Le ponen freno a los abusos de la línea 507

portada Los colectivos no tienen máquinas de boletos, mientras que ellos trabajan en negro y a destajo. La medida de fuerza afecta a varios barrios de la ciudad.

La línea 507 dejó de circular este lunes y por tiempo indeterminado.

La línea 507 dejó de circular este lunes y por tiempo indeterminado.

En condiciones tan precarias, es difícil comprender cómo ha hecho la línea 507 para sobrevivir durante estos años y, encima, adjudicarse nuevos recorridos. Pero algunas de las vejaciones que los choferes denuncian están a la vista del más ocasional usuario: los colectivos ni siquiera cuentan con máquina expendedora de boletos. Además, dicen que no están registrados y que sus haberes consisten en un porcentaje de la venta de pasajes. Estas y otras irregularidades, sumado al despido de un compañero, llevaron a los trabajadores del volante a pisar el freno y declararse en huelga por tiempo indeterminado.

La medida de fuerza, que entró en vigencia este lunes, involucra a los dos recorridos que la línea tiene en Belén de Escobar y que conectan a la terminal con el cementerio municipal -atravesando los barrios Phillips y La Victoria- y el barrio Coprovi. Por ende, son varios centenares de usuarios los que se ven afectados, muchos  con recursos que apenas les alcanzan para costearse el transporte público.

Desde la recientemente inaugurada subdelegación de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Daniel Oundjiam explicó que “los choferes están trabajando a porcentaje (cobran un 20% de los boletos que cortan) y perciben de 20 a 50 pesos diarios, no les pagan aguinaldo, no les respetan vacaciones ni nada. La empresa no cumple con las condiciones de trabajo”, manifestó el representante sindical en declaraciones a FM Líder. Además, señaló que al terminar su jornada laboral los conductores deben encargarse de cargar gasoil y lavar las unidades.

El conflicto que derivó en el paro se precipitó por el despido de un trabajador, quien posteriormente habría sido reincorporado. “Pero fue todo verbal, sin cartas o telegramas”, apuntó Oundjiam.

Aunque se espera que desde el Ministerio de Trabajo bonaerense se dicte una conciliación obligatoria que obligue a la empresa a encuadrarse en el marco legal, los trabajadores son partidarios de un cambio de fondo: que se le retire la concesión a la actual prestadora y se le adjudique a una firma más solvente. Fundamentan esta postura en su temor a represalias por parte del titular de la 507, Alberto Spen.

Un elemento que llama la atención de los trabajadores es que la empresa, por ser concesionaria de un servicio de transporte público, percibe generosos subsidios en el costo del gasoil, lo que hace suponer un manejo poco transparente de sus finanzas en detrimento del personal, cuyos derechos se ven deliberadamente pisoteados por la patronal.

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