A un año de un crimen que conmocionó a Escobar y del que ya casi no se habla

El 12 de agosto de 2016 el joven Martín Scaldafferro era apuñalado en la puerta de su casa por un ladrón, delante de su padre. El homicida sigue prófugo, junto a uno de sus cómplices. Los otros dos fueron detenidos. Crónica de una herida que no cierra.

Consternación. Una multitud colmó tres veces la plaza San Martín para reclamar justicia (Foto: Gabriel Urrels).

El 12 de agosto de 2016 el joven Martín Scaldafferro era apuñalado en la puerta de su casa por un ladrón, delante de su padre. El homicida sigue prófugo, junto a uno de sus cómplices. Los otros dos fueron detenidos.

Conmocionó, enojó y movilizó a la comunidad de Belén de Escobar como pocas veces -o nunca- en su historia, con miles y miles de vecinos en las calles reclamando justicia y seguridad. Sin embargo, un año después el brutal crimen de Martín Scaldafferro (16) sigue impune, porque el asesino del joven y uno de sus tres cómplices todavía permanecen prófugos. Pero, además, aquel hecho que llegó a ser noticia nacional hoy ya casi pasó al olvido más generalizado. Nada cambió.

Pasaron tres multitudinarias marchas del silencio, una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante para sumarse a la consternación social, la parafernalia de las fuerzas de seguridad federales “reforzando la prevención” para irse así como llegaron y hasta una colecta pública por el hospital Erill. Pasaron doce meses, pero la balanza de la verdad se movió poco y el caso permanece impune.

A pesar de estar identificado y de contar con pedido de captura nacional e internacional, las fuerzas de seguridad aún no pudieron dar con el paradero de Daniel Cardozo, el sujeto mayor de edad acusado de ingresar a robar la vivienda de la calle calle San Lorenzo al 400, tomar una cuchilla de la cocina y ultimar de una apuñalada en la espalda al adolescente, mientras este intentaba auxiliar a su padre, que forcejeaba con otro de los cuatro maleantes, en la soleada tarde del viernes 12 de agosto de 2016.

“Por los elementos que hay en la causa consideramos que esa fue la persona que causó la muerte de la víctima”, reveló a El Día de Escobar el titular de la UFI N°6 de Zárate-Campana, José Martín Zocca, quien por primera vez acepta hablar del caso frente a un grabador.

Recuerdo. La imagen de Martín junto a su madre que dio la vuelta al país tras su asesinato.

La causa está caratulada como “homicidio en ocasión de robo”, lo cual es un dato no menor. “Desde un primer momento supimos que los delincuentes habían ingresado a robar”, señaló el funcionario sobre el móvil del crimen, sobre el cual habían circulado muchas hipótesis pero pocas certezas, incluso para los propios integrantes de la familia Scaldafferro, que al ser consultada por este medio prefirió guardar silencio.

Asimismo, el fiscal precisó que el otro integrante de la banda que también continúa prófugo está identificado como Carlos Maro y cuenta con antecedentes penales.

Quienes no pudieron escapar de la Justicia fueron los otros dos delincuentes acusados de participar en el trágico hecho: Juan Emilio “Mingo” Bouchard (28) y Jorge Daniel Alfaro (25), quienes fueron detenidos en las localidades de Castelar y San Miguel en septiembre y noviembre pasado, respectivamente. Desde entonces, ambos se encuentran alojados con prisión preventiva en la Unidad Penitenciaria Nº 21 de Campana.

La causa ya fue elevada a juicio oral y público -todavía no fue fijada la fecha de inicio- y los imputados podrían recibir una pena de reclusión que va desde los diez hasta los veinticinco años de cárcel.

“Teniendo en cuenta la existencia de dos prófugos, antes de elevar a juicio esta causa se formó otra por separado para continuar la investigación con respecto a la participación de estas dos personas y, aparte, si es que en algún momento se efectiviza la detención, para brindarles todas las garantías constitucionales a fin de que ellos pueden ejercer su defensa y nosotros la acusación”, explicó Zocca sobre los pormenores judiciales.

Así las cosas, aún resta dar con el autor material del brutal asesinato y con el último de sus tres cómplices para cerrar la investigación y acabar con la impunidad del caso policial más resonante de los últimos tiempos en el partido de Escobar.

De esa forma, quizás, los familiares de Martín Scaldafferro puedan empezar a cicatrizar, aunque sea un poco, la herida de su pronta e irracional partida.

Sin consuelo. Pese al dolor, los tíos de Martín se pusieron al frente de las marchas del silencio.

Matar por matar

El crimen de Martín Scaldafferro ocurrió el viernes 12 de agosto de 2016, a media tarde, cuando cuatro delincuentes ingresaron a robar a la vivienda de la calle San Lorenzo al 400, a una cuadra y media de la Tapia de Cruz, donde el joven se encontraba junto a sus hermanos mayores Franco (24) y Tomás (21) y un primo adolescente de los tres, con quienes se iría a jugar un partido de fútbol.

En un momento de descuido, mientras los maleantes recorrían la casa presumiblemente en busca de dinero y objetos de valor, los chicos salieron corriendo hacia la calle en busca de auxilio. Fue allí que apareció Gerardo Scaldafferro, quien se encontraba en el comercio contiguo a la casa. Uno de los delincuentes le dio un puntazo con una cuchilla que había tomado de la cocina, Martín quiso defender a su padre y el mismo sujeto lo apuñaló por la espalda, en la zona del pulmón, dejándolo tirado en el suelo con una fuerte hemorragia.

Luego del ataque, los delincuentes huyeron en un Honda City gris sin robar nada -aparentemente-, pero dejando un tendal de sangre y una familia destruida: tras luchar durante algunas horas por su vida, Martín -un joven muy querido y conocido, que cursaba el quinto año de la secundaria en el Instituto Santa María- falleció el sábado 13 a la madrugada en el quirófano del hospital Erill.

Parafernalia. Infantería y Gendarmería desembarcaron en la ciudad en los días posteriores al asesinato.

Por Damián Fernández

Dejá tu comentario

Seguí leyendo