La Presidenta dejó inaugurado el puerto de regasificación de Escobar

“Es una obra fantástica”, sostuvo. Además, le entregó a Guzmán el convenio para iniciar la construcción del hospital de Garín.

«Esta obra hace a las posibilidades de desarrollo de un proyecto de país», afirmó en su discurso la Presidenta.

“Es una obra fantástica”, sostuvo. Además, le entregó al Intendente el convenio para iniciar la construcción del Hospital del Bicentenario en Garín.

Antes de ingresar a la carpa montada casi a orillas del Paraná, donde se realizó la ceremonia de inauguración, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recorrió las instalaciones del puerto de regasificación junto al gobernador Daniel Scioli, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el intendente Sandro Guzmán.

Pasadas las cinco de la tarde de este miércoles, comenzó el acto oficial declarando a la jefa de Estado “huésped de honor” de la ciudad. Y la buena noticia no se hizo esperar: antes de avanzar con las formalidades del acto, Fernández de Kirchner le entregó a Guzmán un convenio para el inicio de la construcción del hospital del Bicentenario en Garín, que demandará una inversión de 242 millones de pesos provistos por PAMI. El público enseguida estalló en aplausos y muchos le gritaron las “gracias” a la mandataria.

El intendente le regaló un crucifijo y la declaró «huésped de honor» de Escobar.

El intendente, por su parte, le obsequió un crucifijo como “símbolo de acompañamiento permanente y en memoria del ex presidente de la Nación, Néstor Kirchner, quien permanecerá siempre en el corazón de todos los escobarenses”. Cristina respiró profundo y aguantó las lágrimas al recibirlo.

De Vido fue el primer orador y habló sobre el significado del puerto de regasificación para la región. “Esto significa un incremento de casi el 14% de todo el gas que hoy consume la Argentina en su pico máximo. Fueron seis meses y veintisiete días exactos de obra lo que demoramos en inaugurar 35 kilómetros de gasoducto -atraviesa Pilar, Exaltación de la Cruz, Campana y Escobar-, toda la planta de despacho de gas y el posicionamiento del buque”, señaló.

Esta terminal portuaria, ubicada en el kilómetro 74,5 del Paraná de las Palmas, posee características únicas en el mundo por estar ubicada en un río de aguas poco profundas. Por eso significó “un gran desafío” –en palabras del ministro- para los ingenieros de las empresas Enarsa e YPF, que hicieron posible inyectar entre 17 y 18 millones de metros cúbicos a la red.

CFK bromeó al activar el dispositivo que activó el brazo regasificador.

Con una inversión de 680 millones de pesos, el sistema energético aumenta así su capacidad de abastecimiento a las usinas eléctricas en un 48%, al sector industrial en un 23% e incorpora 1 millón y medio de hogares al servicio de redes de gas natural.

El ministro agradeció al intendente Guzmán “por el apoyo incondicional a esta obra” y aseguró que los 1.500 trabajadores que participaron de su construcción serán “rápidamente reubicados en el desarrollo de un parque industrial en Escobar, que será uno de los más importantes del conurbano bonaerense”.

A continuación se descubrió una placa recordatoria y la Presidenta fue invitada a pulsar el dispositivo que dio inicio formal al funcionamiento del brazo regasificador (que en realidad estaba funcionando desde fines de mayo). “A ver si hago pluf y todos hacemos boom”, bromeó la presidenta en aparente referencia a la oposición de los ambientalistas que desde hace meses realizan manifestaciones en contra de la instalación del puerto.

Tras el acto, Cristina Fernández se acercó a la gente que la aclamaba para saludar y sacarse fotos.

“Es una obra fantástica, increíble, con un trabajo de ingeniería importantísimo que va a permitir sostener el nivel de crecimiento de la Argentina. Siento mucho orgullo al poder estar inaugurando estas obras, que hacen al bienestar pero fundamentalmente a las posibilidades de desarrollo de un proyecto de país diferente al que tuvimos hasta ahora. Quiero que sea un país que industrialice sus productos, que genere trabajo, que genere bienestar. Quiero que me recuerden como a una presidenta que ha construido, no que ha deshecho”, manifestó la mandataria.

Mientras se retiraba de la carpa envuelta de aplausos y otras expresiones de apoyo, la presidenta volvió sobre sus pasos para ir con la gente, saludarla personalmente y sacarse unas cuantas fotos, con un estilo informal que hizo recordar, indefectiblemente, a Néstor Kirchner.

Tras el acto, Cristina Fernández se acercó a la gente que la aclamaba para saludar y sacarse fotos.

Inauguraciones simultáneas

Antes de hablar sobre el puerto regasificador, la presidenta, a  través de una videoconferencia, tomó contacto con la ciudad de Villa Regina, Río Negro, con motivo de la inauguración de la autovía de la ruta nacional 22, desde Chinchinales hasta Godoy. Se encontraban allí el gerente de obras de Vialidad Nacional, Jorge Gregoruti, intendentes de varias localidades cercanas y el intendente municipal Luis Albrieu, quien le agradeció a la presidenta por haber cumplido con “todas sus promesas”, a lo que ella respondió: “Eso lo aprendí de Kirchner”.

A continuación, el contacto fue con el intendente municipal Juan Carlos Pastores, de La Frontera, Santa Fe, y el diputado Agustín Rossi, para festejar por la finalización de la ruta nacional 19, que demandó una inversión de $191.000.000.

Tras el acto, Cristina Fernández se acercó a la gente que la aclamaba para saludar y sacarse fotos.

Opositores, presentes

Entre los asientos de los invitados sorprendió ver algunas caras. Entre ellas, las de dos concejales de bloques minoritarios: Jesús Angioi, todavía Unión Celeste y Blanco, y Alejandro Fedeli, de AVE.

Ambos son presidentes de sus respectivas bancadas, que el año pasado acompañaron al oficialismo en la aprobación del expediente que autorizó la instalación del puerto.

Ambientalistas, ausentes

Los movimientos ambientalistas que se manifiestan en contra del puerto regasificador por su potencial peligrosidad no estuvieron presentes en el acto ni realizaron ninguna acción de protesta en las inmediaciones del lugar. Si bien por la mañana estuvieron reuniendo firmas de repudio al proyecto en la plaza principal de Belén de Escobar.

La carpa, ubicada casi a orillas del Paraná, albergó a unas 500 personas, la mayoría funcionarios.

Fotografías: Ricardo Perdersen

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