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Ilusión. Julieta, en el trono de la Reina Nacional de la Fiesta de la Flor, representando a su localidad.
La cumpleañera sufrió una falla cardíaca cuando empezaba el evento. Intentaron reanimarla y la llevaron a un centro asistencial, pero no reaccionó. Se llamaba Julieta Anahí Ilundain y era embajadora de la Casa de la Cultura de la localidad.
Nadie puede creer lo que pasó. Ni quienes estaban y lo presenciaron ni aquellos que se fueron enterando con el correr de las horas. En Ingeniero Maschwitz, lo que debía ser una fiesta inolvidable se convirtió en tragedia cuando una adolescente que festejaba sus 15 años falleció al sufrir una falla cardíaca. No hay palabras para explicar tanto dolor ante una fatalidad semejante y tan cruel.
De acuerdo a las versiones que circularon por las redes sociales, la cumpleañera sufrió una descompensación cuando la fiesta recién empezaba y ella estaba recibiendo arreglos florales junto su hermano.
En medio de la conmoción que generó ese episodio, algunos invitados le realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), mientras otros llamaron desesperadamente al 911 para solicitar una ambulancia.
Alegría. Junto a su madre, Karina Acosta, con los atuendos de representante de Ingeniero Maschwitz.
Minutos más tarde, fue trasladada a un centro asistencial de la localidad, donde confirmaron su fallecimiento por un paro cardiorrespiratorio.
Julieta Anahí Ilundain era una chica muy conocida en la localidad, que se destacaba por sus diversos intereses, especialmente artísticos.
Fana del folklore, siendo muy pequeña participó del festival de Raíces Provincianas, actualmente integraba la Escuela Orquesta del barrio Lambaré y había sido elegida segunda representante de la Casa de la Cultura de la ciudad.
Paisana. En la estación de trenes de Maschwitz, antes de participar de un festival folklórico.
También se presentó como cantante solista en el concurso Escobar Vibra y compitió en los Juegos Bonaerenses 2021, entre otras actividades. Y hace dos semanas había participado de la carrera Hambre Cero, que organizó el Municipio en Maschwitz.
Su madre, Karina Acosta, también es conocida porque desde años trabaja en la Dirección de Cultura del Municipio.
Es por eso que la noticia se viralizó en las redes sociales, donde familiares, compañeros y vecinos en general expresaron su tristeza y consternación. Muchos también exaltaron las hermosas cualidades que supo desplegar y por las cuales fue muy querida. Que su vida haya finalizado tan tempranamente es una desgracia que jamás tendrá explicación ni consuelo.
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