Como ocurrió en diversos puntos del país, más de trescientas personas se movilizaron desde la entrada de la ciudad hasta la plaza central en adhesión al Paro Nacional de Mujeres. Denuncian que los femicidios siguen en aumento.
En medio de la muchedumbre que circulaba por las calles céntricas de la ciudad, la voz de ellas sonó más fuerte que nunca: en correlato con lo que ocurrió en diferentes puntos del país, más de trescientas personas marcharon este miércoles en Belén de Escobar en el marco del denominado Paro Nacional de Mujeres.
El reclamo por la cantidad creciente de femicidios -se estima que hay un caso cada 35 horas- y la inacción de la Justicia ante casos como el de la marplatense Lucía Pérez, cuyos asesinos fueron sorpresivamente absueltos, fue uno de los ejes de la convocatoria, que tuvo como punto de encuentro la entrada de Escobar, a las 17.
Consignas como “Vivas nos queremos” y “América Latina es toda feminista” fueron las más repetidas por los manifestantes, que en su camino pasaron por el Juzgado de Garantías Nº3. Allí volvieron a exigir la detención de Juan Carlos Monjes (29), el novio de Yanina Miranda (35), la mujer que falleció el sábado por las gravísimas quemaduras que sufrió durante una discusión que mantuvieron en su vivienda del barrio Villa Bourdet.
El hombre, que en las primeras horas estuvo aprehendido como sospechoso, fue liberado por el juez Luciano Marino por la inexistencia de «pruebas suficientes», más allá de que Monjes había sido denunciado por violencia de género. Por eso, en la manifestación se multiplicaron los pedidos de justicia y el reclamo para que la causa, tramitada por el fiscal Christian Fabio, sea recaratulada como femicidio.
Tampoco faltaron pancartas en memoria de Paula Cufré, la abuela de Maschwitz que falleció hace poco más de dos años tras ser víctima de un ataque sexual. El depravado que abusó de ella y la agredió mortalmente nunca fue identificado.
De la manifestación participaron diferentes agrupaciones como el Movimiento Evita, Barrios de Pie, Mala Junta, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), La Cámpora y el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA).
Todas ellas convivieron pacíficamente y, al ritmo de los bombos y platillos, compartieron un mensaje que cada vez suena más fuerte: «Ni una menos».
Por Alejo Porjolovsky