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Como desde el principio, la historia de la UBA sigue siendo intrincada.
«No está el dinero para construir el edificio», aseguró el intendente Guzmán.
El intendente Sandro Guzmán confirmó con todas las letras que la Municipalidad de Escobar no construirá un edificio para la Universidad de Buenos Aires (UBA). “No le quiero mentir a nadie: hoy no está el dinero”, sostuvo el jefe comunal, que desligó responsabilidades en la gestión de gobierno que lo antecedió.
Consultado por El Día de Escobar sobre la ordenanza 4.409 del año 2007, que impone al Ejecutivo la edificación de una sede propia para el Ciclo Básico Común (CBC) de la UBA, Guzmán hizo una crítica alusión a su antecesor en el sillón de Lambertuchi, Silvio González. “Ante todo, no es algo que yo haya prometido. Es un anuncio de un intendente anterior que no cumplió, que quizás lo hizo porque había elecciones”, disparó.
“Nosotros estaríamos muy contentos de poder hacer una sede, pero ya el CBC nos cuesta muchísimo dinero y la Municipalidad no puede hacer ese edificio. No le quiero mentir a nadie ni crear falsas expectativas: hoy no está el dinero para construirlo”, afirmó el intendente, que respondió así a los reclamos que distintos sectores vienen haciendo para que se cumpla la norma sancionada hace tres años.
¿Considera que se equivocaron los concejales que votaron aquella ordenanza, varios de los cuales aún están en ejercicio?, le preguntó El Día de Escobar.
Yo no estaba en el gobierno en aquel momento y no voy a criticar a los concejales que votaron la ordenanza. Por ahí en ese momento el presupuesto estaba. No puedo hacer una evaluación porque no era funcionario. Pero hay que decir la verdad: en algún momento la Universidad de Buenos Aires se tiene que poner los pantalones y aportar algo.
Muchas veces se trató de cerrar el CBC y yo soy un convencido de que tiene que seguir. Pero desde la Universidad de Buenos Aires también tiene que haber aportes. Si no hay una ayuda para estas cosas es como que hacemos un doble discurso con la educación y la cultura. Desde un municipio como Escobar es imposible que se hagan este tipo de construcciones con el dinero de las tasas.
Las declaraciones de Guzmán tuvieron lugar este jueves 1º a la mañana, en una improvisada rueda de prensa al término de un acto en el Concejo Deliberante. A esa misma hora, el presidente de la Federación Universitaria (FUBA) estaba reunido con el director general de Educación del Municipio, justamente para reclamar la construcción del edificio universitario. “Me parece muy bien que la FUBA haga este tipo de movimientos, pero está yendo al lugar equivocado. Que vaya donde corresponde y nosotros los vamos a apoyar en todo”, expresó el jefe comunal.
Finalmente, el intendente dijo que se están haciendo gestiones a través de la concejal oficialista Ana Padilla para proyectar un centro universitario en instalaciones del Patronato de la Infancia, en Ingeniero Maschwitz.
El reclamo de FUBA
Después de la reunión con José Luis Fabbro, el presidente de la FUBA no salió muy conforme. “No hubo ninguna respuesta”, sentenció Alejandro Lipcovich al salir de la oficina del director de Educación de la Comuna.
“Los vecinos de Escobar están pagando doblemente por la educación. Hace más de diez años pagan una contribución especial, además de pagar impuestos como el IVA y otros que se supone que van a financiar la caja del Estado, que debe garantizar la educación”, evaluó el dirigente universitario, para quien las responsabilidades de que se haga el edificio de la UBA están repartidas entre el Municipio, la UBA y el Ministerio de Educación de la Nación. “Es un conjunto de responsabilidades, donde todos le pasan la pelota al otro y los problemas siguen sin resolverse”, sostuvo.
Lipcovich también anunció que la FUBA convocará a estudiantes y docentes del CBC a “organizarse y luchar”. Y pronosticó probabilidades de una movilización por las calles de Escobar una vez que comience la cursada del segundo cuatrimestre.
Además de reclamar la construcción de la sede, Lipcovich expuso ante Fabbro presentó ante Fabbro otros asuntos: la falta de docentes de Semiología, la habilitación de un local para que la Federación pueda manejar apuntes y becas y la ampliación de la oferta horario, que en la actualidad es de un solo turno.
Una historia de desencuentros
Silvio González y un representante de la UBA, en 2007, descubrieron la piedra fundamental del edificio.
La UBA llegó a Escobar en 1999, por gestiones del intendente interino Jorge Landau. En el convenio que se firmó, la Municipalidad se hizo cargo de todos los gastos, financiándose a través de un aumento a los contribuyentes de la zona céntrica. Pero cuando regresó a la Comuna, Luis Patti abolió la medida fiscal y, tras varias marchas estudiantiles, convocó a un plebiscito para definir la continuidad de la universidad.
La victoria del SI equivalió a la creación de una contribución específica en la tasa de servicios generales, al exclusivo efecto de costear el mantenimiento de la sede, cuya carga mayor son los salarios docentes. Siempre se mencionó que esa caja era superavitaria, pero nunca se supo el destino de los excedentes.
En 2007, cuando Silvio González transitaba sus últimos meses en la Intendencia y, ya distanciada del pattismo, no contaba con concejales que adhieran a su gestión, el Concejo Deliberante aprobó por mayoría la ordenanza que impuso al Ejecutivo la creación del edificio propio para el CBC, que desde 1999 funciona en instalaciones alquiladas al Instituto Secundario General Belgrano. En septiembre de ese año se colocó la piedra fundamental de la obra, en un tramo del polideportivo municipal Luis Monti. Fue el primer y último ladrillo.
Cuando asumió la gestión actual, el entonces secretario de Gobierno, Hugo Cantero, puso en marcha el Fondo de Educación Municipal, que capturó esos mismos fondos y multiplicó sus finalidades. Ya no solo serían para mantener en pie a la UBA sino también para desarrollar programas de capacitación en oficios y otros proyectos del mismo tinte. Aún así, Cantero sostuvo hasta el año pasado que había disponibilidad presupuestaria para encarar la construcción del edificio. Pero ahora, con razones opuestas, el intendente acaba de certificar que no se hará.
Como desde el principio, la historia de la UBA sigue siendo intrincada.
