Encuentran más de 450 tablones robados a Metrovías en un aserradero de Matheu

Eran durmientes que protegían el tercer riel, que provee de electricidad a los trenes. Su ausencia provocó la muerte de dos menores en la línea Urquiza.

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Eran durmientes de lapacho colorado que protegían el tercer riel, que provee de electricidad a los trenes. Su ausencia provocó la muerte de dos menores en el trayecto de la línea Urquiza.

La Policía Federal secuestró más de 450 tablones de lapacho colorado que habían sido sustraídos a la empresa de trenes Metrovías, durante un allanamiento realizado el viernes a la noche en un aserradero de la localidad de Matheu.

Fuentes policiales informaron que las investigaciones comenzaron luego de que se detectara la sustracción de los durmientes que cubren el tercer riel de las vías del ferrocarril Urquiza, que sirve para proveer electricidad a los trenes a través de un conducto continuo en los lados de la línea férrea.

A raíz de estos robos, dos menores fallecieron electrocutados al tomar contacto con el riel electrificado: Matías Godoy (15 años), el 15 de noviembre pasado, en el puente Arroyo Morón; y Enzo Pavón (12), el 18 de mayo, cuando jugaba con amigos al fútbol en la plaza de la estación Lourdes y fue a buscar la pelota que había caído sobre las vías.

Ambas tragedias pusieron en alerta a las autoridades sobre la ausencia de los durmientes que las hubieran evitado. Así, se inició una investigación que tuvo un primer allanamiento en una maderera ubicada en Benavidez, donde secuestraron 170 tablones de lapacho y cuatro muebles de esa madera. Metrovías reconoció como propio el material, con un valor aproximado de 200 mil pesos.

En el mismo marco, la División Urquiza de la Policía Federal allanó este viernes las instalaciones del Aserradero Gaido, ubicado sobre la ruta 25, casi sobre el límite de los partidos de Escobar y Pilar, que en su depósito tenía acopiados más de 450 tablones de lapacho colorado sustraídos al ferrocarril Urquiza.

Hasta el momento se desconoce si el propietario de la maderera habría comprado el lapacho de buena fe o estaría en conocimiento de la procedencia ilícita de esos durmientes.

Por el procedimiento tomó intervención el Juzgado Federal de 1º Instancia de Zárate-Campana, a cargo del juez Adrián González Charvay. Por el allanamiento en Benavídez, en tanto, actuó el Juzgado Federal en lo Crimina y Correccional Nº2 de San Isidro, a cargo de Sandra Arroyo Salgado.

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