“Ciudad del Lago: Una estrategia de supervivencia en la barbarie”

¿Urbanizar o preservar? ¿Qué sociedad queremos construir? Escribe Jorge A. Derra.

Ciudad del Lago es un sujeto social que nos interpela desde dos miradas diferentes, aunque no contrapuestas. Una de esas miradas está expresada en la pregunta del arquitecto Garay durante su exposición en las jornadas de “El Escobar que queremos”: ¿Urbanizar o preservar? Y tiene una respuesta técnica de contenido ambientalista.
En este aspecto, y ante argumentos expuestos por el profesional informante de la empresa durante la audiencia pública, insistiendo en que el accionar del hombre ya ha producido deterioros del humedal y que este se encuentra degradado, corresponde decir que eso es cierto pero que de ningún modo es lo mismo un álamo, en el peor de los casos un pino, que una 4×4 o una topadora. En última instancia, si hay un enfermo lo que corresponde es curarlo, no matarlo.
La otra pregunta que nos hace Ciudad del Lago es: ¿Qué sociedad queremos construir? Aquí la respuesta es más compleja.
La problemática de un ecosistema no se agota en el ciclo biológico de la flora y la fauna que contiene, ni en los ciclos hidrológicos de sus cursos de agua. También tiene que ver con los seres humanos que viven dentro de ese ecosistema y con sus actividades, lo ambiental se junta con lo social, con lo político, con lo humano. La historia del sitio se mezcla con la de la sociedad que lo habita y lo circunda.
La vocación por aislarse de un sector de la burguesía enriquecida no es nueva. Surgió a mediados del siglo pasado, en la década del ‘60, con los llamados barrios residenciales, en las afueras de las urbanizaciones convencionales. Casi aislados, pero en la mayor parte de los casos de puertas abiertas. Luego fueron tomando otro carácter y el proceso tuvo un desarrollo vertiginoso. Hubo un crecimiento cuantitativo en cantidad y dimensiones de estos proyectos. Este crecimiento en cantidad genera las primeras asimetrías dolorosas dentro de la sociedad.
En los últimos 30 años, en el distrito de Escobar solo ha habido dos tipos de urbanizaciones. Por un lado, los barrios cerrados; por el otro, los asentamientos irregulares, en terrenos con problemas de dominio, donde sus habitantes viven en condiciones extremas; por lo general son tierras inundables que no han sido recuperadas y en muchos casos no tienen acceso a los servicios mínimos que requiere una población.
Esta dualidad de una sociedad con ghettos para ricos y ghettos para pobres es un estigma que injuria la condición humana. Es la sociedad de la desigualdad, de las asimetrías irresolubles.
Pero los barrios cerrados no solo han sufrido cambios cuantitativos sino también cambios cualitativos. Se perciben desde su propia denominación, ya no son los countries o los barrios cerrados. Ahora hablamos de ciudad, de pueblo, de comarcas. Es decir, emprendimientos privados con connotaciones de estados, dentro del Estado. Cuentan con maternidades, escuelas en todos los niveles de educación, universidades, seguridad, comercio, recreación, cultura y todas las actividades imaginables encerradas entre los límites de la ciudad amurallada.
Es el regreso de la sociedad feudal, enormes muros encerrándolas y en esos muros las catapultas que arrojan piedras y bolas de fuego a quienes pretendan atacarlas. Hoy las técnicas de defensa han cambiado, están muñidas de sistemas sofisticados de seguridad; cámaras de televisión, alarmas, sensores antipánico y hombres armados, que en determinadas circunstancias tienen orden de tirar a matar, como sucedió en 2001.
Tenemos aquí un conflicto social con el Estado ausente. Los precios de la tierra disparados por la especulación de los inversores inmobiliarios transforman en parias a grandes sectores de la sociedad. “Lo que no planifica el Estado a favor del pueblo lo planifica el monopolio en contra del pueblo”, decía Perón.
Esto es lo que está en discusión, la reaparición de las castas, como en las viejas sociedades feudales, con los unos adentro y los otros afuera.
Este modelo de urbanizaciones dispares no nace de la mera creatividad de los arquitectos, ingenieros o inversores. Es parte de un orden internacional, que supone que al planeta le sobran varios miles de millones de habitantes, que son excedentes humanos, seres prescindibles, sujetos de exterminio.
Actúan con estrategia de pinzas. Los corren de sus lugares de origen a fuerza de topadora, fuego y motosierra en el bosque. Con glifosato y agroquímicos cancerígenos en la plaga sojera. Destruyendo los cerros, envenenando los cursos de agua, en la mega minería. Y cuando ellos vuelan como pájaros asustados por un piedrazo y se asientan en las periferias de los grandes centros urbanos, los someten a la ignominia de vivir en agujeros inmundos, basurales asquerosos, en verdaderas reservas, como si fueran animales. Es la estrategia del exterminio.
Este es el interrogante que nos plantea Ciudad del Lago. Tal vez haya que volver al viejo Marx, cuando decía que el capitalismo o cambiaba a formas más justas de la sociedad, que él describió como el socialismo, o se hundía en el marasmo de la barbarie. La sociedad que pierde todos sus aglutinantes, que se desmembra, que rompe sus contratos, que destruye sus tejidos, que se transforma en un infierno, donde se pierde la moral, la ética y predomina la lucha de todos contra todos.
Esa barbarie que definió Marx es el escenario de Ciudad del Lago. Una estrategia de supervivencia en la barbarie. La tabla de salvación de las castas elegidas, las que se arrogan prerrogativas de nobleza, teniendo el dinero como linaje.
Tiempo atrás, en este mismo medio, escribí que Escobar era un municipio ocupado. Hubo quienes no me entendieron. ¡Bien señores, hete aquí al ejército de ocupación! Ciudad del Lago o El Cazal, o cómo se llame. Con sus generales al mando: Constantini, Vieytes, Tizado, etcétera, pero también con sus colaboracionistas rasos, como el Honorable Concejo Deliberante con su vergonzosa ausencia colectiva en la audiencia, lo que es una medida de su nivel de interés, preocupación y compromiso con el tema. El mismo nivel con que votaron la modificación del uso del suelo del humedal en noviembre último. ¿Sabrán lo que votaron?
Tal vez la ausencia tenga que ver con las declaraciones de su presidente, la bravuconada de exigir a los empresarios que cumplan las normativas, cuando sabe que las normativas que tienen que cumplir son las que ellos aprobaron a medida de los intereses de Constantini, permitiendo la urbanización.
Pero no se trata de hacer catarsis. Esta audiencia debe ser el punto de partida de un proceso de resistencia a esta ocupación. Es difícil, sí, pero se puede. Aunque nos digan que no. Hay ejemplos que nos impulsan a la lucha: Esquel, Andalgalá, Vicente López, los mismos vecinos de Escobar cerrando el basural, aunque esto terminó siendo funcional a los intereses de Ciudad del Lago.
Tenemos que formar una enorme red de los prescindibles, para confrontar con los señores de la nobleza del reino de Ciudad del Lago. Tenemos que ser estudiantes, trabajadores, comerciantes, productores, vecinos, juntos. Convoco desesperadamente a la clase dirigente de Escobar, para que se sume a esta pelea contra la ocupación, contra la barbarie de Ciudad del Lago.
Vamos a dar la pelea, porque la única batalla que se pierde, es la que se abandona.
Por Jorge A. Derra

Militante social – Concejal Frepaso entre 1999

y 2003

jorgederra@yahoo.com.ar

imagen

Ciudad del Lago es un sujeto social que nos interpela desde dos miradas diferentes, aunque no contrapuestas. Una de esas miradas está expresada en la pregunta del arquitecto Garay durante su exposición en las jornadas de “El Escobar que queremos”: ¿Urbanizar o preservar? Y tiene una respuesta técnica de contenido ambientalista.

En este aspecto, y ante argumentos expuestos por el profesional informante de la empresa durante la audiencia pública, insistiendo en que el accionar del hombre ya ha producido deterioros del humedal y que este se encuentra degradado, corresponde decir que eso es cierto pero que de ningún modo es lo mismo un álamo, en el peor de los casos un pino, que una 4×4 o una topadora. En última instancia, si hay un enfermo lo que corresponde es curarlo, no matarlo.

La otra pregunta que nos hace Ciudad del Lago es: ¿Qué sociedad queremos construir? Aquí la respuesta es más compleja.

La problemática de un ecosistema no se agota en el ciclo biológico de la flora y la fauna que contiene, ni en los ciclos hidrológicos de sus cursos de agua. También tiene que ver con los seres humanos que viven dentro de ese ecosistema y con sus actividades, lo ambiental se junta con lo social, con lo político, con lo humano. La historia del sitio se mezcla con la de la sociedad que lo habita y lo circunda.

La vocación por aislarse de un sector de la burguesía enriquecida no es nueva. Surgió a mediados del siglo pasado, en la década del ‘60, con los llamados barrios residenciales, en las afueras de las urbanizaciones convencionales. Casi aislados, pero en la mayor parte de los casos de puertas abiertas. Luego fueron tomando otro carácter y el proceso tuvo un desarrollo vertiginoso. Hubo un crecimiento cuantitativo en cantidad y dimensiones de estos proyectos. Este crecimiento en cantidad genera las primeras asimetrías dolorosas dentro de la sociedad.

En los últimos 30 años, en el distrito de Escobar solo ha habido dos tipos de urbanizaciones. Por un lado, los barrios cerrados; por el otro, los asentamientos irregulares, en terrenos con problemas de dominio, donde sus habitantes viven en condiciones extremas; por lo general son tierras inundables que no han sido recuperadas y en muchos casos no tienen acceso a los servicios mínimos que requiere una población.

Esta dualidad de una sociedad con ghettos para ricos y ghettos para pobres es un estigma que injuria la condición humana. Es la sociedad de la desigualdad, de las asimetrías irresolubles.

Pero los barrios cerrados no solo han sufrido cambios cuantitativos sino también cambios cualitativos. Se perciben desde su propia denominación, ya no son los countries o los barrios cerrados. Ahora hablamos de ciudad, de pueblo, de comarcas. Es decir, emprendimientos privados con connotaciones de estados, dentro del Estado. Cuentan con maternidades, escuelas en todos los niveles de educación, universidades, seguridad, comercio, recreación, cultura y todas las actividades imaginables encerradas entre los límites de la ciudad amurallada.

Es el regreso de la sociedad feudal, enormes muros encerrándolas y en esos muros las catapultas que arrojan piedras y bolas de fuego a quienes pretendan atacarlas. Hoy las técnicas de defensa han cambiado, están muñidas de sistemas sofisticados de seguridad; cámaras de televisión, alarmas, sensores antipánico y hombres armados, que en determinadas circunstancias tienen orden de tirar a matar, como sucedió en 2001.

Tenemos aquí un conflicto social con el Estado ausente. Los precios de la tierra disparados por la especulación de los inversores inmobiliarios transforman en parias a grandes sectores de la sociedad. “Lo que no planifica el Estado a favor del pueblo lo planifica el monopolio en contra del pueblo”, decía Perón.

Esto es lo que está en discusión, la reaparición de las castas, como en las viejas sociedades feudales, con los unos adentro y los otros afuera.

Este modelo de urbanizaciones dispares no nace de la mera creatividad de los arquitectos, ingenieros o inversores. Es parte de un orden internacional, que supone que al planeta le sobran varios miles de millones de habitantes, que son excedentes humanos, seres prescindibles, sujetos de exterminio.

Actúan con estrategia de pinzas. Los corren de sus lugares de origen a fuerza de topadora, fuego y motosierra en el bosque. Con glifosato y agroquímicos cancerígenos en la plaga sojera. Destruyendo los cerros, envenenando los cursos de agua, en la mega minería. Y cuando ellos vuelan como pájaros asustados por un piedrazo y se asientan en las periferias de los grandes centros urbanos, los someten a la ignominia de vivir en agujeros inmundos, basurales asquerosos, en verdaderas reservas, como si fueran animales. Es la estrategia del exterminio.

Este es el interrogante que nos plantea Ciudad del Lago. Tal vez haya que volver al viejo Marx, cuando decía que el capitalismo o cambiaba a formas más justas de la sociedad, que él describió como el socialismo, o se hundía en el marasmo de la barbarie. La sociedad que pierde todos sus aglutinantes, que se desmembra, que rompe sus contratos, que destruye sus tejidos, que se transforma en un infierno, donde se pierde la moral, la ética y predomina la lucha de todos contra todos.

Esa barbarie que definió Marx es el escenario de Ciudad del Lago. Una estrategia de supervivencia en la barbarie. La tabla de salvación de las castas elegidas, las que se arrogan prerrogativas de nobleza, teniendo el dinero como linaje.

Tiempo atrás, en este mismo medio, escribí que Escobar era un municipio ocupado. Hubo quienes no me entendieron. ¡Bien señores, hete aquí al ejército de ocupación! Ciudad del Lago o El Cazal, o cómo se llame. Con sus generales al mando: Constantini, Vieytes, Tizado, etcétera, pero también con sus colaboracionistas rasos, como el Honorable Concejo Deliberante con su vergonzosa ausencia colectiva en la audiencia, lo que es una medida de su nivel de interés, preocupación y compromiso con el tema. El mismo nivel con que votaron la modificación del uso del suelo del humedal en noviembre último. ¿Sabrán lo que votaron?

Tal vez la ausencia tenga que ver con las declaraciones de su presidente, la bravuconada de exigir a los empresarios que cumplan las normativas, cuando sabe que las normativas que tienen que cumplir son las que ellos aprobaron a medida de los intereses de Constantini, permitiendo la urbanización.

Pero no se trata de hacer catarsis. Esta audiencia debe ser el punto de partida de un proceso de resistencia a esta ocupación. Es difícil, sí, pero se puede. Aunque nos digan que no. Hay ejemplos que nos impulsan a la lucha: Esquel, Andalgalá, Vicente López, los mismos vecinos de Escobar cerrando el basural, aunque esto terminó siendo funcional a los intereses de Ciudad del Lago.

Tenemos que formar una enorme red de los prescindibles, para confrontar con los señores de la nobleza del reino de Ciudad del Lago. Tenemos que ser estudiantes, trabajadores, comerciantes, productores, vecinos, juntos. Convoco desesperadamente a la clase dirigente de Escobar, para que se sume a esta pelea contra la ocupación, contra la barbarie de Ciudad del Lago.

Vamos a dar la pelea, porque la única batalla que se pierde, es la que se abandona.

Por Jorge A. Derra

Militante social – Concejal Frepaso entre 1999 y 2003

jorgederra@yahoo.com.ar

23 Comentarios

  1. Matías Sosa

    bue que se yo tengo 17 años nomas, perdon no entiendo mucho de todo esto, lo unico que quiero que escobar sea como un tigre o un pilar de lindo aca en escobar no hay una [editado por moderador], y si me decis discriminador, bueno esta bien lo soi, todos los dias tengo miedo que me vengan a afanar los [editado por moderador] drogaditos que andan dando vueltas, yo se que escobar algun dia va a crecer para bien.

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    • Jorge

      Bien Matias al menos tenes la frescura de tus 17 y reconoces que sos discriminador, no es poco creeme y comprendo lo que queres yo tambien me crie en un lugar donde no habia una …. ( editado por el moderador) (le ahorre trabajo a los editores) pero creo que la diferencia es que en aquellos tiempos teniamos la esperanza de poder cambiar las cosas.
      Disculpame la osadia te voy a recomendar un texto del subcomandante Marcos buscalo en el google con este texto:
      » durito y las grietas de la tierra» tal vez te ayude a entender algunas cosas. sino lo encontras y te interesa avisa

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  2. Matías Sosa

    Hola señor Derra me dirijo a usted para comentarle mi postura y punto de vista sobre el futuro emprendimiento de la ciudad satélite denominado »Ciudad del Lago», que ocuparan terrenos del humedal y eso traera algún impacto ambiental ese es el único punto negativo, pero después todo positivo desde mi postura, ya que cuando este en desarrollo dará muchos puestos de trabajo para obreros y demás; y una vez terminado el emprendimiento viviran miles de familias que iran a abastecerse en locales céntricos y eso beneficiara al comercio. A demás esa población como no es de clase baja no saldra a matar a nadie como esas villas o barrios pobres que forman en el distrito, así que es mejor tener población de clase alta (gente que vive en paz) que baja(gente que se drogan y salen a matar), a eso también nos beneficiaremos porque al poseer varios barrios cerrados traeremos inversores para shoppings, cines y demás servicios, que a la vez producirán mas puestos de trabajo, sino mira tigre y pilar.

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    • Jorge Derra

      Matias los dos vemos la misma realidad, una sociedad fragmentada. Yo los llamo incluidos y excluidos los de adentro y los de afuera, vos los llamas clase alta y clase baja, como yo planteo vos decis que los de abajo no tienen derecho a nada, ni siquiera a un lugar donde vivir » asi que es mejor tener poblacion de clase alta» decis.
      Vemos el mismo escenario de horror que plantea Ciudad del Lago solo que yo me resisto a aceptarlo y vos tratas de acomodarte entre los de arriba, lo lamento estamos en guerra.

      Responder
      • Matías Sosa

        yo siempre cuando digo puestos de trabajo se me viene a la mente »oportunidad para la gente que se encuentra en la pobreza», la clase baja tiene derecho a tener una vivienda y a todo servicio, pero eso se da trabajando y estudiando.

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        • Jorge Derra

          pero decis que no queres que vivan en escobar decis que es mejor que vivan los de clase alta, pensa bien lo que decis tenes tan incorporado el discurso discriminatorio que ni te das cuenta cuando lo decis.

          Responder
  3. juan

    Comparto lo que dice el sr. Derra, vivir en sociedad significa relacionarse con el projimo y estos lugares solo promueven la division de clases. Gracias

    Responder
  4. charly

    grande derra ¡¡¡¡¡¡ aun en nuestras diferencias ideologicas ud sabe que lo admiro desde siempre¡¡¡¡

    Responder
  5. Jorge Derra

    Ineteresante la postura del Señor Pedro para el cual, los que viviran en terrenos que cuestan mas de 100.000 dolares con expensas que son iguales a tres sueldos de un trabajador de la construccion, y tienen un nivel de vida exclusivisimo son solo clase media, no son ricos y lo que es peor, todos aquellos que no podamos entrar a esos ghetos de ricos si no es para ser explotados, somos unos vagos que necesitamos que nos mantengan.
    Pobre y discriminatoria mirada la suya Don Pedro,
    ¿ Consiguio trabajo ya en ciudad del Lago en su condicion de tecnico?

    Responder
    • Pedro

      Seguis sin entender una postura distinta,tus ideas dejaron al pais como esta ,socioculturalmente hablando con 50% de POBRE y adolecencia sin futuro.Desde cuando un matrimonio de profesionales o comerciantes o Laburadores de oficios ,con un patrimonio de 150.000U$a es «RICO «???.(un depto de 3 ambientes!!)
      Estas confundido o tu discurso cerrado no te permite aceptar la teoria del derrame.
      Los «RICOS » son los que dan trabajo a la clase media y baja, sin ellos y su inversion en fabricas y emprendimientos ni»vos» ni yo tendriamos laburo, a no ser que «trabajes para el ESTADO «.

      Responder
      • nico

        »derrame » ?¿?¿¿?de [editado por moderador] unicamente

        Responder
      • Jorge Derra

        perdon la teoria del derrame no es la que aplico menem y nos llevo a la ruina de que derrame me hablas pedro todavia estamos esperando que se les caiga una gota parece que tienen la copa con barandita a la gente de ciudad del lago no se les caera una gota como no se les cae a ninguno de los que viven en esos emprendimientos que hasta hicieron lobby con la señora de Duhalde para aprobar una ley que los exime de impuestos, y pagan sueldos de miseria y no hay forma de protestar, te pagan cuando quieren y si un trabajador les va a cobrar no los dejan entrar. deja de mentir Pedro si vos queres ser parte de los explotadores que se salvan a costa de los que estan condenados a la miseria tenes tu derecho pero no mientas.
        yo no me piensopasar mi vida debajo de las botas de los ricos con la boca abierta esperando que se les caiga una gota de su riqueza aunque en el fondo esta no es la discusion, esa es la salida que buscas vos para defender lo indefendible.

        Responder
        • Pedro

          Tu estructura ideologica no te permite entender que vivis en un sistema con reglas que ni vos ni yo podemos cambiar.
          Mientras tanto habra 8000 empleos nuevos menos con jubilacion y obra social a cambio de que ???.Para vos los RICOS son los que tienen un depto y un auto ?? se consigue laburando y estudiando o sea con sacrificio.Y cuando trabajas en una empresa hay un dueño que tiene mas plata que vos y la arriesga para ganar mas ( que tiene eso de malo) y ello genera LABURO para los demas sino preguntale a los cubanos que estan cagados de hambre

          Responder
  6. Pedro

    Menos mal que son pocos los que adhieren a las opiniones de esta nota.
    Al leela vino a mi mente la famosa frase»estamos condenados para la POBREZA»

    Responder
  7. Pedro

    Estoy totalmente de acuerdo con Palanca.Estos»guetos» estan integrados por personas CLASE MEDIA» no por ricos (sic)que son los que pagan los impuestos y mantienen los subsidios para los VAGOS y que dara trabajo a la Clase MEDIA y BAJA ambos trabajadores.No se chupen el dedo con ese discurso que solo trae mas pobreza y falta de trabajo para todos.

    Responder
    • marcelo

      los vagos a que hace referencia mantenidos son los de »argentina trabaja» ??? o acaso los funcionarios de sandro guzman? o acaso los piqueteros que son llevados en camiones por la birra y el chori and other yerbas??????

      Responder
      • Pedro

        Hablo de los que solo les interesa vivir de los subsidio sin trabajar,como los que mencionas.Todo eso lo paga con sus impuestos la clase media trabajadora que es la que se tiene que aislar en guetos para que no los afanen y maten como perros mientras los VAGOS se les rien en la cara.

        Responder
  8. Jorge Derra

    Al Señor o Señora Palanca, con todo respeto, tal vez a usted le quepa la remanida frase » el que es ladron piensa que todos roban » yo jamas tire basura en la calle ni en los humedales quizas usted si por eso dice lo que dice, en todo caso el municipio es el que lo hace y en cuanto al progreso realmente me gustaria poder discutir con usted cara a cara que cosa es el progreso, claro que para eso tendria que tener el coraje que le falta para firmar lo que publica y usted nunca lo va a hacer.
    saludos cordiales
    Jorge Derra

    Responder
    • Flavio

      A Jorge y a Marielita me gustaría conocerlos personalmente. Son la clase de personas que necesita Escobar. Mirá si por ahí se nos ocurre… Bah! Sigan así! Gracias por sus comentarios. Afectuosamente Flavio.

      Responder
  9. palanca

    ESte emprendimiento le trae progreso y trabajo a escobar, los humedales solo juntan mugre, y los rios no crecen como antes, por favor no seamos ciegos y apoyemos estos emprendimientos que levantan y valorizan la zona, ahora nos preocupamos por los humedales ?, años tirando basura en la calle, en el rio, en los humedales… por favor.

    Responder
  10. marielita

    muy bueno , valiente y aglutina el pensamiento de la mayoria de los habitantes de escobar, làstima que el municipio este regenteado por foràneos de san fernando y por un inutil enfermo y corrupto

    Responder
    • Flavio

      REMEMBER BARADERO !!! Vamos a estar ahí8 para quemar la oficina del cagón!

      Responder

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