Conmoción y dudas por el caso de una chica violada cuando salía del colegio

Tiene 13 años. Le dijo a su madre que un sujeto la raptó en pleno centro de Escobar y la llevó en auto a un descampado, donde la sometió. Pero las imágenes de las cámaras de seguridad no coincidirían con su relato. La pericia confirmó que sufrió un abuso.

Escena del crimen. Personal de la Comisaría de la Mujer recorrió el descampado al que refirió la menor.

Tiene 13 años y dijo que un sujeto la raptó y la llevó en auto a un descampado, donde la sometió. Pero las imágenes de las cámaras de seguridad no coinciden con su relato. No obstante, el informe médico certificó que fue abusada.

Una chica de 13 años denunció haber sido abusada sexualmente por un sujeto que la interceptó en pleno centro de Belén de Escobar y la llevó en auto hasta un descampado distante unas quince cuadras. Fue este miércoles al mediodía, minutos después de haber salido del colegio. Sin embargo, su relato no coincidiría con las imágenes de las cámaras de seguridad, aunque el informe médico determinó que la violación existió.

El caso fue denunciado por la madre de la chica en la Comisaría de la Mujer y la Familia. Declaró que, alrededor de las 15, su hija llegó llorando a su casa y le confesó que había sido abusada por un hombre de “unos 48 años, canoso, con rulos y poco pelo”, que la interceptó en el cruce de la calle Estrada y vías del ferrocarril.

Esto sucedió poco después de que la adolescente saliera de la Escuela Secundaria Nº21, sita sobre Estrada al 400, entre Yrigoyen y Belgrano, a una cuadra de la plaza principal de la ciudad. Contó que iba a comprar algo a la librería del kiosco de la esquina, pero cambió de idea al ver que desde un automóvil Volkswagen Gol blanco le hacían señas de luces.

Asustada, decidió empezar a caminar hacia el polideportivo municipal, donde tendría clases de Educación Física a partir de las 13.30. Dice que al llegar al cruce de Estrada y las vías volvió a aparecer este vehículo, que su conductor la interceptó y la subió por la fuerza.

Despliegue. Las fuerzas policiales rastrillaron la zona hasta las últimas horas de la tarde.

Después “la ató de pies y manos y le tapó los ojos con cinta”. La madre de la chica afirmó que el individuo manejó durante varios minutos, se detuvo y la bajó del auto “en brazos”. El lugar era un descampado de la calle Corrientes, entre Gelves y Las Heras, a 300 metros del predio de la Fiesta de la Flor y a unas 15 cuadras de donde la había levantado.

Allí, el individuo le sacó la venda, la recostó sobre un colchón que había entre los pastizales y abusó de ella. Tras concretar la violación, se retiró en el coche.

La menor, en tanto, volvió caminando hasta la esquina de Estrada y Mitre, donde está la parada del 507. Tomó el colectivo y fue hasta su casa, en el barrio La Victoria, de acuerdo al testimonio que figura en la causa.

Ante la denuncia formulada por la madre, se inició una investigación que enseguida arrojó varias dudas e interrogantes sobre las circunstancias del hecho.

Discrepancias con las cámaras

Fuentes del caso revelaron a El Día de Escobar que las cámaras de seguridad existentes en la zona, tanto municipales como privadas, muestran que al salir del colegio la chica fue hasta la plaza junto a tres compañeros, después regresó con ellos en dirección a la escuela y a los cinco minutos volvió sola a la plaza. Sentado en una bicicleta la esperaba un chico, a quien saludó con un beso.

Esas imágenes muestran una secuencia que no fue declarada en la denuncia de la madre. Pero no es lo único aspecto que, a prima pacie, no cierra. “En las cámaras que hay cerca del predio donde dijo haber sido violada no aparece nunca el Gol blanco ni tampoco se la ve a ella yendo a la parada de colectivo”, indicó una persona que tuvo acceso a esas filmaciones.

Sin rastros. La Policía no tiene pistas del auto blanco ni del hombre que habría abusado de la menor.

Hasta el momento, además, no habría ningún testigo del momento en que la chica es interceptada y privada de su libertad, a pesar de ser una zona de mucha circulación vehicular y peatonal, más en ese horario.

Pese a estos interrogantes, no hay dudas de que la menor fue víctima de una violación. El informe médico policial certificó la existencia de lesiones recientes en la zona genital que «serían compatibles con signos de defensa».

Lo que no les cierra a los investigadores es la discrepancia entre su relato y las imágenes de las cámaras. “Son varios los aspectos que no cuadran, pero seguramente con el correr de los días se van a esclarecer. Hay que ser paciente y prudente”, confió una alta fuente policial.

Por lo pronto, el caso, que generó una fuerte conmoción en la comunidad, fue caratulado “abuso sexual” y está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción Nº4.

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