Denuncian discriminación a una nena discapacitada en la heladería Munchi’s

Se llama Violeta, tiene 6 años y padece un retraso del neurodesarrollo. Su madre la llevó a tomar un helado, pero no la dejaron ingresar porque estaba con su perra de asistencia. La imagen causó indignación en las redes.

Compañeras. Violeta y su perra, en el parque de Munchi’s. “Tienen una conexión maravillosa”, afirma su madre.

Se llama Violeta, tiene 6 años y padece un retraso del neurodesarrollo. Su madre la llevó a tomar un helado, pero no la dejaron ingresar porque estaba con su perra de asistencia. La imagen causó indignación en las redes.

Una situación indignante se vivió en el local de la heladerías Munchi’s de Escobar, donde le negaron el ingreso a una nena discapacitada de 6 años porque estaba acompañada de su perra de asistencia. El caso fue denunciado por su madre en las redes sociales, donde las muestras de solidaridad y repudio se hicieron virales.

Violeta tiene 6 años y padece un retraso del neurodesarrollo debido a una malformación congénita. Es de La Plata, pero actualmente se encuentra realizando un tratamiento en el centro de rehabilitación de Fleni.

El hecho ocurrió el martes 16 a la tarde, cuando Violeta, su mamá, la perra de asistencia y la zooterapeuta llegaron al estacionamiento de la popular heladería, ubicada en la intersección de la ruta 25 y la calle Cané. Al bajarse del auto, un empleado de seguridad les indicó que no podían ingresar con mascotas.

Como les sucede frecuentemente, la madre de la pequeña explicó que no se trataba de una mascota sino de su perro de asistencia, el cual legalmente puede ingresar a los lugares de acceso público ya que es vital para acompañar, conducir y auxiliar a su hija.

«Le expliqué que desde el año 2013 existe una ley, la 26.858, que permite el libre acceso y permanencia de estos perros, y que teníamos a disposición la documentación necesaria tanto de la niña como de su perra, que portaba su uniforme, su identificación y la correa», relató la mamá de Violeta, Verónica Ribelotta, a LaNoticia1.com.

La mujer contó que el empleado de seguridad consultó a la encargada de lña sucursal y que luego de unos minutos volvió diciendo que “a manera de excepción” las dejarían “permanecer en el parque pero sin entrar al salón”.

Denuncia viral. La imagen que publicó la madre de Violeta en Instagram le dio notoriedad al caso.

“Tratamos de explicarle que ellos no estaban haciendo una excepción sino que no estaban cumpliendo con una ley, pedimos hablar con la encargada pero estaba ocupada, por lo que le dijimos que lamentábamos que no respeten una ley y que estaban discriminando a la niña. Luego de eso nos dirigimos a comprar el helado para Violeta”, agregó.

Fue así como la zooterapeuta, Violeta y su perra se quedaron en el sector de acceso mientras Verónica fue hasta la caja, que está en el sector del salón, compró el helado y, tal como les indicaron, debieron quedarse en el parque sin entrar al negocio.

“Sacamos la foto y nos retiramos sin hacer ningún escándalo. Solo queríamos tomar un helado sin pasar más malos momentos. Nunca permitiríamos que la niña se sienta mal porque no puede ingresar a un lugar, por lo que nos quedamos en el parque y nos retiramos enseguida”, explicó la mujer, quien pidió que quede claro que “no se puede limitar el ingreso de su perra de asistencia a un sector y que el animal puede acompañar a la niña a donde vaya”.Además, sobre el hecho señaló que «todo debe poder corroborarse con las cámaras que la empresa tiene en el predio».

Luego del mal trago, la madre decidió continuar el paseo con Violeta en el hipermercado Jumbo, donde tuvieron mejor suerte. «Pensábamos que tendríamos un problema similar, pero la persona de seguridad de la entrada nos sorprendió al decirnos que no había ningún inconveniente y que éramos bienvenidas. Sacamos fotos y también lo publicamos agradeciendo a la empresa”, señaló Ribelotta.

Entre las góndolas. Tras el mal trago en Munchi’s, la mujer, su hija y su perra pasearon sin problemas por Jumbo.

Una ley poco conocida

Promulgada el 10 de junio de 2013, la ley 26.858 prevé en su artículo 1° garantiza el derecho al “acceso, deambulación y permanencia a lugares públicos y privados de acceso público y a los servicios de transporte público, en sus diversas modalidades, de toda persona con discapacidad, acompañada por un perro guía o de asistencia”.

“Solo queremos que se respete la ley y que nadie más deba pasar momentos como estos. Estas cosas nos suceden todo el tiempo, por lo que creemos que única forma que se conozca la ley y la existencia de los perros de asistencia es publicando y contándolo”, expresó la mamá de Violeta.

Además, contó que su hija y Pepa tienen una conexión “maravillosa”: “Desde hace tres años la perra la sostiene, la emociona y la motiva para avanzar cada día más”.

“Los perros de asistencia son una ayuda técnica y se entrenan para mejorar la calidad de vida y facilitar la autonomía de las personas con discapacidad», concluyó la mujer, quien adelantó que seguirá luchando para “que se respete la ley y nadie más deba pasar malos momentos”.

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