, la protesta se trasladó desde las 7.15 a la autopista Panamericana, que se encuentra cortada por los trabajadores a la altura del kilómetro 42, mano a Capital.
“Votamos en asamblea cortar la Panamericana para llamar la atención, porque la empresa (MONSA) desoyó el dictamen del Ministerio de Trabajo de la Nación para corregir y pagar las malas liquidaciones”, enfatizó el delegado gremial Schvartzman.
Su par Carlos Gómez, en tanto, reafirmó la postura del gremio tras una reunión en el Ministerio de Trabajo: “Nos llamaron para ver si levantábamos el paro y dijimos que no. Exigimos que la empresa liquide los salarios como corresponde”.
La reunión entre los delegados y representantes de la empresa Monsa, licenciataria de la línea 60, fue convocada a las 23 del miércoles por el jefe de Gabinete de la cartera laboral, Norberto Ciavarino. Fue el cierre de una jornada con varias reuniones, sin éxito.
La medida de fuerza se cumple en los 17 ramales de la línea, que desde el barrio porteño de Constitución sirven al Conurbano norte, con cabeceras en Rincón de Milberg, en el Tigre, e Ingeniero Maschwitz, en Escobar.
El paro es total y grupos de trabajadores -conductores, mecánicos, administrativos, limpiadores- permanecen en las cabeceras en actitud de protesta.
El conflicto se gestó, según la información de los delegados, tras el cambio de dueños de la empresa, ocurrido en noviembre pasado.
Unos 700 trabajadores se quejaron por errores en la liquidación de algunos rubros remuneratorios como las horas extras y las vacaciones, reclamo que fue avalado por las autoridades laborales, que incluso multaron a la empresa por incumplimiento de sus obligaciones con más de 600.000 pesos.
Gómez informó que en los últimos meses otros 150 trabajadores tuvieron problemas con la correcta liquidación de sus salarios.
“El Ministerio jugó todas las cartas bien, como corresponde, pero no hay caso con esta empresa. Hoy volvieron a decir que iban a revisar las liquidaciones una por una y que 24 horas después iban a pagar la diferencia, si la había. Pero eso ya lo hicieron y no pagaron nada”, dijo el delegado Gómez.
El sindicalista informó que las autoridades laborales hicieron en las últimas horas nuevas advertencias a la parte empresaria, con instrucciones a otra dependencia del Ministerio de Trabajo para que aplique una nueva multa, que esta vez sería de un millón y medio de pesos.
También Trabajo notificó a la Secretaría de Transportes sobre el caso, lo que podría traer consecuencias sobre las subvenciones que la empresa recibe del Estado nacional.
“Encima, después que dijeron que la línea no es rentable y sobran trabajadores, incorporaron a 150 nuevos, entre los cuales hay gente extraña que apretó a algunos compañeros. Hicimos las denuncias a la Policía y la Gendarmería”, añadió el delegado.
Los trabajadores denuncian maniobras de los nuevos dueños de la empresa.

Los trabajadores denuncian maniobras del nuevo directorio.

El servicio de colectivos de la línea 60, que diariamente transporta un cuarto de millón de personas entre el barrio porteño de Constitución y localidades del Conurbano norte, continuaba al comenzar este jueves 9 paralizado por una huelga, pese a gestiones conciliadoras de las autoridades.

De hecho, la protesta se trasladó desde las 7.15 a la autopista Panamericana, que se encuentra cortada por los trabajadores a la altura del kilómetro 42, mano a Capital.

“Votamos en asamblea cortar la Panamericana para llamar la atención, porque la empresa (MONSA) desoyó el dictamen del Ministerio de Trabajo de la Nación para corregir y pagar las malas liquidaciones”, enfatizó el delegado gremial Schvartzman.

Su par Carlos Gómez, en tanto, reafirmó la postura del gremio tras una reunión en el Ministerio de Trabajo: “Nos llamaron para ver si levantábamos el paro y dijimos que no. Exigimos que la empresa liquide los salarios como corresponde”.

La reunión entre los delegados y representantes de la empresa Monsa, licenciataria de la línea 60, fue convocada a las 23 del miércoles por el jefe de Gabinete de la cartera laboral, Norberto Ciavarino. Fue el cierre de una jornada con varias reuniones, sin éxito.

La medida de fuerza se cumple en los 17 ramales de la línea, que desde el barrio porteño de Constitución sirven al Conurbano norte, con cabeceras en Rincón de Milberg, en el Tigre, e Ingeniero Maschwitz, en Escobar.

El paro es total y grupos de trabajadores -conductores, mecánicos, administrativos, limpiadores- permanecen en las cabeceras en actitud de protesta.

El conflicto se gestó, según la información de los delegados, tras el cambio de dueños de la empresa, ocurrido en noviembre pasado.

Unos 700 trabajadores se quejaron por errores en la liquidación de algunos rubros remuneratorios como las horas extras y las vacaciones, reclamo que fue avalado por las autoridades laborales, que incluso multaron a la empresa por incumplimiento de sus obligaciones con más de 600.000 pesos.

Gómez informó que en los últimos meses otros 150 trabajadores tuvieron problemas con la correcta liquidación de sus salarios.

“El Ministerio jugó todas las cartas bien, como corresponde, pero no hay caso con esta empresa. Hoy volvieron a decir que iban a revisar las liquidaciones una por una y que 24 horas después iban a pagar la diferencia, si la había. Pero eso ya lo hicieron y no pagaron nada”, dijo el delegado Gómez.

El sindicalista informó que las autoridades laborales hicieron en las últimas horas nuevas advertencias a la parte empresaria, con instrucciones a otra dependencia del Ministerio de Trabajo para que aplique una nueva multa, que esta vez sería de un millón y medio de pesos.

También Trabajo notificó a la Secretaría de Transportes sobre el caso, lo que podría traer consecuencias sobre las subvenciones que la empresa recibe del Estado nacional.

“Encima, después que dijeron que la línea no es rentable y sobran trabajadores, incorporaron a 150 nuevos, entre los cuales hay gente extraña que apretó a algunos compañeros. Hicimos las denuncias a la Policía y la Gendarmería”, añadió el delegado.

Un cordón policial controla a los trabajadores. El corte en la autovía fue parcial.

Un cordón policial controla a los trabajadores de la línea 60. El corte en la autovía fue parcial.

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