Hoy, miércoles 4 de marzo, se cumplen 138 años del día en que el martillero Lisandro Medina -prestigioso vecino de la localidad de San Martín – dio inicio al primer remate de los terrenos que conformaban el trazado del pueblo de Belén, que se ubicaba en campos de la antigua pobladora de la región, la benemérita y piadosa matrona doña Eugenia Tapia viuda de Cruz.
Ese histórico amanzanamiento dio comienzo el domingo 4 de marzo de 1877 a partir de las 10 horas (según constaba en el afiche con el cual se publicitó el mencionado hecho comercial) y se extendía a ambos lados de las vías del ferrocarril, que desde hacía algún tiempo unía Buenos Aires con Campana y tenía como central referencia la parada denominada Escobar, en cuyo lugar, poco tiempo después, se construiría la primitiva estación.
El denominado “Ferrocarril de Buenos Aires y Campana” había iniciado su servicio regular entre las cabeceras mencionadas el 22 de abril de 1876.
A partir de aquel lejano y recordado 4 de marzo de 1877, en que por mandato de su propietaria se comenzaron a vender los lotes del nuevo paraje, se hizo conocida la denominación del mismo como “el pueblo de Belén”, que algunos meses después comenzaría a figurar en los títulos de propiedad de los primitivos pobladores del lugar.
Aquel grupo de pioneros vecinos lo conformaron muchas familias de la zona -quienes tenían sus posesiones en los campos aledaños a los de doña Eugenia -, como así numerosos inmigrantes, en su gran mayoría italianos, los cuales al poco tiempo comenzarían a construir sus viviendas y a instalar los primitivos comercios.
El trazado inicial constaba de 80 manzanas, cuyos límites daban al Este con los campos de doña Justa Giles y al Oeste con los herederos de don Juan Olivera, todos ellos antiguos convecinos de la fértil campaña circundante, que por entonces pertenecía al partido de Pilar.
Por Alfredo N. Melidore
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