Padre Opeka, el cura que lucha contra la pobreza en África, vendrá a Escobar

Radicado hace casi medio siglo en Madagascar y candidato al Premio Nobel de la Paz, visitará el jueves 12 la capilla del Instituto San Vicente de Paul, donde realizó sus estudios secundarios. El “Albañil de Dios” presentará su nuevo libro y dará una misa.

Compromiso. Opeka contribuyó a levantar una ciudad en uno de los países más pobres del mundo.

Radicado hace casi medio siglo en Madagascar y candidato al Premio Nobel de la Paz, visitará el jueves 12 la capilla del Instituto San Vicente de Paul, donde realizó sus estudios secundarios. Presentará su nuevo libro y dará una misa.

El reconocido sacerdote argentino Pedro Pablo Opeka (70) está de visita en el país para presentar su nuevo libro y Escobar será una de las estaciones de su viaje. El cura misionero, radicada en Madagascar hace casi medio siglo, llegará el jueves 12 al colegio San Vicente de Paul, del que fue alumno, donde también dará una conferencia y celebrará la eucaristía en la capilla de la Medalla Milagrosa.

Rebelarse por amor es el nombre de la flamante publicación del célebre religioso, que lo tendrá durante gran parte del mes visitando distintos puntos del mapa, tanto en el país como en el continente.

Nacido en San Martín y descendiente de una familia de origen esloveno que llegó a Argentina escapando del régimen del Mariscal Tito en la vieja Yugoslavia, Opeka recibió desde chico las creencias religiosas de sus padres y las amplió durante su adolescencia, cuando fue alumno bachiller del Instituto San Vicente de Paul, el colegio de Belén de Escobar al que retornará en los próximos días.

Orgullo. El Instituto San Vicente difundió por las redes la llegada del cura formado en sus aulas.

El destino y la pasión de ayudar a los más necesitados lo llevaron a la remota Antananarivo, capital de la isla de Madagascar, donde basa su trabajo en los preceptos de la orden vicentina a la que pertenece.

Aunque sea un dato difícil de comprobar, algunos se animan a decir que por su obra medio millón de personas salieron de la indigencia a través de la creación de la ciudad de Akmasoa -erigida por sus habitantes sobre un viejo basural- y sus enseñanzas sobre cómo cultivar, entre otras cosas.

Lo cierto es que con sus proyectos en una de las naciones más pobres del planeta se ganó el cariño de propios y extraños y una reputación internacional tal como para ser considerado uno de los más de 300 candidatos a los Premio Nobel de la Paz.

Celebridad. En una visita a Barcelona, Opeka habló mano a mano con Lionel Messi y Javier Mascherano.

“Los planes de asistencia social son lo peor que se le puede hacer a un pobre. El asistencialismo denigra a las personas y las vuelve inútiles, impidiéndoles salir de la marginalidad”, afirmó alguna vez Opeka, sin miedo a sonar polémico.

Este sacerdote, conocido popularmente como “El Santo de Madagascar” o “El amigo de los pobres”, es férreo defensor de la educación, el trabajo digno y la igualdad de condiciones para todos: “Yo les enseño a valerse por sí mismos, a confiar en su capacidad, sacar el máximo provecho y saber que con trabajo y esfuerzo todo es posible”, sotiene.

Dicen que alguna vez soñó con ser futbolista, aunque la pasión por la religión pudo más. Esa misma pasión por la que el jueves 12, desde las 10, estará de regreso en la capilla de la Medalla Milagrosa de Escobar (Los Lazaristas 947, entre Rivadavia y Sarmiento), donde dará una conferencia y celebrará la eucaristía.

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