-
-
Un dolor imposible de apaciguar atraviesan por estas horas familiares, amigos y vecinos de la joven de 24 años que falleció tras sufrir un violento accidente en moto en la localidad de Garín.
El deceso de Milagros Abigail Izaguirre se conoció en la tarde del domingo. Hasta entonces, llevaba seis días debatiéndose entre la vida y la muerte a causa de las graves heridas sufridas en ese accidente, que devino en tragedia.
El desafortunado episodio ocurrió el pasado lunes a la tarde, alrededor de las 15, en la intersección de las calles Salta y Eva Perón, en el barrio Villa Angélica.
Al llegar a esa esquina, una moto que circulaba por Salta chocó contra otra que lo hacía por Perón. Quien llevó la peor parte fue Milagros Izaguirre, que sufrió severas lesiones en la cabeza con pérdida del conocimiento.
La víctima se desplazaba en una moto marca Bajaj Brouser. Una ambulancia del SAME la trasladó de urgencia a la Unidad de Diagnóstico Precoz de Garín, donde ingresó con pronóstico reservado.
El otro vehículo era una moto marca Honda Titán, conducida por Jorge Daniel Torres, de 53 años. Según las primeras informaciones, el hombre no revestía heridas de gravedad.
Vecinos del barrio destacaron que la policía llegó de inmediato al lugar y socorrió con celeridad a la mujer. También señalaron que la calle Salta se tornó muy peligrosa desde que fue asfaltada, ya que muchos conductores circulan a velocidades elevadas.
Bomberos voluntarios, Defensa Civil y personal del Comando de Patrullas participaron del operativo. Por el hecho se inició un sumario caratulado “lesiones culposas”, con el conductor de la Honda Titán como único imputado. Ahora, la carátula pasó a “homicidio culposo”.
Debido al delicado estado de salud de la joven, familiares, amigos y conocidos iniciaron cadenas de oración por su pronta y favorable recuperación.
En redes sociales, se multiplicaron las expresiones en favor de que Milagros pueda superar este crítico momento. Sin embargo, nunca pudo salir del estado de coma y su vida se apagó este domingo.
Un dolor imposible de describir para sus seres queridos y especialmente para sus dos pequeños hijos, a quienes adoraba.
