La angustiante situación de los clubes escobarenses por el efecto coronavirus

Sin actividades desde hace un mes y medio, con costos fijos que afrontar y con ingresos casi nulos, dependen de una ayuda oficial para no caer en bancarrota. Además, apelan al compromiso y la lealtad de sus socios.

Desolación. El ingreso al campo de deportes de Independiene y la vieja cancha de básquet de Sportivo.

Sin actividades desde hace un mes y medio, con costos fijos que afrontar y con ingresos casi nulos, dependen de una ayuda oficial para no caer en bancarrota. Además, apelan al compromiso y la lealtad de sus socios.

La llegada del Covid-19 hizo estragos en todos los aspectos, afectó al mundo y debilitó muchísimo la economía en general. En el partido de Escobar, entre los más perjudicados están los clubes e instituciones deportivas, ya que no se permite la aglomeración de gente en lugares abiertos ni cerrados para evitar contagios y la propagación del virus.

Con un mes y medio sin ingresos, a estas entidades se les hace cuesta arriba poder pagar los sueldos de sus empleados y entrenadores. Si bien todos los clubes informaron a sus socios que podrían abonar las cuotas de manera virtual, la adhesión fue baja y eso dificulta la parte financiera.

“La situación es muy complicada, como la de todos los clubes. Prácticamente estamos sin ingresos», sostuvo el presidente de Sportivo, Gustavo Bruno, al ser consultado por El Día de Escobar y El Deportivo Web. «Vía redes avisamos que habíamos habilitado el pago electrónico para abonar la cuota societaria, no la deportiva porque no estamos brindando el servicio. De una masa de casi 800 socios, pagaron la cuota 180», señaló el directivo.

El titular del club albiceleste también se refirió a lo difícil que se les hace cumplir con las obligaciones al disponer de tan pocos ingresos: “Tenemos que pagar el sueldo de los profesores y los empleados. Ya presentamos todos los papeles para obtener la ayuda que ofrece el Gobierno. Hasta ahora solo pudimos pagar el 50% de esos sueldos, esperemos que en mayo se pueda solucionar. Hay que pagar servicios y estamos en una encrucijada complicada”.

Sportivo venía siendo protagonista del Federal de básquet, que debió cancelarse y en las últimas horas se dio por finalizado. “Salió la resolución que el Federal se dio por terminado, no va a continuar. En octubre se iniciará uno nuevo. Se renegociarán los contratos de los jugadores y veremos cómo seguimos en el futuro. Gracias a Dios los sponsors siguen respondiendo y espero que continúen”, destacó.

Bruno también les habló a los socios del club, llevándoles tranquilidad en cuanto a que los predios se encuentran en buenas condiciones. “Que se queden tranquilos, está todo prolijo como si estuviera funcionando, hasta la pileta se mantiene. Les mando un fuerte abrazo a todos, que se cuiden y los estaremos esperando ni bien podamos abrir las instalaciones”, completó.

Dirigentes. Gustavo Bruno, de Sportivo, y Gustavo Basso, de Independiente, con la misma preocupación.

El presidente del Club Independiente de Escobar (CAIDE), Gustavo Basso, también mostró su preocupación por la cuarentena, la inactividad y los trastornos que ocasiona. “Estamos complicadísimos a nivel económico, con nulas recaudaciones. Cortamos las cadenas de pago a proveedores, de a poco le hacemos frente a los servicios y pagamos el mes de marzo a los empleados», detalló.

«Nos mantenemos con las cuotas, los adicionales, los alquileres de canchas y ahora no tenemos nada de eso. También se cortó la cadena de pago de los locales que alquilamos, porque están cerrados, sino nos defenderíamos con eso”, expresó, preocupado.

El dirigente del CAIDE está a la espera de una ayuda del Gobierno, para poder afrontar los sueldos, e igual que Bruno les pide a los socios que colaboren pagando las cuotas online. “Esperemos que haya una resolución a nivel nacional para las instituciones, seguimos a la espera. Se ha complicado todo, lo poco que hay de recaudación es a través de los pagos bancarios. Con eso pagaremos lo más urgente y lo repartiremos entre el personal. Sabemos que los clubes seremos los últimos en poder reabrir las puertas, necesitamos de los socios”, aseguró, resignado y tratando de pasar estos meses de angustia.

Basso también hizo mención a cómo se encuentran los predios del club, ante la imposibilidad de que acudan los socios: “El mantenimiento sigue a diario, hay una persona que corta el pasto, prende las luces, las apaga. Lo que hicimos es vaciar la pileta porque estando llena consume cloro y electricidad, por los filtros, decidimos dejarla sin agua para tener menos gastos”.

Una realidad inimaginable que golpea fuerte a los clubes locales. Ojalá dentro de algunos meses quede todo en el recuerdo y puedan seguir adelante, más fortalecidos y con ganas de volver a empezar.

Por Javier Rubinstein

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