Posible solución a la molesta presencia de pájaros en la calle Rivadavia

portada Las bandadas de tordos inundan la Ridavavia con sus excrementos. Se espera que ahora emigren.

La esquina de Tapia de Cruz y Rivadavia, un lugar que al atardecer se torna intransitable para los peatones.

La esquina de Tapia de Cruz y Rivadavia, un lugar que al atardecer se torna intransitable para los peatones.

Una escena normal sobre la calle Rivadavia, en Belén de Escobar, es que la gente detenga su caminar para observar las bandadas de pájaros que se reúnen sobre los añosos plátanos, desde donde emiten fuertes sonidos, despliegan sus alas en altos vuelos y, lo más molesto, defecan en cantidades inescrutables.

Para quien no haya pasado por el lugar en las horas del atardecer, puede sonar a tema menor. Sin embargo, en las adyacencias de la terminal de ómnibus -“El Once” de Escobar- la situación se está tornando imposible de soportar. Los tordos coparon el lugar y casi no hay manera de pasar sin evitar ser alcanzado por algún excremento. Toldos y autos estacionados son blancos reiterados de estas deposiciones, cuyos pútridos olores se propagan por la zona y perduran hasta la mañana siguiente con gruesa intensidad.

Ante este escenario, el Municipio inició este jueves una poda correctiva que, en principio, se realizó entre los cien metros que van desde Tapia de Cruz a Estrada, pero que seguiría hasta Italia -cuatro cuadras hacia el sur- según comentaron a este medio los encargados de la tarea.

La intención de la poda es que los pájaros deban migrar hacia una zona de menor densidad, aunque también sirve para despejar de ramas el tendido aéreo de la red eléctrica.

Aunque los frondosos y antiguos plátanos -se calcula que tienen 85 años- resignarán parte de la sombra que sabían prodigar, así como el encanto de su tupido verde, la medida resulta comprensible teniendo en cuenta la dimensión del problema que los pájaros venían generando. Rayano con lo insólito, pero nadie quiere que la Rivadavia se convierta en el baño público de la ciudad. Sabrán comprender los tordos…

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