Después de 27 años, el cura Luis Grassi dejará de ser el párroco de Matheu

El obispo Pedro Laxague dispuso su traslado a Baradero, como capellán rural, y en su lugar asumirá el presbítero Pablo Villalba, a partir de junio. “Los quiero mucho a todos, voy a extrañarlos”, expresó. También hubo cambios en la cocatedral de Escobar.

Sin sotana. Luis Grassi llegó a Matheu en 1990 y se convirtió en un personaje de la localidad.

El obispo Pedro Laxague dispuso su traslado a Baradero, como capellán rural, y en su lugar asumirá el presbítero Pablo Villalba, a partir de junio. También hubo cambios en la cocatedral de Escobar.

Todo tiene un final, todo termina, dice la canción. Y siempre es así. Incluso para Luis Grassi (62), quien a partir del 1º de junio dejará de estar a cargo de la parroquia San Juan Bautista, en Matheu, después de 27 años. Todo un récord, que se interrumpirá por una serie de nombramientos y reubicaciones sacerdotales que el obispo Pedro María Laxague dispuso en la diócesis de Zárate-Campana.

Su nuevo destino estará a cien kilómetros de Matheu, en Baradero, donde será vicario de las parroquias Santiago Apóstol y Nuestra Señora de Luján. Allí actuará como capellán rural de las capillas de Portela y Santa Coloma, al igual que en la de Villa Lía, perteneciente a la parroquia San Antonio de Padua, de San Antonio de Areco.

Poco se conoce sobre el motivo de su traslado. Algunos trascendidos indican que el obispo habría considerado que lleva “muchos años en el mismo lugar” y por eso le habría ofrecido un cambio de aire para renovar su misión evangelizadora.

Quien tendrá la difícil tarea de suplantar a Grassi será el presbítero Pablo Villalba, un joven sacerdote de Maquinista Savio que dejará su actual destino, en Parada de Robles, para instalarse en Matheu.

“Parte del staff de Matheu”

Nacido en la localidad santafesina de San Vicente y criado en Vicente López, Luis Salvador Grassi había llegado a la parroquia San Juan Bautista en 1990, con 35 jóvenes años. Por su rol social y su personalidad, no le llevó mucho tiempo erigirse en una de las personalidades de la localidad, donde supo granjear numerosas relaciones y amistades.

También fueron muy convocantes sus misas de sanación de enfermos, que celebraba una vez al mes. Y seguramente habrá quienes recuerden sus duelos contra el entonces intendente Luis Patti en las canchas de bochas.

“No me quiero ir más de Matheu, siento que es mi familia. Tengo mi gran grupo de amigos, que nos juntamos comer y jugar al truco. Además, ya soy parte del staff de la localidad. Algunos me dicen que soy como el sargento García, que está siempre en el mismo lugar y nunca lo ascienden”, comentaba el párroco a la revista DIA 32 en una nota publicada en 2012.

A pesar de no tener ningún parentesco con el sacerdote Julio César Grassi, sentenciado por abuso de menores, su apellido le trajo más de un dolor de cabeza. “Al principio fue complicado, cuando en los informes de canal 13 ponían ‘Yo, Grassi’. Los llamé, les expliqué y les pedí que por favor aclaren”, recordaba sobre la investigación periodística que puso al descubierto las perversiones del popular religioso.

Cuando le preguntaron por la decisión del obispo, Grassi no ocultó su tristeza: “Voy a extrañar mucho a todos los matheuenses, siento que éramos como una familia. Pero no estaré muy lejos, así que los vendré a visitar en forma permanente. Estoy agradecido a todo el pueblo por lo mucho que me brindaron en todos estos años, realmente los quiero mucho”, expresó en declaraciones a La Nueva Palabra.

Nuevas caras en la cocatedral

La serie de nombramientos dispuestos semanas atrás por monseñor Laxague también alcanzaron a la cocatedral Natividad del Señor, en Belén de Escobar, donde el presbítero Adrián Lázaro fue designado como nuevo párroco, en tanto que Alberto Evangelista quedó a cargo de la vicaría parroquial.

Ambos tomaron posesión de sus cargos a partir de este lunes y el próximo sábado, a las 19, serán formalmente puestos en funciones en una misa con la comunidad celebrada por el obispo, según pudo saber El Día de Escobar.

Por su parte, el cura Fernando Fusari, que estaba a cargo de la cocatedral, fue designado vicario parroquial de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, en Parada Robles (Exaltación de la Cruz).

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