Hicieron una marcha para denunciar a la policía por la muerte del joven Samuel Villegas

Familiares y amigos aseguran que fue víctima del “gatillo fácil”. La policía dice que hubo un tiroteo. El hecho fue hace un mes.

Sobre la muerte de Juan Samuel Villegas (22) hay dos versiones, totalmente disímiles. La policía dice que murió en un tiroteo, tras abrir fuego contra un patrullero. Su familia afirma que el joven estaba desarmado y fue víctima del “gatillo fácil”. Por eso, al cumplirse un mes de su fallecimiento, este viernes 22 marcharon por el centro de Belén de Escobar para denunciar el caso y recordarlo con cánticos y pancartas.

El hecho que desencadenó la muerte de Samuel, de 22 años, ocurrió en la madrugada del domingo 22 de mayo, en el barrio El Matadero de Belén de Escobar. Según la versión policial, un móvil de la comisaría 1ra que recorría el barrio La Chechela lo vio disparando su escopeta temerariamente mientras se retiraba de una casa ubicada en la esquina de las calles Belén y Perú y subía a un VW Gol Trent, manejado por otro individuo y con dos chicas a bordo.

Los uniformados comenzaron a perseguirlo. Pero el joven, que viajaba en el asiento de atrás, la emprendió a tiros contra el patrullero. Entonces, los policías repelieron la agresión y se produjo un intercambio de balas que duró entre diez y doce cuadras, según relataron horas después del hecho fuentes de la comisaría 1ra consultadas por El Día de Escobar.

Juan Carlos Villegas asegura que su hijo era inocente.

En la esquina de San Isidro y Jujuy, los dos varones salieron del auto y escaparon en direcciones opuestas. El conductor logró fugarse, mientras que Samuel intentó irse corriendo por un descampado pero terminó entregándose, ya que tenía una grave herida de bala a la altura del muslo izquierdo. Minutos después, moriría en el hospital Erill a causa de una fuerte hemorragia.

Pero la familia de Samuel cuenta una historia muy distinta. “La policía lo mató porque se había ido a pelear con un tranza (vendedor de droga) que tiene protección”; denunció Mariana, quien llevaba cuatro meses de noviazgo con el joven. “El patrullero pasó, nos vio correr al auto, retrocedió y enseguida empezaron a tirar, sin ningún motivo. Nos empezaron a seguir y nos asustamos, porque somos chicos, no tenemos nada malo”, argumentó la muchacha cuando se le preguntó por qué quisieron escapar en vez de detenerse ante la presencia de la policía. “Ni siquiera nos dieron la voz de alto, nos tiraban todo el tiempo. No había nadie en la calle y aprovecharon el momento”, agregó. Además, aseguró que ni Samuel ni ninguna de las personas que iban en el auto tenían un arma. “Eso es mentira”, sostuvo.

Juan Carlos, el padre de Samuel, también señaló que a su hijo lo dejaron morir. “La ambulancia tardó 45 minutos en llegar. Y cuando llegó, pusieron la camilla al lado del patrullero y se quedaron charlando con los policías. Yo lo vi porque cuando escuché los tiros salí de mi casa y vi que estaban persiguiendo a mi hijo, entonces salí con mi yerno en su moto y al llegar al descampado me pidieron que salga de testigo. Ellos no sabían que era el padre de Samuel. Pero cuando se enteraron me esposaron y me tuvieron 40 minutos encerrado en el patrullero”.

Samuel trabajaba en una autopartistas, pero estaba de licencia por una enfermedad. Junto a un amigo también compraba ropa y compacts en La Salada, que luego revendía en el barrio, según contó su padre. Además, tenía una hija con su novia anterior.

Samuel Villegas tenía 22 años y era padre de una nena.

Más de doscientas personas, entre familiares, amigos, vecinos y conocidos, participaron de la marcha del viernes, que comenzó a las 18 desde el Reloj de la avenida 25 de Mayo, en la entrada a la ciudad, continuó por la calle Rivadavia hasta la avenida Tapia de Cruz y desde allí hasta dar la vuelta a la plaza principal, deteniéndose varios minutos en cada esquina y ante la mirada absorta de transeúntes y comerciantes que trataban de enterarse el motivo de la manifestación.

El punto más álgido se vivió cuando los manifestantes fueron hasta la comisaría, aunque un vallado colocado a 50 metros les impidió llegar, Allí se quedaron durante un rato, cantando e insultado a los 30 policías que estaban apostados sobre la avenida. También les lanzaron algunos escupitajos y algún que otro elemento de poco peligro, aunque los incidentes no pasaron a mayores.

Minutos después de las 20, la manifestación llegó a su fin. Pero dejó abierto un interrogante que la investigación judicial deberá develar: ¿qué pasó realmente en la madrugada del 22 de mayo?

Contradicciones y antecedente

La versión policial difundida a horas del hecho indicaba que Samuel Villegas había ido a amenazar a su ex novia y a la actual pareja de ella. Ese, supuestamente, era el motivo de su presencia en la casa del barrio La Chechela. Sin embargo, la chica dijo que ella y Samuel seguían siendo novios. Y también negó haber tenido una relación con el muchacho con quien se estaban. “Nunca salí con él. Nos conocemos, pero nada que ver”, aseguró a este medio, el único que cubrió la manifestación.

Un rato antes, la madre de Samuel, Mónica Carabajal, le había dicho a El Día de Escobar que su hijo había ido “a pelear con el ex novio” de la joven.

Por su padre, Juan Carlos Villegas reconoció que su hijo tenía un antecedente por “abuso de armas”, por un hecho ocurrido hace unos meses. Pero aseguró que Samuel no tenía nada que ver. “Lo acusaron de haber participado de un tiroteo en el que no estuvo. Me pidieron una coima de 7 mil pesos para liberarlo”, dijo.

Los manifestantes pasan por la avenida 25 de Mayo portando pancartas e imágenes con la cara de Samuel.

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