Libre de baches: Finalizó la obra de repavimentación de la calle Estrada

El nuevo asfalto de la arteria, que pasa entre la plaza central y el Palacio Municipal, se extiende a lo largo de ocho cuadras, desde Gelves hasta las vías del ferrocarril. Fue realizado por la Comuna en el marco de su plan de infraestructura vial.

Impecable. Los baches y desniveles de la céntrica arteria ya son parte del pasado en su tramo principal.

El nuevo asfalto de la arteria, que pasa entre la plaza central y el Palacio Municipal, se extiende desde Gelves hasta las vías del ferrocarril. Fue realizado por la Comuna en el marco de su plan de infraestructura vial.

Al igual que otras tantas del centro de la ciudad, la calle Estrada llevaba varios años plagada de baches y desniveles. Pese a su importancia por el flujo vehicular que descargaba de la avenida Tapia de Cruz, la arteria que pasa por detrás de la plaza central y frente al Palacio Municipal recién ahora vuelve a estar en buenas condiciones, a partir del nuevo asfalto que se colocó en los últimos días.

La obra, encarada por el Municipio en el marco de su plan de infraestructura vial, se extendió desde la calle Estrada hasta las vías del ferrocarril, lo que da una línea recta de unos 800 metros. Era la parte que se encontraba en peores condiciones y ahora su estado es impecable.

El asfalto que se le colocó tiene un espesor de siete centímetros. Previamente, los tramos de hormigón que estaban más dañados fueron removidos y reemplazados por nuevos paños, sobre los cuales se agregó la capa de rodamiento.

Así, un largo trayecto de la calle Estrada quedó libre de baches, al igual que otras que se encontrabas tan mal o peor, como Rivadavia, Don Bosco, Colón y Tapia de Cruz, todas ellas recientemente repavimentadas por la Comuna.

De seguir por esta línea, quizás el intendente Ariel Sujarchuk tenga en cuenta la posibilidad de priorizar ciertos tramos de las calles Sarmiento, Bernardo de Irigoyen, César Díaz y Travi en la planificación de las próximas obras de infraestructura vial para cumplir la promesa de dejar la ciudad prácticamente sin baches al finalizar su mandato. Algo que parecía casi imposible hace apenas tres años, teniendo en cuenta el generalizado estado de deterioro existente.

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